PRELUDIO - Póstumo

[viernes 20:30 GMT]

viernes / 21:30 / Francia / Poblado "Sueño" Edificio de apartamentos "Nido", tercer piso, planta oeste, 303.

La fiesta de despedida y bienvenida debería comenzar en media hora, Anne y Jessica en ese momento estaban paradas frente a la puerta de salida de su departamento. Hacía ya mucho tiempo que no se habían arreglado de ese modo y volver a tomar esas vestiduras hizo que ambas recordaran algo avergonzadas viejos tiempos, la adolescencia ahora se veía muy lejana, pero las emociones del momento seguían vivas en los vestidos que llevaban puestos.

- Te ves muy hermosa -Dijo Jessica, mirando de reojo a Anne, algo sonrojada-...Solo quería ser la primera persona en decírtelo esta noche.

- Solo eso quería escuchar -Respondió la analista, sonriendo como un ángel hacia su asistente.

Jessica asintió y devolvió la sonrisa, la iluminación de la noche hacía que Anne luciera como un ser divino, y la joven asistente se sintió sobrecogida por un impulso de abrazarla, tal vez porque el modo en el vestía le recordó viejas épocas, en las que la madurez aun no le arrebataba la incorrecta pero desenfrenada pasión. Para evitar seguir cayendo en esos pensamientos, Jessica se movió hacia la puerta y la abrió, una refrescante briza nocturna acaricio el rostro de ambas señoritas mientras caminaban fuera y veían el horizonte; el poblado "Sueño" era un lugar hermoso, alejado a unos kilómetros de la ciudad, de un bosque y de un puerto al mar mediterráneo.

Sin decir palabras, comenzaron la caminata hacia las escaleras, los tacones de Jessica resonaban en cada escalón y Anne tomo su mano para ayudarla a bajar, ya que esta usaba el mismo calzado ortopédica que siempre usaba, con la diferencia que este modelo podía pasar desapercibido como calzado de gala.

Al llegar a la entrada principal del edificio de apartamentos, Anne se dispuso a dejar la mano de Jessica para dejarla caminar por su cuenta, pero al momento de dejar de ejercer presión, fue la asistente quien entrelazo sus dedos y no la soltó.

- No importa si más rumores nos acosan de ahora en adelante -Se justificó Jessica, miraba hacia el horizonte nerviosamente- Creo que será lo mejor para que otras personas dejen de acercarse.

Anne asintió y miro hacia Jessica, tal vez por el maquillaje o por el modo en el que comportaba, se veía de al menos de una década más joven. Tomando la mano de su asistente, la analista comenzó la caminata hacia la fiesta de despedida y bienvenida; D.Lidher y su hija estarían allí y podría informarles lo que ella había podido averiguar, tal vez con ayuda del magnate podría acabar con esto sin poner en riesgo a sus amigos.

Mientras caminaban por las calles del poblado pudieron distinguir a varios grupos de jóvenes que se dirigían a la fiesta, buena parte de ellos realmente no se esforzaban por hablar en voz baja, unos cuentos reían y las parejas simplemente caminaban, algunos tomados de la mano, otros simplemente conversando. Anne comenzó a sentirse nerviosa, aunque no permitió que esto se evidenciara, permaneció confiada y con una muy ligera sonrisa, Jessica por su parte parecía mirar a todas las personas alrededor, buscando posibles amenazas.

La presencia de las jóvenes no pasó desapercibida, algunas parejas y grupitos que caminaban en dirección al centro de investigación notaron que iban de la mano y comenzaron a susurrar. Era difícil por la postura amenazante de Jessica que alguien pensara que simplemente eran amigas con mucha confianza y mientras más se fijaban en ellas, más a la defensiva se ponía la asistente. Aunque al principio Anne estaba a punto de decirle que se relajara, decidió no hacerlo después que un grupo de chicos que parecía tener intenciones de acercárseles fuese disuadido por la amenazante mirada de Jessica; y aunque la asistente lo dudara, Anne estaba segura que los jóvenes eran atraídos más por la asistente que por ella en ese momento, el vestido alegre, vistoso y sobre todo sensual de Jessica dejaba notar su figura de un modo que hace años Anne no veía. Algo celosa por no ser la única que tendría ese recuerdo, la analista tomó la decisión de intentar disfrutar de la fiesta lo mejor que pudiese, por lo que la prioridad era primero asegurarse que sus amigos en Perú estuviesen fuera de peligro primero.