Hermana de Harry Styles

¿Por que nos odias?

Cenamos en silencio. Los chicos miraban a Harry algo incómodos. Quería salir de ahí, sentía que no pertenecía a ese mundo y así era. Yo no terminé en esa casa por alguna razón válida sino porque a Harry alguien lo obligó a cuidarme y él odiaba eso. No se quiere por obligación. O al menos no debería ser de ese modo.

-Permiso.- dije.- No tengo hambre.

Me levanté y subí las escaleras en silencio. Empecé a ordenar las cosas en mi habitación para distraerme. Saqué las fotos y las empecé a poner en un pequeño escritorio. Fotos con mi mamá, mi papá, mi tía. Fotos con Ryan y Luke cuando éramos chiquitos.

-Que rápido se va el tiempo.-dije.

Acomodé nuevamente la ropa, las cajitas llenas de cartas, los cuadernos y las cartucheras. Cuando terminé me tiré en la cama sintiendo que él mundo me aplastaba. Quería mi vida de vuelta. Miré la puerta abierta del armario. Dentro estaban las tres cajas sin abrir. Puse las manos bajo mi cabeza y me quedé observándolas. No podía entender por qué se iban los que se iban y por qué se quedaban siempre los mismos. No podía entender por qué mi mamá.

...

Desperté a la mañana siguiente y entré a twitter. Tenía, por lo menos, 4.000 seguidores nuevos. ¿Qué carajo había pasado? La cama seguía armada y las cajas vacías estaban en un rincón. La luz de la mañana entraba por el ventanal. Me incorporé en la cama y noté que ni siquiera me había sacado las zapatillas. Simon apareció en mi puerta con una sonrisa y me miró.

-Buenos días.- saludó.- Hoy los chicos tiene ensayo así que te quiero lista abajo en 1 hora.

Asentí mientras me sacaba el pelo de la cara. Entré en la ducha y en cinco minutos ya estaba afuera. Me puse un short blanco de tiro alto con unas medias del mismo color transparentes y mis zapatillas botitas negras. Arriba me puse un top negro finito y un buzo que me quedaba largo color azul oscuro. Dejé mi pelo suelto y salí. Diez minutos. Solo diez minutos. En casa, si tardaba más de cinco minutos en la ducha, mi mamá jugaba con el agua de la cocina, para que me cambiara la temperatura de la ducha y saliera más rápido. Decía que nadie tardaba tanto en lavarse y tenía razón. Cinco minutos bastaban, después de ese tiempo todo era conciertos y divagues.

Bajé y fui directo a la cocina. Me hice una chocolatada tibia y me la tomé ahí mismo. Volví a subir a lavarme los dientes y bajé otra vez. Me senté en el sillón con el celular en las manos.

-¿Por qué nos odias?- preguntó Niall sentándose al lado mío y quebrando el equilibrio de mi rutina matutina.

-¿Qué?- pregunté confundida.

-Lo publicaste en twitter hace una semana.

-No me stalkees.- me quejé.

-¿Por qué nos odias?- insistió con absoluta seriedad.

- Niall...- no tenía ánimos para esto. No quería dejar mi odio expuesto ante ellos.

-Quiero saberlo.

-Ustedes viven como si nada importara. Escriben canciones de lo perfecta que es la vida, de chicas sexis que los vuelven locos, de finales felices... Eso a mí no va.- suspiré.-No son mi estilo.

-¿Por qué?

-Niall la vida es una mierda y, está bien si sus fans se sienten bien con sus canciones pero para mí solo son una forma de describir una vida y una perfección que nunca voy a tener. ¿Es eso lo que querías escuchar? Dicen todas las cosas que le escuchaba decir a mi padre y bueno... es solo eso. No los odio a ustedes, no los conozco. Sólo odio las cosas que dicen en sus canciones, pero no me malinterpretes, no es su culpa, es del pasado. Yo no te odio, Niall, si eso es lo que te preocupa. No te odio. Hasta me aprendí tu nombre.

Niall pasó su brazo por mis hombros y me abrazó. Era extraño pero no me desagradaba en absoluto.

-Perdón te hicimos sentir mal.- susurró

-Ya no importa.- dije restándole importancia.-Voy a borrar ese tweet.

-Mejor poné que me amás y todo solucionado.-dijo.-O que te aprendiste mi nombre.

Simon llegó y avisó que teníamos que ir al ensayo. Volteé. Los chicos estaban ahí. Lo habían escuchado todo. Harry me miraba con los ojos llenos de lágrimas. No sabía exactamente que le había contado Ryan y eso me preocupaba. No entendía por qué de golpe estaba tan afectado. Ryan no podía haber llegado tan lejos. Me negaba a creer que le había dicho absolutamente todo.