50-No lo sé

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A las tres de la mañana ella se levantó de la cama y se vistió. La seguí en silencio sin que lo notara. Fue hasta el parque y se sentó bajo un árbol. Estuvo llorando por un largo rato. Cuando se quedó dormida la tomé en mis brazos y la llevé a casa. La recosté en la cama y me quedé mirándola hasta que despertó.

-Buenos días, mi vida.- sonreí depositando un suave beso en sus labios.

-Buen día, amor.

No sonrió, ni siquiera lo intentó. Se levantó de la cama y fue al baño. A los pocos minutos salió bañada, pálida y cambiada con unos pantalones negros ajustados y un buzo mío grande que le quedaba por las rodillas. Entré a bañarme y cuando salí la encontré tirada en la cama con los auriculares puestos.

-¿Ya desayunaste, amor?- pregunté acariciando su mejilla. Ella asintió suavemente sin abrir sus ojos.

Bajé y me encontré a los chicos. Comían serios.

-¿Qué pasa?-pregunté.

-Están jugando.- dijo Harry.- Quién logra más tiempo en comer sin hablar o despegar la vista del otro. No pueden mancharse ni reirse ni hacer gestos.

Reí. Louis trataba de hacerlos reír pero no funcionaba. Creía que iba a ganar Zayn.

-¿Cómo está?- preguntó Harry.

-Salió anoche. Se durmió en el parque mientras lloraba y la traje a casa. No está bien.- suspiré dejándome caer en la silla.

-Claro que no lo está.- dijo Harry alborotándose el pelo, nervioso.

-Creo que es algo serio. Creo que Demi tiene razón.- dije.

Zayn y Niall me miraron rompiendo el juego.

-Crees que...-empezó Niall.

-No lo sé,- lo interrumpí.- pero sé que Demi puede hablar con ella.

-Para ver qué mierda me pasa, ¿no?- dijo ella desde la escalera.- Para que ustedes nunca tengan que preocuparse por nada. Para que el hecho de que me ignoren durante tanto tiempo no me haga daño. Sé que no es su culpa, chicos, pero ni siquiera lo intenten. Ya es tarde. No se preocupen por mi, estoy bien.- dijo dolida con las lágrimas cayendo de sus ojos.

Dicho esto corrió escaleras arriba.

-Nina.- gritó Harry corriendo tras ella pero lo ignoró. Se escuchó la puerta cerrarse y Harry bajó.

...

Narra Nina.

Entré corriendo al baño y empecé a llorar. Querían sacarme de encima. Querían encontrar lo que estaba mal conmigo. No podrían entenderlo.

Desperté por los golpes en la puerta del baño. Me levanté rápidamente pero me temblaron las piernas y caí.

-Nina, ¿qué fue eso?- preguntó Liam desde la puerta.

-Nada,- respondí con un hilo de voz .-dejame sola.

-No, no pienso dejarte sola. Salí del baño o tiro la puerta.- dijo.

Empecé a limpiar todo rápidamente. Me lavé el cuerpo y me puse el buzo. Escondí la navaja y él abrió la puerta bruscamente. Seguía tirada en el piso porque no podía levantarme. No tenía las fuerzas necesarias.

-Nina,- dijo Liam acercándose a levantarme.- chicos, llamen al doctor.

-No,- dije rápidamente.- estoy bien.

-No. No lo estás.- dijo frío.

-Liam...- dije. Su tono me dolía. Me dolía más que nada. Su indiferencia y distancia de mi me dañaban incluso más que los filos.

-No, no llores.- dijo frío y distante.- El doctor viene en camino y ya no podes hacer nada.

Intenté levantarme pero volví a caer. Él me miraba serio.

-Liam, llegó el doctor.- gritó Louis.

Él me tomó en brazos, todavía con la mirada fría clavada en el frente.

-Esto pasa.- dije mirándolo con lágrimas en los ojos.

Llegamos abajo y me metieron en una ambulancia.

-No los deje entrar.- pedí al enfermero.

Por más que intentaron no los dejaron subir y agradecí que así fuera.

-No voy a mentirle,- le dije al enfermero.- sé que me pasa pero ellos no. Y me gustaría que no se enteraran.

Una vez en el hospital le mostré al doctor mis cortes y los vendaron y curaron. Pidieron que dejara de hacerlo o me mandarían a rehabilitación pero esa información no llegó a oídos de los chicos a quienes tampoco habían dejado entrar en la habitación.

...

Narra Liam

Nina pidió que no nos dejaran subir a la ambulancia, también que no nos dieran información sobre lo que tenía. ¿Qué ocurría?

Esto pasa.

Recordé las palabras de Nina y el dolor en sus ojos. Capaz fui muy duro con ella. No quise escucharla. Mi princesa. Debía odiarme. Nunca me había mirado así, con tanto dolor. Llegamos a casa y nadie decía nada. Ella llegó y se acostó en la cama sin mediar palabra alguna con nadie.

-Tengo miedo.- dijo Niall.

-Voy a terminar con esto.- dijo Harry furioso.

-¿Con qué?- preguntó Nina desde la escalera.

-Con vos. Me tenés harto. Explicanos qué te pasa, por qué mierda no queres contarnos y cuál es el motivo por el que no nos dejaste subir. No me vengas con el estoy bien. Que ni se te ocurra. Maldigo el día en que te fui a buscar para convertirte en mi hermana.- gritó Harry.

Ella tenía los ojos llenos de furia y dolor. Le había dolido y mucho. Harry había llegado muy lejos.

-¿Querés saber qué pasa?- gritó ella.

-Si.- gritó Harry a dos pasos de ella.

Ella tomó los bordes de mi buzo que era lo único que usaba y se lo quitó quedando en ropa interior. Nadie dijo nada. Había cortes en su cuerpo. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Las lágrimas empezaban a salir de los ojos de todos ante esa imagen cruda y cruel que se alzaba ante nosotros, la imagen de esa joven que había llegado hacía unos años y a quien habíamos prometido amar, mutilada por sus propias manos.

-Nina yo...-murmuró Harry.

-Ya sé. Nunca quisiste que fuera tu hermana.-dijo en un susurro.

Subió las escaleras pero no se escuchó la puerta, no esta vez.

Hermana de Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora