[viernes 15:37 GMT]

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viernes / 15:37 / Inglaterra / Ciudad capital.Entrada principal de la oficina de la farmacéutica "Bagó" 

El viaje había sido agotador en varios sentidos, realmente el lugar estaba alejado del centro de la ciudad. El edificio era simple pero no pasaba desapercibido por sus proporciones; de todos modos, no era tan grande como para ser fácilmente notable desde muy lejos. Oliver y Sara caminaron un par de cuadras antes de llegar a la puerta principal de la oficina; las calles cercanas al lugar eran inaccesibles para vehículos no autorizados y las casas de los alrededores parecían nuevas y sin ocupantes; ocasionalmente alguna persona vestida formalmente pasó a su lado sin siquiera mirarlos.

Al llegar a la puerta del lugar se encontraron con un guardia negro, calvo y grande; era alto, fornido y para rematar tenía un ligero sobrepeso; pero lo más impresionante fue ver como el hombre sonreía al verlos llegar.

- ¿¡Oliver!? -Saludó el guardia, su voz era profunda pero amigable, tenía un acento español difícil de no notar, a pesar que parecía tener intensiones de moverse, no abandonó su posición- ¡Chaval! ¿Qué te trae por aquí?

- ¿Elroy? -Se sorprendió Oliver, parecía tan impresionado como la misma Sara por la situación, pero fue una alegre y afortunada sorpresa, luego continuó usando un extraño pero familiar tono- ¿Qué haces tú aquí?

- Trabajando para llevar a mis pequeños a la universidad -Respondió el guardia Elroy, diciendo "pequeños" en español; que fue fácilmente entendido- Esperó que algún día me enorgullezcan tanto como tú, hermano.

- Apostaría a que me superan en el primer ciclo, hermano, esos "pequeños" son más avispados que mi gente en mi antiguo barrio -Siguió Oliver, sus gestos habían cambiado ligeramente, a parecer de Sara eran un poco más expresivos, por no decir exagerados.

- ¿Y la dama que te acompaña es...? -Preguntó Elroy, lanzando una mirada insinuadora a la presunta pareja de Oliver; el rostro maduro del guardia se volvió infantil mientras gesticulaba.

- Pues... -Estaba apuntó de responder Sara, sonriendo ampliamente.

- ...Ella es mi asesora -Interrumpió Oliver, avergonzado por la idea que Elroy se había hecho- Es norteamericana y me ayuda con un trabajo de tesis que estoy haciendo.

- "Hoooojo jo jo"-Lanzó una carcajada profunda e infantil el guardia, parecía haberle hecho mucho humor la reacción de Oliver- ¿Entonces de que se trata esta tesis?

- Aplicación de modelos informáticos para una gestión globalizadora -Inventó Oliver, ni él estaba seguro de que significaba eso, pero lo dijo tan convincentemente como pudo- Queríamos hacer una pequeña entrevista al gerente si nos podía dar algo de tiempo.

El guardia frunció el ceño, era la primera vez que alguien venia con tales intenciones, aunque era consciente que podía suceder, nunca imaginó que se interesarían por una empresa de perfil tan bajo como esa.

- Bueno, Oliver, es la primera vez que preguntan por algo así -Vaciló el guardia, parecía realmente querer ayudarlos, pero no podía arriesgar su puesto de trabajo tampoco- Por estas horas no puedo abandonar este lugar, así que déjenme hacer una consulta a mi superior para ver si pueden proceder a esperar dentro.

- Muchísimas gracias -Dijo amablemente Sara, lanzó su mejor y más cautivadora sonrisa.

El guardia Elroy saco un móvil grande y con solo un botón se comunicó con su superior; le explicó pausadamente la situación con una voz profunda y severa pero luego con una gran sonrisa en su rostro agradeció y cortó la llamada.

- Debe ser su día de suerte, parece que hoy todos tienen tiempo, por cierto, ustedes no me conocen ¿De acuerdo? -Mencionó Elroy, mientras guardaba su teléfono móvil, hizo una señal para que Oliver y Sara pasaran mientras que daba un paso al costado, a pesar que la entrada era amplia no parecía accesible hasta que el gran hombre se movió, cuando la pareja paso a su costado el guardia le guiño un ojo a Oliver y le dijo en voz baja- Suerte Oliver.

PRELUDIO - PóstumoWhere stories live. Discover now