Aaron.
Mientras caminaba por la universidad, tenía a una insistente Mia pisándome los talones.
Aunque le iba muy bien en el mundo del modelaje y haciéndose famosa por las cantidades de marcas que estaba publicitando, la pelirroja había optado por iniciar una carrera en relaciones publicas.
Así que aquí la tenía, en la misma universidad, y aunque la amaba como amigo, debía admitir que su voz era bastante irritable a estas horas de la mañana.—Ya Mia, déjame en paz, si tanto quieres saber de Amber, visítala— dije mientras rodaba los ojos.
No podía ser tan insiste, por dios.—Vamos Aaron, sabes que no tenemos la misma relación que antes y fue mucho tiempo sin verla—hizo un puchero mientras me miraba tratando de convercerme de que le cuente todo sobre mi novia.
Que bien sonaba. MI novia.
—No eres tierna, fósforito—dije pasando mi brazo por sus hombros en un abrazo amistoso.— Prometo contarte todo...—abrió la boca para decir algo mas, pero seguí hablando yo— pero después, adiós, me ire a clase.
Escuché sus tacones resonar contra el piso, y supe que estaba corriendo para alcanzarme.
—Almorzamos juntos en el bar de enfrente, adios idiota.
Y se fue como toda una modelo, haciendo que muchos se dieran vuelta a mirarla.
Me reí mientras negaba con la cabeza. Estaba realmente loca.
Me había acontumbrado a estar con Mia cuando Amber se fue. Su amiga estaba muy mal, se notaba que la extrañaba muchísimo y para su mala suerte, Amber solía no contestar las llamadas o siempre estaba ocupada para hablar con alguien.
Un día, me vió en el bar bebiendo bastante, y me acompañó. Me acuerdo haber hablado toda la noche con ella. Ambos habíamos perdido alguien muy importante, estabamos incompletos.
Mientras los días iban pasando, yo le habia contado todo lo que habia pasado con Amber y ella había estado ahí para secar cada una de mis lágrimas y apoyarme. Realmente la veía como una gran amiga.
Mike tenía mucha suerte de tener a una chica tan buena a su lado, y amaba la pareja que hacían juntos. Estaba orgulloso de ellos.
En cuento a mi amigo, no lo veía hace dos meses. Había seguido mi consejo y se había tomado unas pequeñas vacaciones. Estaba demasiado estresado y hasta había tenido algunos ataques de ansiedad.
Por suerte Mia seguía totalmente en contacto con él, diariamente lo llamaba, así que nunca estábamos desconectados por completo.Estaba tan perdido en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta que ya estaba frente a la puerta de la clase que me tocaba.
Se venia un dia largo y yo no podia espera ir a casa para poder abrazar un rato a mi morocha.
[...]
—¿Y no vendrás a hacer el trabajo con nosotras?— la rubia frente a mi, se acomodaba su camisa de forma grotesca. Desvié la mirada y negué.
—Lo siento, sé que el trabajo es en grupo, así que envíenme su parte por mail y juntaré todo el trabajo en mi casa—dije rodando los ojos cuando sentí que tocaba mi brazo.
Volví a mirarla pero ahora con el ceño fruncido. Su amiga hizo un gesto bastante insinuante con su lengua. ¿Por qué me tocaba hacer el trabajo con esta clase de chicas?
—Si no podríamos ir a tu casa y así sería mucho más fácil y rápido— dijo la morocha a su lado mientras me sonreía de oreja a oreja.
La rubia asintió estando de acuerdo con ella.—No lo creo...— dije mientras tiraba de mi brazo para que dejara de tocarme.—Si tanto tiempo les cuesta mandarme su parte del trabajo, no se preocupen, lo haré solo.
Me estaba dando la vuelta para por fin irme de allí, hasta que escuché como seguían insistiendo.
Una voz chillona que me hizo sonreír y detuvo todo lo que tenía para decirle a esas chicas.
—¿Acaso creen que esto es la secundaria?—Mia miró a la rubia con una mueca y señaló su escote—Abróchate esa camisa, deja de arrastrarte y tratar de meterte con un chico que tiene novia.
Las dos amigas se sorprendieron al escuchar a Mia, se notaba mucho que no parecía alguien que pudiera tener una relación seria, pero aquí me tenían.
Se dieron la vuelta resoplando y haciendo mala cara, mientras yo me dedicaba a esconder mi risa.—¿Debería decir gracias? Porque me acabas de quitar dos grandes problemas de encima—le hablé a la pelirroja mientras caminábamos a la salida.
—Mejor me pagas el almuerzo.
Era una verdadera loca, pero bueno, era mi amiga.
[...]
Llegando a casa me di cuenta como mis párpados empezaban a pesarme. Estaba demasiado agotado, realmente había sido un largo día.
Antes de ir había comprado una pizza para que comer con Amber, así que esperaba que no estuviera durmiendo o algo así.Al cruzar la puerta me di cuenta de que todo se encontraba a oscuras, así que seguí mi camino un poco a ciegas.
Y ahi la vi, en el sillón, con un moño despeinado en la cabeza y media acostada.
Maldición, era la mujer mas hermosa del mundo y nunca me cansaría de decirlo.N/a: ¡Fin del maratón! Cap. 3/3
Espero que lo hayan disfrutado, cuídense mucho. Nos leemos siempre :)
No olviden ayudarme con su estrellita, los quiero!!
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Las ventajas de enamorarte © |Completa| (editando)
RomanceSegunda parte de #LCDE. Saga #complicadamente nuestro. AVISO: Se requiere leer la primera parte para un mejor entendimiento. Llevar una cicatriz es el recuerdo de que alguna vez dolió, pero ya no lo hace. Aquello diferenciaba mi gran marca de tod...