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–¿Cuándo nos volvamos a ver? ¿Calculas un año? –
Louis estaba cansado y aburrido de quedarse siempre en el primer nivel con una incómoda erección en su entrepierna mientras Harry permanecía sentado en su regazo, brincando de vez en cuando. Al menos le había podido quitar la ropa, pensó el otro. Todavía el menor para molestarlo intentaba mantener una conversación. En esta posición, en este momento...
–No quiero hablar de eso –
–Yo puedo esperarte si tú quieres –
–Basta Harry... –
–¿Puedo besarte? – preguntó.
–Hazlo – Louis se colocó en una posición cómoda y abrió sus brazos para que el otro se acercará.
–No hoy... hablo de cuando regreses –
–Ah... sí –
–Lo haré aunque tenga novio, es más... voy a comenzar a salir con Francisco –
Louis hasta ese momento abrió de golpe los ojos para mirarlo seriamente.
–Es la única manera de despertarte –contestó Harry subiendo la mitad de su cuerpo en su ex novio. –Lo estoy haciendo por molestarte – dijo con cariño mirándolo directamente a los ojos, usando sus dedos para peinarlo.
Lo pensó durante un minuto antes de contestarle.
–No puedes estar con él – parecía advertencia. –Es un idiota –
–Dime que te espere entonces –susurró con los ojos húmedos – dime que no esté con nadie más, quiero escucharlo, vamos – Louis se concentró en su mirada verde cansada que suplicaba, en el movimiento de sus labios expresando aquello que tanto le costaba decir porque era orgulloso, travieso y egoísta. Louis no quería lastimarlo pero tampoco mentirle.
–¿Por qué siempre tenemos este tipo de conversación después de tener sexo? – reprochó Louis sonando irritado– No pienses en el futuro, en lo que va a pasar... te preocupas por cosas estúpidas –apenas cayó en su error dijo – perdón por eso, pero sólo intento decir que por un rato te olvides de mis planes o de los tuyos –
La voz de Louis sonaba tranquila y pacífica aunque entre líneas ya le había ofrecido una cruda respuesta a Harry, quien se limitó a sonreír disculpándose. Luego se quiso bajar del cuerpo de otro pero un fuerte abrazo le prohibió hacerlo. Quieto con mil preguntas en su mente espero que Louis se cansara de sostenerlo. Por supuesto, el otro no lo hacía. En su lugar, había bajado más la forma de sus manos para abrazar también sus glúteos y lograr que Harry se metió en su piel por completo. El calor que soltaba su piel era impresionante.
Harry le regaló un pequeño beso en la mejilla haciendo que la capa y espada que cubría el corazón de su ex novio se fueran abajo. Se quitó de encima y entrelazo su mano.
