Hermana de Harry Styles

26- Ella es mi novia

Llegamos al restaurante atravesando la marea de paparazzi. Yo iba de la mano de Liam y los chicos iban más adelante con Simon. La mesa estaba, como siempre, apartada de la multitud. Eso nos daba más privacidad pero, sobre todo, paz. Era increíble la cantidad de personas que podían llegar para pedirles una foto antes de que pudieran darle el primer mordisco a sus hamburguesas. Avanzamos en silencio. Miré a Harry que se había quedado un poco retrasado. Los paparazzi me indicaban el por qué ellos cuatro estaban de traje. Miré a Simon, como esperando que admitiera que sabían a dónde íbamos, pero él simplemente me sonrió. Nos sentamos y pedimos la cena.

-Niall, pasame la sal.- pidió Louis pero el irlandés lo ignoró.- Niall.- silencio otra vez.- ¡NIALL!

-¿Qué pasa, Niall?- preguntó Zayn.

-No quiere hablarnos porque alguien se comió sus chocolates mientras él se bañaba y hasta que sepa quién fue no quiere hablar con nadie.

Los chicos se miraron entre ellos. Me acerqué a Niall y le susurré.

-Sabía que esto iba a pasar. Tengo varios escondidos abajo de tu cama.

-¿Por qué de la mía?- preguntó mirándome extrañado y divertido.

-Soy alérgica, bebé.

-¿Bebé?- preguntó Liam alzando una ceja.

Yo lo miré y abracé a Niall.

-Sí, él es mi bebé.

Besé la mejilla de Niall y Liam me miró serio. Niall rió. Volví a mi lugar al lado de Liam.

-Novio, te quiero. - Liam me ignoró.- Amor, ¿estás celoso?

-Si.- bufó y volteó a verme.

Lo besé riendo.

-Sabes que es a vos a quien quiero.- dije.

-Escuchá, Niall. Ella me quiere a mí.- se burló.

Niall lo ignoró.

-Bebé, no los ignores.- dije

-Bueno, solo porque vos me lo pedís.

Los chicos empezaron a reírse de la cara de Liam y yo volví a besarlo.

La comida llegó y Niall fue el primero en "atacar". Me pusieron el plato de ñoquis adelante y tomé el tenedor después de agradecer al mozo. Dos, tres, cuatro ñoquis y entonces pasó. "Cómo es que una gorda fea como vos está cantando con MIS chicos", "Hasta yo soy más flaca que vos", "Creí que iba a explotarte la ropa cuando subiste al escenario" y así muchos más. Los mensajes que me habían mandado las fans de los chicos. Aparté ligeramente el plato. No tenía hambre. Miré a mi alrededor y presté atención a la conversación de los chicos dejando los cubiertos.

-Nina, defendeme.- se quejó Niall.

-Ella va a defenderme a mí. Ella es mi novia.- dijo Liam.

-Pero es mi hermana.

-Yo soy su bebé.

-Y yo su Tommo.- dijo Louis.

Sinceramente no entendía nada, absolutamente nada.

-Me perdí, chicos.- dije y todos soltaron un suspiro.- Emm... ya vuelvo.

Me levanté de la mesa para dirigirme al baño de damas. No había nadie ahí. Me miré de perfil, de frente, de atrás. Nunca había sido muy acomplejada. No me había detenido tanto en eso. En un momento me había preocupado porque las tetas no me crecían mucho, pero se me había pasado al poco tiempo. No me hacía problema por eso tipo de cosas. Apoyé ambas manos en la mesada del baño y suspiré. Volví a mirarme al espejo. Era cachetona, bastante. Una carita de alfajor, habría dicho mi madre con ternura. Pero ya no había ternura y las fans tenían razón. Me quedé un rato ahí y después volví a la mesa.

-¿Todo bien?- preguntó Liam en mi oído.

-Si, amor.- sonreí.

Él me dio un besito en la nariz. Ya se habían llevado los platos. No pedí postre. No quería. Se me había hecho un nudo enorme en el estómago y me repetía una y otra vez que solo eran comentarios, pero que unos kilos menos no estarían mal.

-Nina. ¿Queres?- preguntó Harry extendiéndome su postre de chocolate.

-Soy alérgica, Hazza.-dije haciendo una mueca.

A las 11 salimos del restaurante y volvimos al bus. Nos acostamos a dormir. Por la mañana seguíamos el viaje. Dentro de dos días ya tendríamos el segundo show. Esa noche no dormí bien. Estaba inquieta, molesta. Me senté en la cama y agarré mi celular. Respondí cuanto mensaje bueno encontré y eliminé todos los malos que pude. Por cada mensaje que abrí, entraban cientos de mensajes nuevos, menciones.

-¿Nina?-preguntó Harry.

Miré hacia su cama. Tenía la mano sobre los ojos. Me miró un instante, adormecido.

-¿Si?

-¿Qué hacés despierta?

-No podía dormir.-murmuré.

-Vení.

Me pasé a su cama. Harry dejó mi celular junto al suyo, me cubrió con las sábanas y dejó caer una cortina que yo no había visto en mi cama. Pronto quedamos completamente a oscuras. Se escuchaba el ruido del motor del bus, pero el movimiento no, era apenas perceptible. Harry me rodeó con ambos brazos y se acomodó. Me pregunté si a él también le llegarían ese tipo de mensajes. Me junté más a él. Esperaba que no.

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Quería dejar un comentario tanto por este capítulo como por los que le siguen. Muchas veces recibimos comentarios malos de terceros. Nos molestan, nos cargan o nos dicen cómo deberíamos ser. No es fácil en muchas ocasiones lidiar con esos comentarios, con los prejuicios y los que "deberíamos ser". Cada uno de nosotros es único, por más que no quiera creerlo. Cada pequeño detalle nos hace ser quienes somos, los que nos gustan y los que no. Y eso está bien.

Aprender a quererse no es un camino sencillo. Lleva menos tiempo encontrarse "defectos" que amarse tal como uno es. Pero nadie dijo que fuera a ser fácil. Quererse a uno mismo, aprender a hacerlo, es una de las cosas más maravillosas que existen. Estar en paz con uno mismo te da un placer indescriptible.

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