Aaron.
Sinceramente no planeaba contarle a Amber todo en este momento, simplemente me salió.
Ahora ambos nos encontrábamos encerrados en nuestras cabezas, luchando contra todos nuestros pensamientos.
El silencio reinaba y solo se podía escuchar algunos grillos, avisando que llovería pronto.Mentiría si dijera que no me duele tener que decirle todo de golpe, pero muy dentro mío, sabia que era necesario.
Ver a Amber derramar lágrimas de nuevo,
hizo que me sintiera un estúpido.
¿Cómo es posible que la haga sufrir tanto?—Amor...—su dulce voz llegó a mis oídos sacándome rápido de mis pensamientos— Perdón.
Y sentí como su cuerpo se abalanzaba contra el mío para darme un abrazo.Dios, amaba a esta chica. Aveces me preguntaba cómo podía ser tan perfecta, simplemente siendo ella lograba que sintiera algo, un sentimiento que nunca podría llegar a describir.
—Debí haberte escuchado antes, perdón, fui una estú...— la callé con un suave beso en los labios.
Me separé tomando su rostro con mis dos manos. A pesar de la reciente oscuridad, podía observar sus finos rasgos.
Acaricié su suave mejilla mientras veía como esos hermosos ojos azules me miraban con ese brillo único.—No, no me pidas perdón, los dos nos equivocamos—volví a darle un beso mientras escuchaba su suave respiración— Tienes que prometerme que no volverás a escapar de mi, no soportaría estar separado de ti más tiempo.
—No te dejaré jamás—agarro mis manos que se encontraban todavía en el mismo lugar—Yo tampoco lo resistiría.
Y con un profundo beso, sellamos nuestra promesa. Con todas las estrellas de testigo, volvimos a creer una vez más en el amor.
[...]
Amber.
Luego de unas horas, decidimos volver a la casa de Aaron. Hoy me quedaría ahí, pero luego volvería a la casa de mi padre ya que tenía que cuidarla.
El cielo parecía querer caer por la fuerte tormenta que empezaba a formarse, mientras pequeñas gotas de lluvia comenzaban a golpetear contra el suelo.Llegamos rápido y ambos nos mantuvimos en silencio. Admitía que tenía un frío de muerte, pero no pensaba hacer ningún comentario al respecto.
Habíamos tenido una noche intensa y se nos habían agotado las lágrimas de tanto llorar, pero ahí nos tenían, juntos.
Luego de que entráramos a la casa y que Aaron dejara las llaves arriba de la mesa, hablé rompiendo el silencio.—¿Quieres que haga café?— abracé su espalda y besé su cuello despacio.
Él se dió vuelta y me abrazó también.
—Si, morocha, por favor— besó mi cien y se alejó de mi para sentarse en la mesa.
Mientras me encaminaba a la cocina, pude ver como Aaron apoyaba su cabeza en ambas manos y refregaba su rostro. Parecía muy cansado de todo.
En cuanto a mi, no había podido despejar mi cabeza ni un segundo. Me torturaba la sola idea de pensar que el orgullo era capaz de cualquier cosa, incluso de separar a dos personas que se amaban con locura.
Aveces nosotros mismos podíamos ser nuestros propios enemigos, aquellos que no nos dejábamos ser felices y creo que es porque solo nosotros mismos podemos conocer nuestras propias debilidades, y muchas veces nos juegan en contra.
Pensamos que amar nos hace débiles y tenemos razón, pero es por la única cosa que me atrevería a arriesgarme cuantas veces sea necesario.
Amaba a Aaron como no había amado a nadie.
Y no sé si era un error estar con él o no, pero tampoco me detendría a pensarlo mucho. Si en el futuro hay problemas haré lo imposible para mantenerme a su lado.Luego de hacer los cafés, me dirigí a la sala para encontrarme a Aaron mirando un punto fijo en la pared, como si de pronto sería lo mas interesante por hacer.
Carraspeé llamando su atencion y con sus ojos achinados, que me indicaba lo cansado que estaba, me miró regalandome una sincera sonrisa
Dejé las dos tazas arriba de la mesa y solo sentí como sus manos me levantaban para sentarme en su regazo.
Apoyando mi cabeza en su pecho, sintiendo su respiracion tranquila y sus latidos, me quedé escuchando como caía la lluvia cortando el tranquilo silencio.
Salté de la impresión cuando escuché un trueno muy fuerte, haciendo reir a Aaron.—Eres una niña, Amber—besó mi mejilla y agarró su taza dandole un gran sorbo al café.
Imité su acción, mientras trataba de fingir que no sabía de qué hablaba.—No sé por qué lo dices— y luego de dejar de nuevo el café, volví a mi cómoda posición.
Mi cabeza esta vez quedó mas cerca de su cuello, lo que me permitió sentir su suave piel, haciendo que se me sea imposible no apoyar mis labios en él.
Di suaves besos húmedos, sacándole uno que otro suspiro.
—Retiro lo dicho—Sonreí contra su piel al ver como era tan débil ante mis caricias. —Quiero hacerte el amor—me quedé estática dándome cuanta que mi situación era mucho peor.
Yo era débil ante sus palabras, y amaba serlo.—Pues hazlo, Aaron.
N/a: buenas lectores!
Acá tienen a su escritora desaparecida jaja! Estuve de viaje y no pude escribir, mil disculpas :)
Estoy teniendo algunos problemas para escribir ya que siento que me falta inspiración, pero creo que es porque simplemente estoy demasiado cansada...así que perdonen si no subo tan seguido capítulos.
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Las ventajas de enamorarte © |Completa| (editando)
RomanceSegunda parte de #LCDE. Saga #complicadamente nuestro. AVISO: Se requiere leer la primera parte para un mejor entendimiento. Llevar una cicatriz es el recuerdo de que alguna vez dolió, pero ya no lo hace. Aquello diferenciaba mi gran marca de tod...