Simon me mostró mi habitación y me ayudó a subir mis cosas. La habitación tenía, prácticamente, el tamaño del departamento que había compartido con mi madre. Había una cama en el centro de la habitación y un ventanal enorme con un pequeño modular debajo que funcionaba también como lugar de descanso. Una biblioteca de pared estaba junto a la puerta del armario. Miré mis cosas y luego el lugar. Lo único que creía poder llenar al menos por la mitad era la biblioteca. El lugar me parecía exageradamente grande para ser una habitación.
No quería bajar, no quería verlos. Cerré la puerta y me dispuse a abrir cajas. Guardé mi ropa y ordené los libros sin ninguna dificultad, pero pronto me encontré con solo tres grandes cajas por abrir. Me senté frente a ellas. ¿Eso era todo lo que mi madre había dejado? Las cajas no guardaban las risas, ni la forma en que volvía a subir para asegurarse de que había cerrado la puerta del departamento. No guardaban su aroma a hospital mezclado con comida casera y pasta de dientes de menta. No guardaban su mirada de reproche, ni sus abrazos. Supe que no era momento de abrirlas, porque eso implicaba recordar todo lo que se había ido con ella, todo lo que era tan inmaterial que nadie llegaría a comprenderlo. Empujé las cajas dentro del armario y cerré la puerta. La imaginé atrapada ahí y me llegó un retazo de su risa, un recuerdo perdido.
Bajé a buscar a los chicos luego de un rato sin saber muy bien qué hacer. Mi madre no abriría la puerta, no volvería y no quería quedarme encerrada con su fantasma.
-¿Por qué sos tan seco con ella?-preguntó el que creía yo que era Niall.
Estaban todos sentados en la sala con sus semblantes serios mientras miraban a Harry.
-Chicos yo no pedí una hermana.-dijo Harry y sentí como algo dentro de mí se rompía un poco más.
-Pero la tenés y tenés que ser bueno con ella.- dijo Louis.
-No quiero. Yo tenía una vida feliz. Estoy en una banda. Soy famoso. Estaba feliz antes de que ella llegara.
Sentí las lágrimas en mis ojos arder. Yo no sabía lo que había pasado. No conocía mi propia historia, pero no me parecía justo. No me parecía para nada justo que todos me quisieran sacar de encima de esa forma. ¿Para qué me habían subido a un avión si no me querían ahí? ¿Para qué me habían alejado de las personas que me amaban si no estaban dispuestos siquiera a conocerme?
-Yo no pedí ser tu hermana.- dije y subí corriendo.
-¡Pará, Nina!-gritó alguien.
Cerré la puerta con llave y me dejé caer en la cama, llorando y ocultando mi rostro entre los mullidos almohadones.
-¿Por qué te fuiste mamá?- pregunté en un susurro.
Llamaron a la puerta, pero lo ignoré. No tenía ganas de eso. No tenía ganas de nada. Por primera vez, estaba llorando por mi madre y por la forma en que se había ido. Por primera vez desde ese día, estaba entendiendo que las cosas no iban a cambiar para volver a ser lo que eran.
-Harry, la cagaste.-dijo alguien al otro lado.
Cuando la casa quedó en silencio, agarré mi teléfono y salí de la habitación. Quería irme, escapar de ese maldito lugar, escapar de Harry. Quería olvidarme por un segundo que estaba en Londres, lejos de casa, con alguien que me veía como un castigo. No me crucé con los otros chicos en ningún momento mientras salía de la casa. Eso me agradó. No tenía ganas de dar explicaciones y menos de pedirlas. Caminé hacia la reja en silencio y abrí fácilmente. La calle estaba vacía y caía una suave llovizna. Había escuchado que ese tipo de clima era usual ahí. Caminé un largo rato y encontré una placita. Me senté en el pasto y miré el cielo como si ahí lograra encontrar alguna respuesta. Le llamé a Ryan luego de un rato.
