__ ¿te encontraste a tu mamá? –pregunto Lander sorprendido-
__ Si, estaba muy arreglada, incluso su perfume, me llego al cerebro.
__ Vaya. –Negó para continuar su camino al hospital-
__ Pues –se giró para observar la ventanilla-
__ ¿le diste la oportunidad para que hablaran?
__ NO.
__ ¿por qué?, Arti lo que sucedió fue hace mucho tiempo.
__ No le tengo rencor, pero no comparto que me haya abandonado.
__ ¿Qué hay de papá?, ¿también piensas lo mismo de él?
__ Sabes muy bien porque no quiero ni acercarme a papá... Por su culpa, asesinaron a Julieta.
__ Fue un accidente.
__ No, no fue un accidente, porque también me hubiesen asesinado a mí. Papá vive escondiéndose de esos narcos, Lander.
__ Fue hace muchos años lo que sucedió y el ya dejo esa vida.
__ Independientemente lo que sea. No quiero tener nada que me ligue a él. Me alegra que haya abandonado esa vida, pero aun así. No podre perdonarle la muerte de Julieta, ella fue la única que me apoyo y en mi mente sigue vivo el momento en el cual murió.
__ Pero Arti, ¿Qué sucedió con el psicólogo?, ¿no sirvió de nada?
__ Al parecer no, además. No estoy loca.
__ Los psicólogos no son para personas locas, fea.
La chica bufo y no continúo hablando con su hermano, pero cuando cada vez se acercaban al hospital, esta se tronaba los dedos, estaba nerviosa, y cuando llegaron al frente de este, observo a Lander.
__ No quiero entrar.
__ Claro que entraremos.
__ Lander, no quiero... -sus ojos comenzaban a cristalizarse-
El hombre se bajó del auto, lo rodeo y abrió la puerta del copiloto, extendió su mano hacia ella.
__ Estaré junto a ti. –Ella negó- Martina, confía en mí...
Cubrió su rostro y sollozo. Lander aprovecho ese momento para cargarla y sacarla del auto, tomo su mano con fuerza y suspiro.
__ Por favor...
__ Es por tu bien, Arti. Es por tu bien...
Los dos se adentraron al hospital, se sentaron a esperar que los llamasen, hasta que la secretaria sale de su oficina.
__ Martina Hidalgo –no respondió- ¿se encuentra la señorita Hidalgo?...
Lander se tuvo que levantar y alzo su mano.
__ Si, aquí estamos. –volvió a sujetar la mano de Arti y se adentraron al cubículo con el doctor-
__ Buen día. –dijo el doctor observando su planilla, para luego mirarlos a ellos- ¿señorita Hidalgo?
__ S-soy yo.
__ ¿está nerviosa?
__ Sí.
__ ¿usted que es de la paciente?
__ Soy su hermano mayor.
__ Comprendo. Pues, Martina, pasa al baño y colócate la bata que esta puesta en la repisa para poder examinarte.
La chica observo a su hermano, quien asintió.
__ Estaré aquí.
Arti se fue a donde le indico el doctor, se cambió y mientras lo hacía no dejaba de verse esas manchas en su cuerpo, suspiro varias veces y salió, para encontrarse con esos pares de ojos.
__ Pase por aquí.
El hombre comenzó chequeando cada parte de su cuerpo, piernas, brazos, abdomen, rostro, en el cual solo contenía manchas en la parte interna de sus muslos, antebrazos y pantorrillas. Tomo unas muestras de estas, las cuales fueron bastante dolorosas para Arti, pero de eso se trataba este examen. Lander se le encogía el corazón al ver a Arti de tal manera, aun así, sabía que esto era por el bien de ella. Al culminar, el doctor y los hermanos se sentaron para conversar sobre este chequeo, Martina estaba bastante cansada y adolorida, en sus ojos podía notarse.
__ Debemos realizarte otros exámenes.
__ No... -negó rotundamente con lágrimas en sus ojos-
__ Otros exámenes, ¿Por qué? –pregunto Lander-
__ A simple vista puedo notar que se trata de una neurofibromatosis...
Al escuchar esto, Martina apretó fuertemente la mano de Lander y negó cabizbaja.
__ Tranquila. –dijo Lander palmeando su mano-
__ Es por eso que tenemos que realizar unos exámenes para detallar si padeces de algún tumor. En este caso de haberlo, debemos practicar algunas radiocirugías o quimioterapias.
__ ¿quimioterapias? –Dijo el chico sintiendo esa palabra áspera en su garganta-
__ Sí.
__ Voy a morir, ¿no es así? –Pregunto Arti-
__ ¡Martina! –exclamo Lander exaltado-
__ No, aun debemos realizar estos exámenes para saber si verdaderamente padeces de esta enfermedad, es preferible salir de dudas. Señorita, no piense negativo.
__ No creo que pueda pensar positivo después de lo que me ha dicho. –confesó-
Los tres continuaron hablando pero para ser sinceros, Arti no prestaba atención, en su mente solamente rondaban las palabras, tumores, radiocirugías, quimioterapias, muerte... Era un ciclo en el cual sentía que nunca más podría salir; al terminar el chequeo, y volver al auto, ninguno de los dos se dijo algo más. Estando en su hogar, Lander la ayudo a caminar a su habitación, Arti estaba débil.
__ debes descansar.
__ debo trabajar.
__ Olvídate del trabajo por un momento.
__ No puedo.
__ MALDICION MARTINA. –Dijo ofuscado y las lágrimas se hicieron presentes-
__ Lander... -susurro-
El chico simplemente se sentó en el extremo de la cama y se puso cabizbajo, él estaba llorando como si fuese un niño pequeño, Arti al ver tal escena se le partió el corazón y fue a abrazarlo, el inmediatamente lo correspondió.
__ Lo siento mucho, Arti...
__ No es tu culpa. –el negó y se aferró mucho más a aquel abrazo-
__ Lo siento... Realmente lo siento.
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SEÑORITA [Double S #1]
RomanceDesde que Martina Hidalgo cumplió sus 18 años, ha querido experimentar todo lo que tenga que ver con el sexo, desde el punto más mínimo, hasta el punto máximo, pero había un pequeño detalle... Ella aún seguía virgen.