Hermana de Harry Styles

60- Zayn, no!

Narra Nina.

Abrí los ojos y me encontré con Liam, Zayn y Harry. Estaba en la cama de Harry. Al parecer mi hermano quería salir de ahí, estaba muy enojado, pero los chicos no se lo permitieron. Había decepcionado a todos, otra vez. Los había desobedecido y había arruinado su noche. Recordaba la decepción en los ojos de Harry cuando me encontró con ese imbécil en el baño de hombres.

-Harry,- murmuré y sentí que las lágrimas se acumulaban en mis ojos.- lo siento.

Harry se detuvo y se volvió a mirarme. Al principio vi furia pero luego dejó paso a las lágrimas. Harry estaba llorando. Quise sentarme pero me dolía todo el cuerpo. Harry se acercó lentamente a la cama, igual que mi novio y mi amigo. Los brazos de Harry me rodearon cuando se sentó junto a mí.

-Lo siento, yo... No quería desobedecerlos. Solo quería divertirme, pero eso no fue divertido.- se me escapó un sollozo y sentí la mano de Liam acariciando mi cabello.

-Shh...- dijo mi hermano.- Todo está bien ahora.

-¿Cómo pasó?- preguntó Zayn.

Me estremecí en los brazos de Harry. No sabía qué pensarían de mí en ese momento, entraron y me encontraron con un hombre intentando arrancarme la ropa.

-Yo... Yo estaba bailando en un momento y al otro él se encontraba frente a mí. Poco a poco me fue alejando del gran grupo de gente en el que me encontraba. Quise irme pero me tomó fuerte y no pude soltarme.- se me escapó otro sollozo.- Me metió en el baño y empezó a besarme. Pedía ayuda pero nadie me escuchaba y él seguía manoseándome y besándome. Cuando se cansaba de mis gritos me... Me golpeaba. Y el resto ya lo saben.- dije escondiendo mi cabeza en el pecho de Harry, no podía contener más las lágrimas que empezaban a salir en más y más cantidad.

Sentí como alguien se levantaba de la cama y escuché un grito de "Zayn, no" y luego un portazo. Me separé de Harry, Zayn estaba por cometer una locura y yo lo sabía. Por más que me costara me puse de pie y corrí fuera del edificio con Liam y Harry gritando que esperara a mis espaldas. Me dolía muchísimo el cuerpo. Vi al moreno a lo lejos y me apresuré a alcanzarlo.

-Zayn.- llamé y él volteó.

-Volvé al hotel, Nina.- pidió cuando lo alcancé.

-No si vos no venís.- dije firme aunque todavía seguía con mis ojos rojos y el rostro mojado por las lágrimas.

-Nina, volvé al hotel.

-No,- dije y tuve que sostenerme en su hombro porque sentí que en cualquier momento caería.- volvé conmigo. Zayn, no hagas una locura.

-Solo voy a matarlo a golpes.- dijo como si fuera lo más natural del mundo.

-No vale la pena.

-¿No vale la pena? Mirá como estás. Mierda. Mirate. Ya empiezan a tomar color los moreatones. Él merece que lo mate a golpes.

-Por favor.- pedí y sentí que iba a desmayarme en ese mismo momento.

Zayn se dio cuenta y cedió.

-Está bien, voy a volver con vos pero quiero que sepas que es en contra de mi voluntad.

Asentí y me apoyé en su pecho y me obligué a cerrar los ojos a causa de los mareos.

-¿Estás bien?- preguntó Zayn preocupado. Negué justo cuando sentí los pasos de Harry y Liam acercarse.

Zayn me rodeó con sus brazos y caminé con ellos incapaz de abrir los ojos siquiera.

-¿No vas a matarlo?- preguntó Harry.

-Ganas me sobran.- dijo Zayn.

-Chicos, por favor.- pedí en un susurro.

Liam se mantenía en silencio. Sentí unos pasos alejarse a toda prisa. Abrí los ojos y vi a Liam con los puños cerrados corriendo hasta el boliche. No pude poner resistencia porque me desmayé en el instante en que lo vi.

...

Desperté con unos brazos rodeándome por la cintura de un lado, una persona bajo de mí y otra al otro lado. Cuando abrí los ojos me encontré sobre el pecho de Liam, mirando fijamente a Zayn y con los brazos de Harry rodeándome la cintura. Quise levantarme sin despertarlos pero no tuve mucho éxito. Liam se removió y se levantó quedando junto a mí. Salimos en silencio de la habitación para no despertar a los chicos. Me mataba en silencio de mi prometido, parecía enojado. Me dirigí a la pequeña cocina para prepararme un café. Sus suaves manos se posaron en mi cintura, acariciando delicadamente mis enormes moreatones. Suspiré y dejé que mi espalda se apoyara en su pecho.

-Decí algo, gritame, retame, algo.- pedí.

Liam se acercó a mi oído y murmuró.

-Ese imbécil merece la muerte.- noté el odio en sus palabras, jamás lo había visto tan enojado, jamás.

Volteé con la taza en la mano quedando frente a él. Liam no apartaba sus manos de mi cintura y me miraba fijamente con una mueca seria en el rostro.

-Liam, dejalo.- dije apartando la vista.- Ya está. Ya pasó.

Acaricié su mejilla y su rostro se volvió dulce.

Se acercó y besó mi frente.

-Vas a tirar mi café.- reí.

-Tenés una seria adicción al café.- rió él.

-Sip,- admití.- es que es delicioso.

-Mmm... ¿ Me convidas?

Me lo pensé unos segundos mientras él hacía puchero. Le tendí la taza algo insegura. Mi café.

-Solo porque te amo.- dije.

Él rió y se tomó todo mi café.

-Gracias, amor, te amo.

Lo miré con cara de pocos amigos y él sonrió para luego besarme. No iba a perdonarle el robo de mi café, nunca.