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El fin de semana Fernando acepto una invitación de Tomás para una parrillada en su hogar; cuando llego a dicho lugar, el pequeño Ulises al notar su presencia corrió hacia él para abrazarlo.

__ Tío... Tío...

Fernando lo atrapo en sus brazos y lo cargo, para abrazarlo fuertemente, beso su cabeza y sonrió.

__ ¿Cómo estas, pequeñín? –pregunto-

__ Bien, eso dice mi doctor.

__ Eso me alegra muchísimo...

__ Creo que Ulises no te soltara lo que resta de la tarde, Fer –dijo Daniela saludando a su amigo-

__ Era lo que quería desde un principio –confesó el hombre con una gran sonrisa-

__ ¿todo bien? –pregunto Tomás- Ender no podrá venir porque tiene un compromiso con su familia y bla bla bla...

__ ¿Josefina? –Pregunto, así se llamaba la suegra de su amigo-

__ ¿Qué comes que adivinas?

__ Por ahora no he comido nada, así que fue de pura suerte –todos rieron-

__ Tío, mamá me compro un juguete, ¿podemos jugar con él?

__ Ulises, Fernando hablara un momento con nosotros y luego jugara contigo, ¿te parece?

__ Papi –hizo pucheros y abrazo a su tío-

__ Hijo, Fernando se quedara en casa el día de hoy, así que lo tendrás para ti a cada momento, solo 5 minutos, ¿sí?

__ ¿eso pasa rápido, tío? –Susurro en su oído-

__ Mucho más de lo que piensas.

__ Está bien, mami –se bajó de Fernando y sonrió, para irse a jugar-

__ ¿Cuándo tendrás al tuyo? –Pregunto Daniela-

__ Uy –negó- creo que pasara mucho para que pueda tener al mío.

__ Puras habladurías, Fernando... Ven, es hora de tomarnos unos traguitos –palmeo su hombro y se adentraron al jardín-

Estando ya sentados todos comenzaron a hablar sobre sus vidas amorosas, sus hijos y Fernando por alguna razón se sentía excluido de la conversación, hasta que los padres de su amigo hicieron acto de presencia, pudo tener una conversación con ellos acerca del trabajo y de lo que pensaba hacer en un futuro.

__ Espero que en ese maravilloso futuro que me planteaste, este también una chica muy hermosa y un niño que se parezca a ti. –comento Lorena, madre de Tomás-

__ Eso está difícil.

__ Que va, Nando... Nada es difícil en esta vida.

__ En eso estoy de acuerdo con mi papá –grito Tomás desde la parrillera-

__ ¿no te gusta nadie?

__ No sé si llamarlo gustar, creo que es algo pasajero.

__ ¿pasajero? –Pregunto- hijo mío, ¿Qué edad tienes ahora?

__ 28 años.

__ Con 28 años, un trabajo estable, buenmozo, cariñoso, atento y atractivo... ¿Quién no querrá un hombre como tú?

Fernando observo al señor Tadeo.

__ No estoy celoso, puedo dejar que mi esposa te diga lo guapo que estas –eso lo hizo reír-

__ Muchas gracias.

__ ¿no te gustan las menores?, existen chicas que buscan hombres mayores porque las hacen sentir más segura y le pueden dar ese algo que los jovencitos no pueden darle. –palmeo su pierna- Lo digo por experiencia, cariñito... Tadeo me lleva 11 años y míranos, con 4 hijos, 1 nieto y 2 nueras hermosísimas...

__ ¿11 años?

__ Así es hijo, 11 años... Si sufrí para que esta mujer me prestara atención, pero al final conseguí lo que quería –sonrió satisfecho- he pasado una vida al lado de la mujer más perfecta que pueda existir en el mundo y no me arrepiento de todo lo que hemos pasado juntos.

__ Son un ejemplo a seguir –confesó encantado por esta pareja-

__ ¿Un ejemplo por los consejos que te damos o porque él es un asalta cunas?

__ ¡Lorena!

__ ¿Qué?

Fernando sonrió y asintió.

__ Por las dos cosas.

__ Estamos aquí para aconsejarte, te conocemos desde que te hacías pipi en la cam...

__ ¿Mi tío se hacía pis en la cama?

__ No... -dijo Tadeo-

__ Si, Fernando también fue un niño como tú, y si, se hacía pipi en la cama, muchísimas veces...

El pequeño Ulises sonrió y observo a su tío, quien estaba un poquito avergonzado.

__ Pobre tío... ¿tu papá también se reía de ti cuando te hacías pis?

__ ¿Cómo es la cosa? –Pregunto Lorena levantándose de la silla, observo a su hijo y se fue rápidamente hacia él y lo jalo de su oreja- ¿Por qué te burlas de tu hijo cuando se hace pis en la cama?

__ Mamá, eso duele... Eso duele...

__ Cuéntale que tú te hacías del 2 en los pantalones y tu papá debía regañarte, no fue hasta el segundo grado que aprendiste a utilizar el baño... ¿se lo dijiste?

Fernando cargo al pequeño y no dudo en reír por lo que le hacía Lorena a su amigo. Palmeo la espalda de Ulises para decirle:

__ Es momento de ponernos a jugar, campeón.  

SEÑORITA [Double S #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora