[viernes 19:55 GMT]

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viernes / 14:55 / Perú / Ciudad capital. Calle Burgueses, Lote 3, en el patio.

Una hermosa mujer, alta y con una mirada de superioridad descansaba plácidamente en un extraño mueble para exteriores, mientras que escuchaba a volumen medio una canción en un idioma que desconocía.

Alina O.P. era la hija de un gerente retirado; la fortuna siempre le había sonreído a la jovencita, siempre la numero uno, siempre la mejor, siempre resaltando... a excepción del curioso grupo de amigos que llegó a tener en algún momento de su vida.

En la flor de su adolescencia, Alina conoció a Andrea, otra resaltante mujer que tenía todas las virtudes necesarias para alcanzar todo lo que se propusiese, pero cuyas aspiraciones eran casi inexistentes. Contrariada por aquella incoherencia, Alina se unió al grupo de extraños amigos de Andrea esperando poder ayudarla a ser lo que ella realmente estaba destinada a ser... alguien como ella, alguien como Alina, con muchos hombres pretendiéndola, dirigiendo empresas y jugando en la bolsa, disfrutando de una vida que alguien de su talla merece. A pesar de lo mucho que los medios intenten convencer al pueblo que la vida de lujos es una vida solitaria, la verdad es que lo valía, por supuesto que cuando no tienes nada te aferras y le das más valor a las cosas mínimas de la vida, pero cuando tienes muchas cosas para distraer tu atención, tantas que abruman tu capacidad de decisión, se siente un placer solo por saber que si quisieras algo lo podrías conseguir fácilmente.

- "¿Cómo me arrastraste hasta esta locura? Anne" -Se preguntó Alina, mientras sacaba su lujoso móvil y releía el mensaje que le había llegado hace un poco más de media hora- "Nunca entenderé como puedes vivir en esas condiciones, pero me alegra que me pidieras ayuda"

Cuanto tiempo habría pasado desde que Andrea se fue del país con la extraña pero adorable jovencita llamada Jessica, cuanto habría pasado desde la última vez que conversaron o hicieron negocios, era de las pocas cosas que le costaba recordar.

"Lina Kay" había sido su sobrenombre en el para nada adecuado grupo de amigos que tenía Andrea cuando se convirtió en "Anne" a manos del probablemente más incongruente hombre que Lina había conocido, "Darius", alguien a quien recordaba bien.

La suave tonada que avisaba que alguien estaba al intercomunicador sacó de sus pensamientos a Lina, quien después de revisar a través de las cámaras en su móvil que era el grupito que esperaba, dio instrucciones a la sirvienta para que abriera la puerta principal y guiara a los invitados al patio donde ella se encontraba.

- "¿Cómo serán ahora? ¿Estarán sorprendidos? ¿Asustados?" -Se preguntaba Lina, mientras intentaba imaginar cómo sus antiguos "amigos" habían cambiado desde que se separaron.

Pasos apresurados resonaron de dentro de la casa de Lina, quien no volteó, se quedó mirando al cielo gris azulado esperando a que ellos hablasen primero, sintió personas tras de ella, pero ninguna palabra.

- Espero que sea por lo impresión y no porque ya han perdido toda clase de respeto -Rompió el silencio, Lina; resoplando al terminar la frase.

- Sinceramente creí que estarías ocupada en tu laptop o conversando con algún socio -Dijo Darius, aunque su tono de voz era naturalmente pretencioso y algo molesto, pareció reducirse un poco, como si estuviese intimidado e intentase recuperarse.

- Y yo creí que estarías en tu agujero esperando que Anne te ordené olvidarla y vivir por ti mismo -Respondió Lina, se puso de pie mientras decía estas palabras, todo pausadamente, sin perder el control o apresurarse; su alta y esbelta figura, con su sonrisa radiante y su maquillaje le daban un aura que claramente la distinguía del grupo.

- ¿Podríamos dejar los saludos melodramáticos para después? -Interrumpió Sofía, mientras que ayudaba a Griffel a mantenerse de pie, el joven parecía tener sueño y a las justas mantenerse despierto.

Lina hizo unas señas para que la sirvienta le mostrara a Sofía y Griffel sus habitaciones, la empleada pareció entenderlo muy bien y señalo la puerta de vuelta a la casa. Sofía miro algo preocupada hacia Lina, como queriéndole transmitir la preocupación que sentía.

- Este es un barrio exclusivo, me costó lograr que entrasen y dudo que alguien pueda pasar desapercibido si entra aquí; es lo más seguro que tendrán por ahora, así que descansen lo mejor que puedan -Tranquilizó Lina, aunque parecía estar esforzándose por mantener la calma.

Sofía pareció querer decir algo, pero solo asintió con la cabeza antes de guiar a su pareja hacia el camino señalado por la sirvienta, Griffel pareció querer decir "gracias", pero solo murmuró. Sharp y Darius se quedaron de pie y siguieron con la mirada a la pareja desaparecer en el no muy modesto hogar de Lina.

- Me alegra verte de nuevo, ha pasado tanto tiempo -Saludó Sharp, con una amplia sonrisa- Veo que te fue mucho mejor que a nosotros.

- También estoy contenta de tenerlos en casa hoy... -Respondió Lina, sonriendo a Sharp en respuesta- ... aunque debo agregar que me hubiese gustado no ser el plan de emergencia.

- Anne consideró que este era el modo más eficiente de hacer uso de los recursos -Explicó Darius, su tono de voz era un poco más solemne y no parecía estar a la ofensiva a pesar de lo que había dicho.

- Pues me gustaron más las palabras de Anne, tal vez deberías seguir su ejemplo y darle un poco más de esfuerzo a moderar tus expresiones, Oscar – Dijo Lina, dando vuelta y mirando hacia su laptop.

- Dime "Darius", me siento más a gusto así por ahora -Mencionó Darius, en lugar de una orden, pareció sonar más como una súplica, Sharp se sorprendió por la actitud de su amigo.

- Creo que ha sido un largo día y... -Interrumpió Sharp, sintiendo que lo mejor era ir a ayudar a Griffel y Sofía- ... hablaré con los chicos para ver como están.

Sharp se despidió agitando la mano en dirección a la casa, Lina respondió asintiendo con la cabeza levemente, Darius le hizo un saludo militar antes que quedara fuera de vista.

- Necesitas sentir que todo está bajo control ¿Cierto? -Aseveró Lina, su tono de voz pasó a ser uno más preocupado- mientras seas "Darius" solo piensas en seguir órdenes y no en evaluar la verdadera gravedad de esto.

- Estoy cansado... -Continuó Darius, su tono paso a uno deprimente- ...solo quiero terminar esto para tomar mis vacaciones. 

PRELUDIO - PóstumoWhere stories live. Discover now