-¿Hola?- dijo al otro lado de la línea.
-Hola. ¿Cómo estás?- pregunté lo más normal que pude.
-¿Qué pasó? ¿Dónde estás? Nina, decime dónde te metiste.
-¿Para que vayas y le digas a Harry? No me hagas eso. Por favor.- pedí de mala gana.
-Nina, me dijo que entraron a tu habitación y no estabas.-dijo él.
-Me fui. No quiero volver por ahora.
-Nina...
-¿Te dijo ese idiota lo que pasó antes de que me fuera? Seguro que no te dijo que lo escuché diciendo que era feliz antes de que yo llegara. Lo odio. Odio su estúpida banda y lo odio a él. Yo no pedí esto, Ryan.
Empecé a llorar. El silencio en la línea me hacía sentir que hasta Ryan me había abandonado. Él parecía haberse marchado para permanecer al lado de Harry y odiaba eso.
...
-¿Dónde está tu papá, Nina?- preguntó mi mamá.
-Mami, no vayas. Escondete. Él es malo.
-¿Qué te hizo?- preguntó desesperada tirándose a mi lado.
No respondí. Lloraba y no respondí.
-No.- dijo ella entendiendo todo.
...
-¡Nina!- gritó Ryan desde el otro lado de la línea.- Nina, solo es tu imaginación. No dejes que los recuerdos vuelvan. Cerrá los ojos y respirá. ¿Tenés tu inhalador? Nina, respirá, por favor.
Hice caso y el aire volvió a llenar mis pulmones. Corté sin decirle palabra alguna y puse música. Demi Lovato sonaba a todo volumen. Necesitaba que Ryan aclarara su mente, que decidiera de qué lado quería estar. En ese momento lo necesitaba del mío, pero él no parecía estar dispuesto a que eso pasara.
-oh father, please father. Put the bottle down for the love of a daughter...
Dejé de cantar cuando vi que la gente me miraba. La llovizna no se había detenido, pero algunos transeúntes recorrían la plaza de paso a otros lugares. Yo, sentada en el pasto, cantando, estaba fuera de lugar. Yo estaba fuera de lugar por donde se me mirara. Desde que mi madre había muerto, me había salido del espacio que parecía corresponderme y no encontraba la forma de volver a él.
-No pares. Me gusta como cantás.- dijo alguien a mi espalda.
Volteé. Era uno de los compañeros de banda de Harry. Genial, me habían encontrado.
-Si Harry te mandó a decir algo...- advertí.
-No me mandó nadie.-dijo y se sentó frente a mi.- Soy Liam.
-Me cuesta pero en algún momento me voy a aprender sus nombres.
-Si es que no te escapás antes.
-Yo no...
-A mí no podés mentirme. Sé que querés irte.- me dijo clavando sus ojos color miel en los míos.
Bajé la vista. Él tenía razón. También sabían que tenía pensado escaparme, genial. Era predecible, estúpida y una chica que no podría ir a ningún lado sin autorización de sus padres o de Harry, lo que parecía estar igual de complicado.
-¿Y si ponés una canción más alegre? - preguntó con una tímida sonrisa.
Puse Made in the USA.
Me quedé con Liam escuchando música y cantando hasta que cayó la noche. Me agradaba, él me agradaba aunque no creo que fuera a admitirlo. Se había sentado ahí, no había hecho preguntas, no había atendido el teléfono, no me había pedido que volviera. Se había quedado ahí, esperando a que yo diera el paso que quisiera dar.
-Vamos a casa- dije.
Él se puso de pie y tendió su mano en mi dirección. Ya, más calmada que cuando me fui, volví a la casa con Liam.
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Hermana de Harry Styles
FanfictionElla, tímida e invisible. Él, famoso y popular sin preocupaciones. Pero todo cambia cuando él descubre que tiene una hermana y ella, tras la muerte de su madre, se entera que es adoptada.