SEÑORITA [Double S #1]

# 10

Esta vez no se quedó a escuchar la clase, simplemente decidió ir al preescolar que se encontraba al lado de su universidad, el cual los dividía una cerca simplemente, se sentó debajo de un árbol y comenzó a observar a los pequeños jugar y hacer sus tareas, pero un pequeño había llamado su atención, tenía unos grandes ojos marrones, pestañas largas y su piel era bastante clara. Así que cuando el pequeño logro verla, ella alzo su mano para saludarlo, por ende, él respondió de la misma manera.

Al seguir pasando los minutos de clases, Martina pensaba en lo cabron que se había comportado su profesor con ella, toda esa fachada que tenia de él, se fue a la basura con esa simple acción y todo por culpa de Lander, ya se las cobraría. El timbre de receso del preescolar la hizo sobresaltar y sin esperárselo, el pequeño, se acercó a la cerca y se sentó para observarla.

__ Hola...

__ Hola –sonrió- ¿Cómo te llamas?

__ Ulises, ¿y tú?

__ Martina, pero me gusta que me llamen Arti.

__ ¿Arti?

__ Sí.

__ Entonces –llevo su dedo índice a su barbilla- dime U.

__ ¿U? –Pregunto entre risas- ¿Por qué así?

__ Yo se me las vocales, A, e, i, o, u... Y U, es con que comienza mi nombre... Me gusta la U.

__ Perfecto, te llamaré U –sonrió- pero, si es así, quiero que me llames A, ¿quieres?

__ Sí, es más fácil que Arti. –Sonrió y sus mejillas subieron haciéndolo ver como un oso-

__ Bien y ¿Qué edad tienes, U?

__ 5 –mostro con su mano- ¿y tú?

__ ¿Qué edad crees que tengo?

__ ¿40? –Al escuchar eso Martina no dudo en carcajear- ¡Adivine! –Dijo emocionado- A tiene 40...

__ No, yo tengo 21 años...

__ No, tú tienes 40 años, no mientas.

__ Yo no miento, porque es malo mentir.

__ ¿quieres una galleta? –Pregunto extendiéndole una-

__ Sí. –Ella la tomo y la llevo a su boca, esta no tenía azúcar-

__ ¿sabe feo?

__ No, esta deliciosa.

__ Estoy enfermo y no puedo comer nada con azúcar, eso me lo dijo mi mamá.

__ Comprendo... Aunque si te soy sincera –se acercó a la cerca para susurrarle- esta es la mejor galleta que he probado en mi vida, U...

El niño sonrió feliz y una de sus maestras se percató que estaba con Martina y vino a buscarlo.

__ Disculpe señorita, no me di cuenta que el niño había venido aquí.

__ No se preocupe, me gusta tener amiguitos nuevos, ¿verdad U?

__ Si –el niño observo a su maestra- ella es mi amiga A y tiene 40 años. –la maestra también sonrió ante ese comentario-

__ ¿sí?, que bueno que la hayas conocido, pero debemos volver a clase y A también debe estudiar.

__ Así es campeón –sonrió y desordeno su cabello como pudo- prometo mañana volver a quedar contigo, ¿te parece? –observo al niño y luego a la maestra- ¿le parece?

__ Sí, yo quiero hablar con A, maestra –jalo su mano dos veces-

__ Claro, pero será mañana, ahora despídete Ulises.

__ Hasta mañana, A.

__ Hasta mañana, U –sonrió y se despidió moviendo su mano-