Capítulo 47

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Amber.
No sé en que momento me desperté, ni tampoco miré la hora. Me sentía cansada pero no lograba dormirme de nuevo.
Di algunas palmaditas a la cama, dándome cuenta de que nadie dormía a mi lado. Sin abrir siquiera los ojos, ya me había puesto de mal humor.
Me tapé nuevamente y traté de conciliar de nuevo el sueño, pero no hubo caso. Me desperecé despacio y sin apuros, era obvio que nadie esperaba por mi fuera de aquella habitación.
Rodé los ojos ante mi pensamiento.
La cabeza me dolía como el infierno y unas tremendas ganas de vomitar aparecieron.
Me apuré a llegar al baño y caí casi de inmediato al suelo, aferrándome al retrete como si mi vida dependiera de aquello. Incluso sentí un fuerte mareo que me golpeo por completo, dejándome aturdida unos segundos.
Todavía un poco desorientada, me levanté y me lavé los dientes, para luego refrescar mi cara con agua totalmente fría.
Salí del baño y rápidamente me recosté apenas un poco, para no volver a sentir algún mareo.
Sin ganas de salir de la habitación, abrí mi ordenador y me quedé un largo rato revisando las tareas de la universidad. Siempre dejaban algún trabajo para hacer, así que aproveché y los miré uno por uno. Entré a mi mail y vi la bandeja de entrada, casi repleta. Pero de entre todos aquellos mails basura, uno llamó mi atención haciéndome sentar en la cama, rápidamente.

"Transferencia: Universidad de Nueva York"

No había pasado ni un segundo, que ya me encontraba leyendo aquel mail, enviado ayer por la tarde.
Casi sentí que me dolían las mejillas de tanto sonreír, y algunas lágrimas se escaparon sin querer.

¡Joder, me habían aprobado el traslado!

Me levanté saltando olvidándome de aquel malestar, y corrí a avisarle a Aaron.

O esa fue mi intención hasta que salí de mi habitación. La casa de encontraba en un silencio casi doloroso. Parecía no haber nadie, y luego de revisar me di cuenta de que así era.
Esperé alrededor de una hora, hasta que escuché la puerta abrirse.

Aaron y su hermana venían riendo a carcajadas sobre algo, y no pude evitar que un pequeño enojo invadiera mi cuerpo.

Me quedé ahi, de brazos cruzados, esperando que el se diera cuenta de mi presencia. Lo hizo.
—¡Morocha! ¿Por qué estas levantada desde tan temprano?

Me forcé a no rodar los ojos, viendo la cantidad de bolsas, de lo que parecía comida, que traía en sus manos.

—Lo mismo digo—susurré—¿Dónde estabas?—pregunté tratando de calmarme un poco y no soltar mi enojo.

Vi la hora casi por impulso.
¡¿Las 6 am?!

—¿De qué hablas? ¿Eres su madre?—miré a Lizabeth, tratando de comprender sus palabras.
No es como si no lo hubiera entendido rápido, solo que me había dejado un poco en shock.

Aaron se rió ante el comentario de su hermana. Sentí mi cuerpo tensarse del enojo.

—Creo que no estoy hablando contigo—respondí lo más serena que pude.

—Ya, ya Amber, no hace falta enojarse por una broma. —Aaron levantó sus manos, en señal de paz.

Lo miré con una gran sorpresa. No entendía que le pasaba con esa actitud.

—No creo que haya sido un chiste, pero aún así, no dejaré pasar que intentes hacerme sentir fuera de lugar—le recalqué mientras me movía hacia la cocina.

—¡Ups! Pie izquierdo...—oí decir a su hermana.
Ambos siguieron riéndose entre bromas silenciosas.

Me sentí mal. Esperaba hacerle notar a Aaron que su actitud no me gustaba y que me estaba haciendo sentir incomoda. Incluso olvidé la gran noticia que había recibido, y me encontraba totalmente triste y enojada.

[...]

Así pasamos toda aquella tarde y los días siguientes.
Ya habían pasado tres días que ni siquiera veía a Aaron, y en donde había sido completamente ignorada por él, tanto así que incluso, no había tenido ni un poco de su tiempo para plantearle lo que me estaba molestando.
También deseaba que esté conmigo para hacer planes para mi cumpleaños, que de hecho, solo faltaban dos días.

Sentía que no había podido comer bien, ni mucho menos descansar. Me sentía débil y triste.
Me asustada estar tan acostumbrada a tener a Aaron ahi para mi, siempre.
Mia me había llamado para salir algunas veces, pero había rechazado cada una de sus salidas. No estaba de ánimos para ver a nadie, así que simplemente lo dejamos para más adelante.
Yo por mi parte, estuve haciendo trabajos y presentando proyectos.

—Oh amber, aquí estas...—escuché una voz que conocía muy bien.

—Lizabeth, ¿Qué ocurre?—respondí sin ánimos de hablar.

Ella suspiró y me miró, luego rodó los ojos.

—¿Has visto a mi hermanito? No lo he visto en todo el día, debería estar aquí—preguntó de una manera bastante casual.

Miré por mi habitación, casi en modo de burla.

—Pues aquí no está, como ves...—reí un poco en mi interior al ver su cara.

Frunció el ceño y se acercó ligeramente a mi, poniéndome alerta.

—Mira, no puedo entender que te moleste que pase tiempo con MI hermano, es ridiculo—soltó como si lo habría guardado por bastante tiempo.

Me quedé mirando a un punto fijo en mi ordenador por algunos segundos, para luego suspirar.
Sonreí un poco sin una pizca de gracia y, dejando mis cosas a un lado, me paré de aquella cama.

—Entiendo que sea tu hermano, y respeto su especio, pero no olvides una cosa...—me acerqué un poco más, quedando bastante cerca—Él es mi novio y también tenemos derecho a pasar tiempo juntos..—Me interrumpió casi gritando.

Mi cabeza dió vueltas. Me estaba cansando.

—Deja de ser tan histérica, ya terminen de una vez, no es como si su relación fuera a durar mucho tampoco.—soltó roja del enojo. —Mi hermano quiere pasar tiempo con su sobrino, solo déjalo tranquilo.

Sé que no tenía que haber abierto la boca sin contar primero hasta diez para calmarme, pero no pude evitarlo.

—¡Y tú deja de actuar como si la responsabilidad de ese hijo que llevas en tu vientre, fuese responsabilidad de él! Simplemente deja de vivir en tu propia burbuja de egoísmo— mis palabras fueron agrias y sentí como una fuerte relajación me inundo.

La habitación quedó en un silencio totalmente tenso.

Ella sólo parpadeo sorprendida, para luego lanzarme una mirada llena de odio y rencor.

«Mierda. ¿Qué había hecho?»





N/a: ¡Buenas lectorees!
¡Qué capítulo lleno de tensión!
Espero que les haya gustado y feliz navidad a todos!!
Los leo siempree :)
¡No se olviden de dejarme su estrellita, comentario y/o mensajito! Graciass

Las ventajas de enamorarte © |Completa| (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora