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Yoongi llegó sudando y con su respiración disparada a la universidad.
No escuchó la alarma, corrió como loco con Hoseok para alistar la merienda de él. Al menos su hermano no llegó tan tarde y tiene la comida para rendir el resto del día.
Corrió hasta el salón al cuál le toca la primera clase.
Pero justo cuando iba a entrar el profesor lo detuvo.

-¿Qué son estas horas de llegar joven Min? Estamos a mitad de la clase.

-Y-yo lo siento....

El profesor negó mientras se quita los lentes de lectura.

-Quédese afuera

-¿Qu...-

La puerta fue cerrada en sus narices, abrió su boca indignado por el comportamiento del hombre.
Las mejillas se le pintaron de rojo ante el enojo.

-Maldito cerdo hijo de perra.

Desearía poder darle una patada y decirle de hasta lo que se va a morir.
Caminó lejos de allí dando grandes zancadas.
Su rostro esta rojo por la cólera, cualquiera que se atravesará en su camino sufriría la gran furia de Min Yoongi.
Mágicamente chocó con algo, más bien con alguien.
Alzó su mirada furioso, gritará unos cuantos insultos para ese idiota dormido.
Pero se detuvo al ver aquellos ojos grandes.

-Jimin...

El nombrado sonrió.

-Gatito ¿Por qué no estas en clases?

-Por Dios no me llames así, te voy a partir toda tu cara horrible.

Se alejo del rubio y siguió con su camino, Jimin juntó sus cejas algo confundido. Bueno, tal vez no tuvo que decirle así.

-¿Sucede algo?

-¡Si! Sucede que el estúpido señor Choi no me dejó entrar a su tonta clase solo porque llegue tarde.

Yoongi camina a pasos rápidos, el rubio sonríe. Se ve tan tierno y chiquitito.
El pelinegro toma asiento en una banca un poco alejada de los salones de clases, Jimin lo acompaño sentándose a su lado.

-Bueno, ¿Y por qué te haz llegado tarde?

-No escuche la alarma, tenía que dejar a mi hermano en la escuela. Cosas diarias que me suceden.

El rubio asintió no muy seguro de que decir. Unos minutos de silencio los invadieron.
Yoongi siente que la vena de la frente le va a explotar.

-¿Pero sabes qué me da más coraje?

El menor negó mirando a su hyung.

-El muy maldito no me deja a entrar por que llegue tarde, pero si fuera alguna de las compañeras no les dice absolutamente nada ¡y las deja pasar!

Se detuvo un momento, había hablado demasiado rápido, sabe que esta rojo hasta el cuello pero es una injusticia.

-¡Estúpido, idiota, enfermo, viejo y feo profesor Choi!

Lo gritó a los cuatro vientos, no le importó que pudieran escucharlo. Definitivamente esta mañana es un desastre.
Jimin lo tomó por las mejillas y lo besó, sus labios se movieron en sincronía saboreando ese dulzor de la boca contraria.
Se alejó un poco y acarició la piel rojita de las mejillas.

-Me da miedo que te de un infarto.

La voz de Park salió con total seriedad, incluso juntó sus cejas dejando una expresión de preocupación.
Yoongi dejo salir una risita, el menor se ve como un niño pequeño.
Se acerco a él y plantó un suave beso en sus labios.

-No me va a suceder nada pendejo.

Le dio otro beso y se levantó.
El timbre que indica el cambio de clase sonó.

-Nos vemos más tarde señor Park.

-Adiós señor gatito.

-Como chingas con el "gatito".

Park solo dejó salir una sonora carcajada mientras observa al mayor desaparecer de su vista.

~ 🍃 ~

Yoongi fue a la cafetería, muere de hambre, tiene que aprovechar al máximo su receso de almuerzo.
Pero para su suerte se encontró con Minho y eso fue extraño.

-¡Yoongi! Me alegra verte

-Hola Minho.

El pelinegro no le prestaba mucha atención, esta concentrando leyendo el menú.

-Oye, mañana habrá una fiesta en mi casa. ¿No te apetece venir?-

El pálido al escuchar aquello quito su mirada del menú y observo al chico frente a él. ¿En serio? Después de humillarlo y tratarlo mal le dice eso.

-No gracias.

-¡Oh! Vamos hermano. Será divertido. Yo iré por ti. No te preocupes los chicos son buena onda.

-No me gustan las fiestas.

-Jimin irá...

Yoongi no respondió nada al respecto. ¿Eso que tiene que ver con que no quiera ir?

-Paso por ti mañana a las 7 de la noche.

El pelinegro dejo salir un suspiro y no habló.

-Tomaré eso como un si. Nos vemos mañana amigo.

Minho le dio un golpecito amistoso en el hombro y con todo el atrevimiento lo abrazó.
Inmediatamente Min lo empujó lejos de él. El chico solo sonrió y se fue.
No sabe en que momento sus manos comenzaron a temblar y se sintió asfixiado.
Siente todas las miradas que lo juzgan con fuerza, el sudor se desliza por su frente.
Las únicas personas a las cuales les permite tener contacto con él son Hobi, su madre y actualmente Jimin.
Pero jamás dejó que una persona se le acercara de esa forma, miró a todos lados y salió casi corriendo de la cafetería muy asustado.
El único lugar que vino a su cabeza fue la biblioteca.
Se escondió en uno de los pasillos intentando regular su respiración y calmando su mente.
Le tomó aproximadamente todo el receso poder encontrar paz y tranquilidad pero no importa, siguió normalmente con sus clases.
Cuando llegaron a su fin se fue a su casa rápido, sabe que tiene trabajo en la biblioteca y probablemente Jimin este esperándole.
Pero su cabeza duele mucho, así que decidido marcharse y recoger a Hoseok.

-Hyung, como hoy haz venido por mí... ¿Puedes comprarme un helado?-

-Wuau, eso es muy manipulador de tu parte. Pero esta bien.

Caminaron tranquilos, hasta que llegaron a un parque, hay bastantes niños jugando y corriendo por todos lados, a lo lejos hay un colorido puesto de helados.
Yoongi se siente un poco inquieto.
Desde la mañana que salió de su casa notó un auto negro que lo había seguido durante todo el día.
Es que desde el puesto de helados puede observarlo, ¿será tal vez aquel hombre? De solo pensarlo le dan ganas de desaparecer.
Hobi pidió su helado de chocolate con camí.
Yoongi pagó la golosina y tomó a su hermano de la mano.

-Hobi, vamos a caminar rápido. Me duele la cabeza y quiero llegar a casa.

El niño preocupado asintió y aceleró su paso.
Poco a poco el auto se va acercando más a ellos conforme caminan por la acera.
Están a unas pocas cuadras de su casa. Al mayor se le ocurrió la genial idea de correr.

-Corramos.

El niño asintió, sostuvo fuerte su helado y comenzó a correr junto a su hermano con una sonrisa.
El auto aún los persigue a una distancia prudente.
Una vez llegaron a la entrada, el pelinegro abrió la puerta de su casa rápidamente y entró.

Cerró la puerta con seguro y las cortinas.

  Fría Mentira  ~ JIMSU.♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora