viernes / 12:45 / Inglaterra / Ciudad capital. Calle "Baker Streets", Restaurant "El sabor de la eternidad"
El restaurante era un lugar lujoso, la mezcla de colores cálidos como crema y el rojo vino le daban un aire de elegancia y el ambiente relativamente silencioso en comparación a otros lugares parecidos, las personas conversaban en voz baja y había gran distancia entre una mesa y otra. Sentado plácidamente sobre una silla acolchonada el robusto y viejo señor Harry disfrutaba un jugoso biffe servido con una ensalada y una guarnición generosa de papas, el vino era delicioso y suave, tal y como debía ser. El señor Harry sufría complicaciones cardiacas, a pesar de eso, romper la dieta no era algo que pesara en su conciencia, de hecho, se sentía muy feliz de poder disfrutar de tan delicioso almuerzo antes de lo inevitable, que llegó en ese momento, un viejo amigo y colega entraba por la puerta, un hombre alto y cuyo rostro estaba marcado por la edad, aunque su físico en buen estado fuese envidiable.
- "Me alegra que seas tú, viejo amigo" -Pensó el señor Harry, mientras sonreía a su amigo quien ya lo había visto, levanto la mano en señal para llamar su atención de todos modos.
- Harry -Saludó el hombre alto, sus ojos expresaban algo de aflicción.
- Lorenz -Saludó el señor Harry, levantando su copa de vino con una mano y con la otra señalando un lugar al lado suyo- Espero que todavía puedas disfrutar de un buen corte de carne como en los viejos tiempos.
- Claro que sí, Harry -Asintió el señor Lorenz, mientras tomaba asiento en una silla de la mesa del señor Harry; Lorenz notó que un mesero se acercaba ya con una ración para él- ¿A que se debe este placer?
- Quiero agradecerte -Explicó el señor Harry, mirando a Lorenz a los ojos un momento antes de regresar a cortar la carne con suma delicadeza- Se que otra persona de la organización no me había dado siquiera la oportunidad de despedirme.
- Eres importante para la organización, Harry -Aclaró Lorenz, después pareció sumirse aún más en la tristeza antes de agregar- Eres mi amigo, sin importar lo que diga la organización, no podía permitir que acabará de un modo que un caballero no mereciera.
- Gracias Lorenz, siempre fuiste un hombre de honor, incluso cuando la situación se ponía turbia -Agradeció el señor Harry, sonriendo ligeramente con nostalgia- Es por eso que te quiero pedir un favor, aunque no esté en posición de hacerlo.
- Te debo la vida, amigo -Afirmó Lorenz, luego respiro profundamente antes de sentenciar- Pero no me pidas que...
- ...No me preocupó por mi tiempo, Lorenz -Interrumpió el señor Harry, como si un maestro estuviese corrigiendo a su alumno- Me preocupo por el tiempo de mi familia; lo que hice fue por mi decisión y solo por mi decisión; y como caballero sé que debo responder a esos actos...
Las manos del señor Harry temblaron mientras que al parecer su voz se quebraba, por lo que dejo de hablar y respiró profundamente antes de continuar.
- ...Pero ya mi familia ha sufrido bastante por esto -Continuó el señor Harry, irguiéndose y sacando pecho, siendo solemne a pesar que recordar le dolía- ...Por lo que te pido, que protejas a mi hija y a mi esposa de la organización, ellas no quieren formar parte de esto, igual que mi difunta menor hija.
El señor Lorenz no quiso mirar a los ojos del señor Harry, grandes dudas se arremolinaban en su cabeza y sabía que en su mundo no había espacio para promesas... ¿Por qué?... ¿Desde cuándo la familia se había vuelto tan destructiva?... ¿Cuándo habíamos pasado la línea en la que asesinar era necesario?... ¿En qué momento el ideal de mejorar a la sociedad se había vuelto razón suficiente para destruir la actual?... ¿No era desde un principio que se creó a la organización para dar con métodos más humanos para lidiar con los males de los hombres?
En ese momento el señor Lorenz sintió algo que no había sentido en mucho tiempo: "Arrepentimiento y vergüenza". Sentado frente a el estaba un hombre que había hecho lo que todo hombre de honor haría, dar la cara por sus acciones y aceptar el castigo por lo que había hecho, a pesar que el señor Harry era mucho mejor que Lorenz en el arte de desaparecer, aunque los años y la mala alimentación hallan deteriorado su cuerpo, aún seguía siendo una leyenda entre la gente de su mundo; un hombre que había demostrado que la pluma era más poderosa que la espada, que las palabras eran más precisas que un rifle y que los valores son más honorables que los dogmas.
El señor Lorenz bajo la cabeza y miro a los ojos al señor Harry, vio a un hombre que en sus momentos finales se preocupaba por su familia, a pesar que esta lo hubiese abandonado por sus las decisiones de su pasado.
- Te lo prometo, Harry -Juró el señor Lorenz, con determinación en sus ojos, como si quisiera expresar lo mucho que lo respetaba y toda la fuerza que pondría en su promesa- Tu familia se mantendrá al margen de esto de ahora en adelante.
El señor Harry sonrió ampliamente y sus ojos se cristalizaron por algunas lágrimas que lograron escapar a su control; tomo un pañuelo y se secó rápidamente.
- Gracias, Lorenz -Volvió a agradecer el señor Harry, luego sin titubear, pero lenta y elegantemente tomó su copa y se la acercó al señor Lorenz, para agregar- ¿Podrías "endulzar" mi copa y acompañarme en un brindis por los viejos tiempos?
Al señor Lorenz le tembló la mano cuando "endulzó" la copa del señor Harry para luego devolvérsela, no era la primera vez que hacía algo así, pero si la primera vez que condenaba a un buen hombre.
El señor Harry tomó la copa y la levantó ligeramente de la mesa, acción que el señor Lorenz rápidamente imitó, ambos hombres miraban hacia las copas.
- Por aquellos que perdimos, por aquellos que se van y los que se quedaran -Dijo el señor Harry, antes de brindar junto al señor Lorenz- Pero, sobre todo, por aquellos que vendrán en el mundo que moldeamos para ellos.
Habiendo dicho esto, ambos caballeros bebieron lentamente de la copa de vino, no tenía mucho contenido por lo que no les tomo casi nada de tiempo, a pesar de ello, dejaron una pequeñísima cantidad en la copa.
- Bueno, ¿Te quedarías para el postre? -Invitó el señor Harry, sonriendo como un abuelito con sus nietos.
El señor Lorenz asintió con la cabeza y se reacomodó en su silla.
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PRELUDIO - Póstumo
Fiksi IlmiahUna corrupta organización mueve sus hilos para tomar el control del proyecto mas ambicioso de la humanidad; en medio de la trama creada un conjunto de jóvenes con un pasado en común se verán envueltos en el principio de una guerra discreta que cambi...