Amber.
Amor. Esa palabra que tanto usamos y que desvalorizamos a tal punto que nadie parece creer en el. Un sentimiento tan mágico como aquel nunca tendría que ser el causante de dolor.
¿Acaso algo tan hermoso e inexplicable podría llegar a derramar lágrimas negras en nuestras mejillas?
La respuesta a est...Cerré rápido mi pequeña libreta cuando escuché como Aaron parecía despertarse. Sinceramente lo que escribía era super privado, porque me daba mucha vergüenza pensar en lo que dirían de mis pensamientos que plasmaba en aquella amarillenta hoja.
Despacio, la guarde en mi pantalón que se encontraba al lado de la cama.Me quedé observado con esos verdosos ojos empezaban a aparecer mientras Aaron se despertaba. No resistí a no mirar su cuerpo desnudo mientras se estiraba, logrando que algo captara mi atención.
¡¿Que mierda?!
Cuando por fin me miro, una gran sonrisa se esparció por su rostro, pero al instante la borro al ver mi expresión.
¿Cómo no lo había notado antes?Justo al final de su cuello, se marcaba un pequeño símbolo en tinta.
¿Cuándo se había hecho un tatuaje?
Él instintivamente se tocó el cuello con su gran mano y hizo una mueca.
—Déjame verlo, por favor— sacando su mano, reveló un tatuaje sencillamente lindo.
Acerqué mi mano a su cuello, y con las yemas de mis dedos empecé a delinear la brújula dibujada.—¿Te gusta?—rompió el silencio mientras su cara mostraba confusión y diversión al mismo tiempo.
—¿Qué significa?—embobada seguí tocando esa zona de su cuello.
Sacándome la mano rápidamente, me alzó, poniéndome encima suyo. Ahora me tenía frente a él con mi cara totalmente roja al ver que estábamos completamente desnudos en una posición comprometedora.
Lejos de eso, él solo trazó ambos lados de mi abdomen pero sin una pizca de lujuria, parecía simplemente una caricia tranquila.—Las brújulas nos permiten encontrarnos cuando nos creemos perdidos— su mano subió a mi cabello peinándolo— así que tatuarse una, es una manera de encontrar siempre el camino de regreso a casa, de no perder de vista nuestro camino.
Sus palabras cristalizaron mis ojos.
—¿Y todavía te sientes perdido?— tomé su rostro mientras mantenía el contacto visual más profundo.
Río y llevo su mano de nuevo a su cuello.
—Creo que cumplió su función, porque ahora estoy de regreso en casa y planeo no volver a perderte de vista nunca, porque tu eres el único lugar en donde quiero estar.
Me derretí como siempre en sus brazos y me dejé llevar por nuestro momento. Porque si, este y todos los días que pasara a su lado iban a ser nuestros momentos.
—Te amo con locura, Aaron—susurré en su oído desde lo más profundo de mi ser. —Espero que ya no necesites nunca más esa brújula y que solo nos quede como recuerdo de que no estamos hechos para estar separados.
Aaron.
Escuchar a Amber decir esas últimas palabras me volvía completamente loco.
Puede sonar enfermizo el poder que ella tiene en mi estabilidad emocional, pero me hacia sentir mas enfermo no tenerla a mi lado.
¡Vaya locura en la que me encontraba!
La volvía a tener solo para mi y saber que nadie mas que yo la había tocado era simplemente paz para mi mente.
Mientras pensaba en todo lo que nos estaba pasando, escuchamos un ruido fuera de casa. Parecía que alguien había llegado, pero la realidad es que no esperábamos a nadie.
Miré a mi morocha y su cara detonaba confusión como seguramente la mía también lo hacía.
Me levanté de un salto y fui hasta la puerta cuando unos pequeños golpecitos se empezaron a escuchar.
Sabía que no era la chica que vivía conmigo, porque ella ya se encontraba durmiendo en la habitación de invitados, que realmente ahora era de ella; así que intrigado abrí.Una melena rojiza recién salida de peluquería no se hizo esperar en mi visión, sorprendiéndome y haciéndome maldecir a todos los santos.
«¿Qué carajos hacia aquí?»
—Lizz..— me cortó rápidamente pasando a mi casa y chocándome el hombro habló.
—Olvidemos las bienvenidas formales, yo también te he extraño, hermanito— una sonrisa falsa plasmo mi rostro mientras cerraba la puerta con fuerza al ver una maleta a su lado.
—¿Aaron?—cerré los ojos fuertemente al escuchar la voz de Amber. Seguramente querría irse corriendo ahora que veía a Lizabeth acá.
—Con que no te rindes, hermanito—una carcajada profunda salió directo de la garganta de mi hermana.
—No te esperábamos, Lizabeth—hablé por fin.
Me acerqué a Amber, pegándome a ella lo mas que pude, tratando de que se sintiera segura.—¿Enserio no me esperaban? ¿A mi? ¿En mi propia casa?— miro a su alrededor de forma burlesca— Por favor, Aaron—susurro irónicamente. Luego fijando sus ojos en Amber, habló nuevamente— Creí que no te volveríamos a ver, eso de tu depresión nos causo mucha tristeza.
Amber rodó los ojos y yo ya estaba fastidiado con los insoportable que podía llegar a ser Lizabeth.
—Espero que te acostumbres a verme, porque me veras bastante seguido por la casa—contesto mi morocha, para luego depositar un beso en mis labios. Yo sujeté su cintura y sonreí orgulloso por su respuesta.
—Ya veo, eso del amor propio o de la dignidad no se te da muy bien ¿no?—miré con odio a mi hermana al ver como podía llegar a ser tan cruel.
—Mira mejor callat...—Amber me interrumpió poniendo una mano en mi pecho para que me calmara. Me di cuenta que estaba bastante agitado y que mi pulso iba realmente rápido.
—A mi se me da perfecto, pero debería preguntarte si a ti igual— se acerco un poco a ella, desprendiéndose de mis brazos.— ¿Tu realmente te amas? ¿Estas orgullosa de lo que eres?
Mi hermana se quedó congelada en su lugar mientras Amber sonreía con pena y luego volvía hacia mi.
—Es una pregunta que seguro no te deja dormir por las noches, estúpida conciencia ¿No?
N/a: Buenassss lectores,
Primero que nada tengo pedirles perdón por haber desaparecido así, pero sinceramente no estuve con nada de inspiración :(
Tengo escrito este borrador hace unos días y hoy por fin pude terminar el capítulo, así que se los dejo como regalito de navidad para todos esos lectores que me siguen leyendo a pesar de todoo.
Por último les deseo una feliz navidad a todos, los quiero muchoo✨🎄
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Las ventajas de enamorarte © |Completa| (editando)
RomanceSegunda parte de #LCDE. Saga #complicadamente nuestro. AVISO: Se requiere leer la primera parte para un mejor entendimiento. Llevar una cicatriz es el recuerdo de que alguna vez dolió, pero ya no lo hace. Aquello diferenciaba mi gran marca de tod...