[viernes 18:32 GMT]

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viernes / 18:32 / Inglaterra / Ciudad capital.Entrada principal de la oficina de la farmacéutica "Bagó" 

Gajes del oficio, se suponía que la carrera de periodismo era para personas atrevidas y temerarias, personas que reconocen el valor de la verdad y su difusión por encima de los peligros que implique conseguirlas, pero pocas veces se toparía con situaciones así y de no ser un adicto a la adrenalina las evitaría. No se podría decir que Sara había visto pasar la vida ante sus ojos, pero muchos recuerdos de su vida pasaron por su mente cuando trotaba hacia la salida del edificio junto a Oliver. En ese momento Sara se encontraba sentada en la caceta del guardia Elroy, quien después de recibir la confesión de Oliver llamó a su superior y corrió en dirección del edificio con un revolver en mano, dejo la instrucción de que tanto Sara como Oliver se quedaran en la caseta hasta que él volviese.

Ambos jóvenes estaban asustados, pero Oliver parecía haberse tomado la situación de un mejor modo que Sara, quien le costaba pensar y hablar; el sobre de su mano estaba arrugado ya que ella lo estrujaba con fuerza.

La radio emitía una tonada que en ese momento no era reconocible, la mente de los dos jóvenes vagaba entre sensaciones frías y vacías; intentando refugiarse de lo que acababa de suceder en otros recuerdos.

Los sonidos de las sirenas de policía se comenzaron a escuchar a lo lejos; casi se perdían entre el resonante pitido de la conmoción del momento que aún no se les pasaba.

De repente el timbre del celular de Sara sonó con fuerza y la hizo sobresaltarse; Oliver por su parte se quedó paralizado en su asiento. Pasó un buen rato antes que Sara tomara su móvil; después de pedir ayuda o apoyo moral con su mirada hacia Oliver y este asintiera.

-No tienes por qué creerme; y es tu decisión si lo haces o no, con sus respectivas consecuencias... -Dijo una femenina voz por el altavoz del móvil de Sara; mientras esa lo sostenía frente a su rostro con una expresión de confusión total- ...Si no salen de allí antes que la policía llegue, tu investigación desaparecerá...

-Quien er...? -Tartamudeo Sara; ante la mirada preocupada de Oliver; cuando fue súbitamente interrumpida.

- ...Están involucrados en la muerte de Harry Lumiére, la policía los retendrá el tiempo suficiente para quienes los estén persiguiendo los alcancen, les deseo suerte-La voz femenina pareció reír un poco al decir las últimas palabras; cortó inmediatamente terminó de hablar.

Sara a las justas pudo terminar de procesar lo que acababa de pasar; se quedó una vez más como un robot; llevó su celular a su bolsillo del pantalón y lo guardó lenta y mecánicamente. En ese momento a diferencia de Oliver, Sara no reconoció el nombre que le acaban de mencionar.

Oliver por su parte se movió rápidamente y sacó su móvil; no parecía asustado en absoluto; si no enojado, al menos era lo que su extraña expresión facial transmitía a Sara en el momento que giró para mirar a su amigo. Ansioso marcó al móvil de su jefe presionando el botón de lanzar llamada una y otra vez como si se pudiese acelerar el proceso insistiéndole.

El timbre casi no sonó antes de conectar la llamada, fue casi inmediato.

-...No creo que les quede más de 10 minutos-Sentenció la voz femenina de hace unos momentos; con un tono burlón- Espero que ya estén en movimiento.

La voz femenina corto la llamada inmediatamente. Oliver intento un par de veces más llamar, pero la línea ahora parecía desconectada.

Sara salió de su trance un momento al ver a su compañero mirar frustrado su móvil; incapaz de aceptar la realidad frente a él.

Entre tanto terror, entre tanta angustia, de ese frió paralizante que quitaba toda sensación o recuerdos felices surgió otra clase de frigidez. Sara dejo de sentir su cuerpo pesado; súbitamente se volvió ligera y aprovechó el momento para respirar profundamente. La nueva frescura la llenó de energía, era como si de un momento a otro; hubiese dejado de ser capaz de sentir miedo, o ansiedad, o felicidad; no sentía... nada.

La columnista pálida se levantó de su asiento y camino en dirección a la salida de la caceta; al llegar y apoyarse en el marco de la puerta giro a ver a Oliver quien la observaba confundido.

- Hay que salir de aquí -Logro articular Sara; mirando a los ojos a Oliver, como si intentase transmitirle fuerza- El Sr. Harry nos dejó un recado en su oficina... creo que hay que recuperarlo.

PRELUDIO - PóstumoWhere stories live. Discover now