[viernes 13:12 GMT]

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viernes / 13:12 / Inglaterra / Ciudad capital.Carretera "Populosa" 

Algo había cambiado entre los dos, Sara no podía definirlo, pero era consciente de ello. Ahora era ella la que estaba algo nerviosa. El taxi era amplio, pero de todos modos la joven columnista sentía que estaba atrapada; no esperaba que Oliver tomase lo que dijo de esa manera.

- "Te ayudaré, tal vez sea una de las ultimas cosas buenas que pueda hacer en este año" -Recordó Sara, Oliver se tomó un buen tiempo en el cual la joven columnista ya se había hecho la idea que su acompañante desertaría; pero no fue así, de un momento a otro Oliver soltó una carcajada y le dijo aquello.

Era Oliver quien conocía el lugar y como llegar hasta el relativamente lejano destino al que querían llegar, situado a afueras de la ciudad se situaba una cede de una farmacéutica multinacional cuyo administrador había sido el exesposo de una clienta del señor Harry. Era la pista que tenían que conectaba algunas piezas que Sara buscaba.

Hace no mucho tiempo, un gran magnate hizo muchos movimientos y adquisiciones, D. Lidher, y era ello lo que atrajo la atención de Sara; lo que encendió su determinación fue el descubrimiento de un segundo entramado de jugadas comerciales, muy discretas que si bien estaban relacionadas con las empresas de D.Lidher, parecían actuar entre las sombras. Si tan solo pudiese hallar la manera de relacionar todas las piezas y encontrar aquello que el magnate podría estar tramando seria posiblemente su mejor trabajo; suficientemente reluciente como para sacarla del circulo de mediocridad.

Contrario a lo que Sara esperaba, el modo en el que Oliver llamó por un taxi fue de lo más sutil y elegante, después de bajar del bus caminaron unos metros, Oliver levanto su mano, no llamó ni grito, espero un momento y un elegante y clásico taxi propio de Londres de color negro se detuvo para recogerlos. El chofer parecía conocer a todas las rutas como si se tratara de la palma de su mano y silenciosamente condujo en dirección a la sede de la farmacéutica.

Por unos minutos después de subir al taxi, ambos "investigadores" no habían intercambiado ni algún gesto o alguna palabra, silenciosamente se dedicaron a admirar el ambiente; esperando que alguno se atreviera a decir algo.

- Me gustaría saber cómo fue que el señor Harry se enteró -Pensó en voz alta, Oliver, tenía una cara de póker que incomodaba un poco a Sara- La única persona que lo sabía era mi hermana y supongo que a estas alturas mis padres.

- Dijiste que el señor Harry y tu hermana se conocieron antes que a tu a él -Conjeturó Sara, mirando al techo del taxi- Lo más probable es que ella se lo haya dicho, posiblemente por el nivel de cercanía que se tienen.

Oliver pensó si realmente el señor Harry y el eran tan cercanos como para que su hermana considerara que tenía que conocer algo tan personal como su enfermedad. Si bien llevaba buen tiempo trabajando con el señor Harry y todo ese tiempo su jefe había sido muy considerado y amable, nunca había pensado en que tanta amistad había cultivado.

- En ese caso me hubiese gustado más decírselo yo mismo -Mencionó Oliver, haciendo una mueca de resignación- Tal vez no haya sido muy buena idea ocultar esta clase de cosas.

- Tienes derecho a guardar tu privacidad, Oliver -Le recordó Sara, endulzando su voz- Si no quieres tocar el tema, lo entiendo.

Oliver resoplo por la nariz conteniendo una pequeña carcajada.

- ¿Qué es tan gracioso? -Preguntó Sara, inclinando su cabeza como si sintiese que le estaban ofendiendo.

- Lo siento, es gracioso que una reportera diga que tengo derecho a guardar la privacidad -Señaló Oliver, quien no estaba seguro si lo que había dicho se podía tomar como agresivo.

- Para tu información la prensa cumple la importante función de informar a la población aquello que necesita saber y solo ello -Se defendió Sara, quien no parecía ofendida por lo que dijo Oliver, luego continuo ahora en un tono más retador- Además creo que no eres el más adecuado para hablar de prejuicios.

- ¡Hey! -Se quejó Oliver, ahora con una sonrisa para dejar notar que tampoco le afectaba ese comentario- Es prejuicioso pensar que solo por ser negro me afectan más los prejuicios.

- De hecho, me refería a tu estilo más que a tu color de piel -Se explicó Sara, señalando el corte de cabello de Oliver y luego apuntando a su ropa- Realmente eres... ostentoso.

- Esto... -Se sonrojó Oliver, palpando con su mano derecha su cabello y recordando el cambio de look que se había hecho el día anterior- ...Es algo de lo me estoy arrepintiendo.

- Es difícil que no llames la atención con tu "conjunto" -Reflexionó Sara, prestando mucha atención a la imagen general de Oliver- Va a ser difícil que te crean que eres ayudante de prensa.

- No lo había pensado -Dijo Oliver, como si hubiese decepcionado a Sara- No pensé demasiado en el traje, no creí que al final del día te acompañaría a hacer tu reportaje.

- No diría que es un reportaje -Negó Sara, luego retomó un tono amical y fresco para agregar- Pero podría sernos útil, aun tienes algo de acento americano y yo también, hará esto algo más creíble.

- ¿Creíble? -Cuestionó Oliver, no entendía bien a que se refería Sara, pero tenía una vaga sospecha que iba a tener que mentir.

- Si así es, se me ocurrió que podrías hacer de camarógrafo, pero no tenemos ni el equipo ni el uniforme -Siguió Sara, parecía divertirse pensándolo- Así que haremos esto al revés, tú serás el columnista extravagante y yo tu asistente.

Oliver pensó que de por si la idea era pésima, él no tenía ni idea de cómo actuar, que tendría que preguntar y mucho menos como debería comportarse; llevaba un buen tiempo pasando con perfil bajo, hablando con pocas personas y dedicándose más que nada a su trabajo y estudios. Sara por su parte parecía una niña planeando una broma del día de los inocentes; en ese momento Oliver sintió que Sara realmente ponía mucho esfuerzo por verse madura. Ahora esto se había transformado en una aventura, que lograba sacarle de la cabeza aquellas terribles ideas sobre su futuro.

- ¿Cómo consigo aparentar ser la persona más entrometida del mundo? -Preguntó Oliver, con un tono bromista; Sara miro al techo y sonrió de lado, tal vez no sería necesario después de todo.

PRELUDIO - PóstumoWhere stories live. Discover now