Hermana de Harry Styles

58- Una infiltrada

Desperté sobre el pecho de Liam, él acariciaba mi cabello a la vez que me miraba.

-Hola, amor.- susurró.

-Holi.- sonreí.

Se inclinó y me besó en los labios. Quería quedarme así para siempre, era hermoso despertar y encontrarlo ahí. Llamaron a la puerta y supimos que teníamos que cambiarnos para irnos pero no quería hacerlo, no quería apartarme de él. Sentí su risa resonar en su pecho cuando me aferré más a él.

-Tenemos que ir, amor.- susurró con la voz ronca.

Me levanté suspirando y fui al baño a prepararme. Cuando terminé Liam siguió mis pasos.

...

Pasaron tres días y seguía sin abordar el tema con Harry aunque creía que no iba a ser necesario ya que parecía haber hecho las pases con mi prometido. Mi prometido, que lindo sonaba llamarlo de ese modo. Ese día teníamos que ir a unos pequeños eventos y dentro de unos días más, iba a ser tiempo de volver a casa. Tuvimos 3 entrevistas y entramos a los camerinos.

-Nunca estuve tan cansada.- suspiré y me tiré en el sillón.

Niall rió y se tiró encima mío poniendo sus brazos en mi cuello y apoyando su cabeza en mi hombro mientras se hacía el dormido. Los chicos empezaron a reír a carcajadas ante su acción.

-Chicos,- los reté.- dejen dormir al pobre nene.

-Es tan chiquito.- rió Louis.

-Si, no va a poder ir a bailar hoy a la noche.- rió Zayn y Niall se levantó de golpe.

-Ya, ya, que hoy quiero salir.- dijo el rubio y todos reímos con más ganas.

-¿A dónde vamos a ir?- pregunté.

Todos me miraron serios.

-Vos no vas.- dijo mi hermano.

-¿Por qué? Yo quiero ir.- me quejé.

-Enana, vos no vas.- dijo Niall.

-No es lugar para chicas como vos.- dijo Zayn y yo alcé una ceja mirándolo.

Iba a discutirle pero vi una cabecita asomándose de detrás del otro sillón del camerino. Me quedé en silencio y ellos sonrieron.

-Saquen esas sonrisas que no me rendí, pero tenemos una infiltrada.

Los chicos recorrieron la habitación con la mirada nerviosos. Yo me levanté y fui hasta el otro sillón. Vi una nena que no debía tener más de cuatro años. Tenía los cabellos rubios muy claros y unos enormes ojos celestes.

-Hola, linda.- dije.

Ella me miró y sonrió algo tímida. Me dio mucha ternura.

-Soy Nina y, ¿vos?

Los chicos se acercaron a mi y se quedaron sorprendidos al ver a la nena.

-Soy Lili.- murmuró.

Los chicos soltaron un "awww" y yo reí.

-¿Qué haces acá, Lili?

-Me perdí.- admitió y una lágrima se asomó por sus ojos.

-No, Lili, no llores.- tomé a la nena en brazos tratando de que se calmara.- Vamos a encontrar a tus papis.

Salí del camerino seguida de los chicos y con la niña en brazos, mientras ella ocultaba su rostro entre mi cabello.

-¿Cómo se llaman tus papás?- preguntó Niall.

Lili se encogió de hombros mientras aún lloraba.

-Lili.- gritó una mujer a lo lejos. Parecía que llevaba buscándola un largo rato.

Pasé a la niña a sus brazos y ella le secó las lágrimas para luego besarle la mejilla.

-Gracias,- nos dijo.- siempre se separa del grupo.

-¿Qué grupo?- preguntó Louis.

-Venimos con los chicos del orfanato, nos prestaron una sala en el estudio para que ellos puedan ver una película. Bueno, muchas gracias ahora tenemos que irnos.

Lili tomó la mano de la mujer y caminó aún mirándome. Me invadió una gran nostalgia. Ella no tenía a sus papás. Era una pequeña huérfana. No podía sacar de mi mente la imagen de su pequeña carita de tristeza cuando la encontré.

-Voy... Emm... Voy al bus.- dije y antes de esperar respuesta salí de ahí.

...

Abrí la canilla y me lavé la cara, que mierda que podía ser la vida. Llamaron a la puerta, abrí y me encontré con unos ojos verdes que me miraban fija y seriamente.

-¿Estás bien?- preguntó Harry.

Asentí.

-¿Segura?

Negué y sentí las lágrimas amenazando con salir. Harry abrió sus brazos y yo me lancé en ellos.

-Es solo... no lo sé. Este es uno de esos momentos en los que desearía estar en el lugar de Santi.

-No digas eso,- pidió.- por favor no lo digas. Niña, todo va a estar bien.

-Aparté a Liam de su hijo durante cinco meses.

-Creías que era lo correcto.

-No sé lo que creía.

Harry me apartó y me miró fijamente a los ojos.

-No voy a dejar que pienses así. No voy a dejarte. No voy a permitir que te mates lentamente con estupideces. Te amo, Nina, y sé que lo hiciste porque pensabas que era lo correcto.

-No quiero llorar.- pedí.

-No lo hagas.- respondió dulce dedicándome una sonrisa.

Abracé a Harry durante un largo rato. Después de todo eso es lo que necesitaba hace tiempo, un fuerte abrazo de mi hermano.