Fría Mentira ~ JIMSU.♡

56

El día en que Yoongi llegó a su límite ocurrió en un abrir y cerrar de ojos.

La señora Min entro a la habitación de su hijo para asegurarse de como se encuentra.
El pelinegro se encuentra en su cama con la espalda recostada en un montón de almohadas mientras traza líneas con su lápiz de dibujo sobre la hoja blanca que tiene en el regazo.
Había tomado esa actividad como distracción.

-Cariño. Voy a recoger el vestido de novia ya sabes que atrasamos la boda unos días más por tu estado pero debo recogerlo. Solo procura tener cuidado.

Asintió sin darle mucha importancia hasta que Chaerin se marchó.

Yoongi escuchó cuando la puerta principal fue cerrada.
Se levantó de su cama a como pudo.
Tiene las defensas muy bajas y casi no posee fuerza ya que no se alimenta del todo bien y lo único que hace es dormir.
Caminó a pasos lentos hasta el baño pasando por la sala y cocina.
Cuando entró miró su reflejo en el espejo.
Se ve tan demacrado como un muerto en vida y no lo dudaba. En estos últimos días se sentía peor sin saber que hacer al respecto con su miserable vida.

La piel de su rostro es mucho más blanca casi en un tono amarillo y eso provoca que las grandes ojeras debajo de sus ojos se hagan más notorias dándole un aspecto más de cansancio.
Observó cada detalle de su cara hasta que se detuvo en sus ojos irritados.

-¿Cómo terminé de esta manera? Si amé a Jimin con toda mi alma y lo extraño pero esto me esta matando. Jamás llegué a tal punto y la verdad estoy tan destruido que creo ya no poder seguir más con esto. Todo es mi culpa por amar tan rápido y dejarme caer con las manos atadas.

Las lágrimas bajaron por sus mejillas en grandes cantidades. Alzó su mano débilmente señalando su reflejo.

-Te estas muriendo por dentro y no haces nada, ¿No quieres salvarte verdad? Dentro de ti queda la esperanza de que él va a venir, te abrazara y dirá que todo esta bien, las cosas volverán a ser como antes. Felices. Tu cerebro se empeña en decir cosas malas pero tu corazón te guarda la ilusión Entonces ¿quién es el malo?

Se miró unos minutos más hasta que abrió el espejo. Se encontró con un estante repleto de  pastillas y otras cosas de limpieza personal. Sus ojos brillaron por primera vez cuando encontró lo que buscaba. La tomó entre su mano y cerró mirando una vez más su cara.

-Es lo correcto para mi porque no puedo pretender seguir aquí robando el tiempo de mi madre. No puedo seguir aquí siendo un cascarón vacío sin ganas de seguir adelante. No puedo seguir aquí por que ya no quiero y ya no aguanto más.

Se dio una última mirada y salió del baño.
Detuvo sus pasos en seco detuvo cuando el aire le comenzó a faltar y un mareo lo azotó.
Cerró los ojos inhalando y exhalando para componerse un poquito.
Miró el objeto que lleva en la mano y nunca en su vida había deseado que todo esto acabara. Que el sufrimiento en su corazón se fuera y que su alma saliera libre y se aliviara. Alguna vez lo pensó cuando sus padres se separaron pero fue otra situación distinta.

Él jamás tuvo por que caer en las manos de un chico rubio. Nunca tuvo que amarlo con esa intensidad tan grande.

-Te odio tanto Jimin porque todos los días te extraño y sobre todo porque aún te amo como el primer día.

Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
Tomó el objeto en sus manos y lo pasó con fuerza desmedida por sus antebrazo derecho sintiendo el metal hundirse en su piel. Un alivio gigantesco le invadió el pecho y por primera vez se sintió bien en tanto tiempo.
La sangre comenzó a salir en gran cantidad manchando el suelo y parte de su ropa negra. Pero ante aquella sensación de alivio que comienza a invadirlo repitió lo mismo con el otro antebrazo abriendo una herida profunda que le provocó un inmenso dolor agudo casi insoportable.