Amber.
Me había despertado bastante temprano y una presión en el pecho me acompañó durante toda la mañana. Aún así, traté de no prestarle mucha atención y simplemente me dirigí a la cocina para hacer el desayuno.
Quería ser, de alguna manera, útil en la casa, ya que ni si quiera trabajaba. Asi que decidí que trataría de encargarme de todo por ahora.
Bajé hasta la cocina y, lo primero que vi fue un cuerpo pequeño y delgado acostado en el sofá.
Lizabeth se encontraba de nuevo en casa, lo que me pareció raro, ya que pensé que estaría fuera, como siempre.
No la desperté y seguí mi camino, esta vez tratando de hacer el menor ruido posible.
Acomodé mi cabello rápidamente y puse el agua para hacer un poco de café.
Corté unos trozos de pan y me encargué de ponerlos a tostar. Como sabía que Aaron disfrutaba de sus cereales y de la fruta por la mañana, coloqué un poco de estos en un tazón y corté sus frutas favoritas en un plato.
Necesitaba distraerme y dejar de pensar en el sabor amargo que no dejaba en paz a mi boca.
Unas manos se pasearon por mi cintura y solté un chillido por la impresión. Me relajé cuando pude ver esas manos conocidas y disfruté de su abrazo.—Buenos días, morocha—depositó un pequeño beso en mi cuello, haciéndome murmurar despacio.
—¿Tan románticos a estas horas de la mañana?— me separé sorprendida, al escuchar una segunda voz.
Claro, teníamos a la simpática Lizabeth con nosotros, cómo podría olvidarlo.—Así que tu también despertaste— dijo Aaron mientras miraba a su hermana—Parece que tenemos un despertador sincronizado, nosotros dos—y después de esa pequeña broma, le revolvió su rubio cabello.
Ella sonrío y por un momento nos sentí en paz.
Me di la vuelta y empecé a servir el café. Saqué las tostadas del horno y la mermelada, para apoyarlo todo en la mesa. Era la primera vez que desayunaríamos los tres juntos, y eso parecía no molestarnos a ninguno de los presentes.—Hoy volveré un poco antes, así nos preparamos para la fiesta—habló Aaron comiendo sus cereales. Sus facciones lucían relajadas y me sentí bien de que estuviera tomándose todo esto con calma.
—Esta bien, yo estaré acá y haré algunos trabajos de la universidad, no tendré tiempo para aburrirme mientras no estes— alcé mis hombros y un suspiro salió de mis labios en cuento pensé todo lo que tenía que hacer.
Lizabeth carraspeó llamando nuestra atención.
—¿Qué tipo de fiesta?—dijo mientras miraba a su taza de café y la revolvía sin prestarle mucha atención.
—Los amigos de Amber harán una reunión hoy en la noche, nada especial—respondió Aaron, sin dar demasiado detalle.
Ella me miro y sin una pizca de vergüenza preguntó.
—¿Puedo ir?— la miré con los ojos bien abiertos, mostrándole que no podía comprender su actitud. Pero tampoco podía negarme, no si quería estar bien con Aaron.Sonreí tensa.
—Claro ¿Por qué no?— aunque no era mi casa, ni mucho menos mi fiesta, creí que simplemente no habría problema.
Todos conocían a Lizabeth, así que no sería la gran cosa.El sonido de mi celular me sacó de esa incomoda situación, aunque ahora que veía bien, Aaron ni siquiera parecía estar prestando atención a la pequeña plática que había estado teniendo con su hermana.
2 mensajes.
Mia.
¿Te veo hoy en la noche? Te extraño mucho :)Número desconocido.
Tengo cosas que hablar contigo, nos podríamos ver?
No aguanto seguir así de distanciados, y los niños te extrañan también.Mire el mensaje de aquel numero desconocido, releyéndolo una y otra vez. Ahora me acordaba, que había eliminado a Dan de mis contactos.
Me sentía super egoísta con sus últimas palabras.
Es verdad, los niños no tenían la culpa de lo que había pasado entre nosotros, no podía simplemente dejarlos ir.
Rápidamente empecé a teclear una respuesta y la envié.Yo.
Esta bien, hoy en un rato tengo unos minutos para hablar. Aclaro que sólo accedo a verte de nuevo por los niños.Rápidamente llegó su respuesta.
Número desconocido.
Te veo hoy en la cafetería de la calle xx, a las 15:00pm, va a ser solo una pequeña charla, asi que no te robaré mucho tiempo.Sé que lo haces por ellos, así que no hay problema, espero verte.
Suspiré y guardé el teléfono. No quería que Aaron se hiciera el gran problema, así que simplemente decidí omitir un poco lo que estaba pasando.
Disfrutamos los tres de un buen desayuno, y luego despedí a los dos, ya que ambos tenían planes.
Yo por mi parte, me fui un rato a la cama con el portátil y empecé a entregar trabajos, como si mi vida dependiera de ello.
Bueno, en parte si que lo hacía.[...]
Dando el último suspiro, deslicé el dedo por la pantalla, y di a enviar.
Al fin, había estado casi cinco horas adelantando trabajos de la universidad. Realmente necesitaba mantenerme al día para que me entregaran la transferencia desde la universidad de Nueva York a la de aquí, por lo que estaba dando mi mayor esfuerzo.
Viendo la hora, me dirigí para tomar un baño antes de salir. Quería apurarme y hablar con Dan para dejar todo más que claro.
Obviamente extrañaba a los niños, pero no quería verlo por ahora. Me había decepcionado lo dijo de mi y no estaba planeando perdonarlo sin que me dijese la verdad de por qué había dicho esas cosas de mi.
Cuando vi que faltaba media hora para que si hicieran las tres de la tarde, salí de casa.
Estaba lista para enfrentarme a Dan, necesitaba una explicación que valiera la pena.N/a:
Buenas Lectores! Primero que nada espero que estén muy bien, tuve que abandonarlos por un tiempito pero les aseguro que he estado mirando cada mensaje, voto y comentario que recibo de ustedes. Les agradezco mucho a todos aquellos que esperan por cada capítulo y me alientan a seguir escribiendo :)
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Las ventajas de enamorarte © |Completa| (editando)
RomanceSegunda parte de #LCDE. Saga #complicadamente nuestro. AVISO: Se requiere leer la primera parte para un mejor entendimiento. Llevar una cicatriz es el recuerdo de que alguna vez dolió, pero ya no lo hace. Aquello diferenciaba mi gran marca de tod...