[miércoles 09:02 GMT]

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miércoles / 17:02 / China / Ciudad Portuaria "Cola de Dragón" Puerto, Almacenes y zona de desembarco "Perla", segundo almacén.

Una caja de madera rota en varios pedazos desparramados por el suelo, al parecer aplastada con uno de los montacargas; ni una sola pieza del complicado artilugio que llevaban se había recuperado, o estaba rota o desaparecida.

Antonella veía la escena en cuclillas sin una sola inflexión en el rostro, completamente concentrada en intentar averiguar cuanto le costaría reponer aquel robo; tanto tiempo como dinero.

-Jefa...-Interrumpió uno de los cargadores que veía muy asustado la escena, sabiendo que su puesto de trabajo podría estar en juego-...Los vándalos sabían usar el montacargas, vi que uno de ellos arrojaba las llaves del vehículo en su huida y además...

-¿Estás diciendo que las personas que hicieron esto lo tenían planeado?-Preguntó un viejo y bien vestido sujeto a unos dos metros tras Antonella, presumiblemente su padre a juzgar por el parecido; después mirando hacia una de las cámaras agregó-Ya sabemos que es la misma banda de siempre, la "albina" esta vez fue demasiado lejos...

-...Dudo que hayan sido solo ellos, Padre-Rompió su silencio Antonella, su voz era solemne y muy clara-Esta vez no fueron por un cargamento de comida o ropas-La joven era más alta que su padre cuando se irguió completamente, hizo contacto visual con el cargador quien se encogió con la penetrante mirada de la hija del jefe-Todas las rutas de ingreso estaban cerradas y no fueron forzadas-El cargador asintió, Antonella camino a zancadas hasta ver el lejano portón principal-Específicamente buscaron esta caja, sabían cuál era su objetivo y sabían cómo abrirlo.

El viejo jefe pareció palidecer ante tal afirmación, llevó su mano a su rostro y se masajeó su sien; después miró hacia el cargador y estuvo a punto de decirle algo cuando su hija le interrumpió.

-Por ahora este incidente solo son rumores-Se adelantó Antonella, bastante seria-Mientras se queden como rumores conservarás tu trabajo.

El padre de Antonella la miró frunciendo el ceño, su hija mantuvo su inflexible semblante antes de agregar:

-Tampoco queremos llevar esto a la policía-Continuó, a pesar que su padre estaba claramente incómodo con sus palabras-Seguirás con tus actividades de manera normal, si el destinatario llama para preguntar por su envío se le informará que sufrió un ligero retraso.

El trabajador asintió con la cabeza, las gotas de sudor de su rostro dejaban notar que se encontraba muy estresado; después de un momento y con una reverencia hacia el padre y su hija se alejó casi a trote hacia el portón principal.

- ¡No lo reportarás a la policía! -Reclamó el viejo jefe, cuando el cargador se encontraba ya lo suficientemente lejos- ¿En qué estás pensando?

-Como siempre, en el futuro de esta compañía-Las palabras de Antonella fueron tan cortantes e impactantes como la determinación que reflejaba su rostro. El viejo se encogió ante su presencia.

Antes que su padre reaccionara, la hija del viejo jefe comenzó la marcha hacia la salida siguiendo el camino del trabajador que hace unos minutos había pasado por allí.

- ¿A dónde irás? -Preguntó el padre de Antonella, ahora sonando mucho más paternal.

La hija del jefe se detuvo, dio la vuelta y respondió-A indagar, estaré en el barco al anochecer.

-Iré contigo, no es apropiado que una señorita...-Dijo el viejo jefe, mientras caminaba en dirección de su hija.

-...Iré acompañada, no es necesario que vengas conmigo-La frialdad en las palabras de Antonella fue opacada por la leve reverencia que hizo a continuación para luego agregar-Descansa, deja que yo me encargué de esto.

El viejo jefe pareció entender la situación, sonrió levemente y se preguntó por qué había olvidado enseñar a su hija a hacerlo.

PRELUDIO - PóstumoWhere stories live. Discover now