Los pasos se detuvieron al frente de la puerta del servicio, la respiración de las dos personas, se suspendieron por escasos segundos, pero al volver a escuchar la circulación de estos hacia otro lugar, pudieron dejar escapar un suspiro. Fernando volvió a ver a la chica que tenía frente a sus ojos, sus manos aún permanecían en sus caderas y por consiguiente las de ella en sus hombros.
__ ¿Quién era él? –pregunto-
__ Un familiar.
__ ¿segura?
__ Sí, pero, ¿Por qué le interesa? –pregunto curiosa-
__ Me preocupo por el bienestar de mis alumnos.
__ Claro.
__ ¿Qué sucede?
__ ¿Por qué me ha besado, profesor?
__ Porque tú también lo has hecho. –dijo burlón-
Ella sonrió y negó.
__ Necesito pedirle un favor.
__ Depende.
__ Repítame el examen.
__ No.
__ ¿Por qué? –pregunto-
__ No puedo hacerlo, fuiste la única que reprobó y para poder hacerlo se necesita el...
__ Lo sé, lo sé... Pero no puedo reprobar ningún examen.
__ ¿por qué?
__ ¿podrá hacerme el examen? –Pregunto- sino tendré que hacer una carta explicativa y... No quiero hacerla.
__ ¿carta explicativa?, ¿Qué quieres decir con eso?
__ Mi beca, puedo perder mi beca. No puedo permitirme eso. –dijo separándose de él-
__ Deberás de hacer la carta explicativa, Martina. No puedo hacerte ese examen, todos pensaran que tengo preferencia por ti y no es así. –Comento con superioridad-
__ Bien... -se giró para salir del pequeño cuarto de servicio pero, se devolvió y le dio una gran bofetada- respéteme, y no vuelva a besarme porque soy su alumna. ¿Entendió? –Frunció su ceño para salir de aquel lugar, hecha fuego, se fue diciendo blasfemia por todo el pasillo-
Fernando llevo una mano a su mejilla y maldijo a esa mujer... Sin embargo, dejo pasar su enojo y al marcar las 12:00pm, se dirigió a la cafetería, para poder llevar a doña Olga a almorzar como se lo había prometido, pero esta al ver su rostro de tal manera, no dudo en preguntar-
__ Hijito, ¿Qué te paso?
__ Ya se imaginara.
La mujer sonrió y los dos se fueron en el auto de ya nombrado a un restaurante algo cerca de la universidad, Olga no quería pasar porque se veía que era costoso, pero luego de persuadirla, logro aceptar; después de haber pedido lo que comerían, comenzaron las preguntas entre ellos.
__ ¿desde hace cuánto trabaja en la universidad?
__ Hace 15 años, Fernando.
__ Oiga. Eso es mucho tiempo.
__ Lo es. Pero me gusta trabajar en ese lugar. –Confesó- sabe lo bonito que es que los alumnos te vean por la calle y te digan; Ejele doña Olga, ¿Cómo me le va?, cuanto extraño esas empanaditas de la universidad... Eso no tiene precio, hijito. –Él sonrió y asintió-
__ En eso tiene razón, tienen un sabor único.
__ Es que tengo un ingrediente secreto –guiño su ojo- si logras enamorarme, puede que te la de.
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SEÑORITA [Double S #1]
RomanceDesde que Martina Hidalgo cumplió sus 18 años, ha querido experimentar todo lo que tenga que ver con el sexo, desde el punto más mínimo, hasta el punto máximo, pero había un pequeño detalle... Ella aún seguía virgen.