Fría Mentira ~ JIMSU.♡

25

Jimin mueve sus pestañas seguidamente mientras le hace ojitos a su hyung.

-De verdad no puedo Jimin lo siento.

-¡Vamos hyung! Tu eres la mente maestra aquí.

Hoy había sido un día demasiado agotador para Min. No podía dejar de pensar en su hermano y mamá. Su cuerpo aún duele y eso le hace recordar una y otra vez lo que sucedió en la fiesta. Para sumarle, el caso de que su tío loco lo anda persiguiendo. Esto es un desastre. 
Anda muy nervioso, mirando por todos lados viendo si aún aquel auto lo persigue o si se encuentra con Kento. En algún momento le va a dar un ataque de tantos nervios que maneja.
Esta tan ansioso, sus piernas tiemblan un poco y su mirada ansiosa se dirige a todos lados.
Ahora mismo camina por las calles de la ciudad acompañado de Jimin quien no deja de verlo.
Las clases han finalizado y ahora va por su hermano.

El rubio lo abrazó por los hombros y lo pegó a su cuerpo.

-Estoy contigo, relájate. No va a suceder nada.

El pelinegro asintió un poco inseguro, se concentró en observar el rostro de Jimin y estar un poco mas tranquilo.

-No puedo ayudarte de verdad.

Jimin juntó sus cejas, claro que no va a dejar que su única salvación  escape tan rápido.
Tiene un trabajo muy importante que hacer, necesita la ayuda de alguien que sea experto en el tema y su queridísimo hyung es el indicado.

-Puedo acompañarte a recoger a tu hermano, incluso ir a tu casa no tengo problema. Claro si tu quieres y tienes permiso de llevar a alguien.

El pelinegro detuvo sus pasos para mirar fijamente al menor.
Jimin sacó sus dotes de inocencia, se acercó un poco más al rostro de Yoongi y le hizo ojitos junto con un puchero.

-Por favor gatito, haré todo lo que me pidas.

-Menos de voy a ayudar si me dices de esa manera.

Siguió su camino separándose del rubio.

Jimin corrió hasta él y lo abrazó por la espalda, le besó amabas mejillas provocando que Min se avergonzara.

.Quítate, todos nos están viendo.

Las personas que caminan apresuradas los observan de una forma extraña.

-Eres un tonto..

Yoongi se deshizo del agarre del menor y caminó apresuradamente dejando a Jimin botado en el camino.

-¡Gatito! ¡Espérame!

-¡TU PUTA MADRE!

🌻💫

Yoongi miro incrédulo la escena frente a él.
Hoseok ríe feliz mientras va en los brazos del rubio, estira sus manitos y toma las mejillas suavecitas de Jimin.
Park no puede dejar de sonreír, ese niño es tan dulce y tierno.

-¿Qué tal si compramos un helado?

-¡Si si Minnie hyung!

El pelinegro pensó en lo increíble que es su hermano, hasta un apodo le dio. Ya le tiene bastante confianza luego de que fue tímido y desconfiado al inició. 

-Excelente, ¿De qué sabor?

-¡Limón y vainilla!

-Perfecto.

El rubio se volteó  para ver la mueca en el rostro del más pálido. Se aguantó las ganas de soltar una carcajada y lo tomó de la mano.
El pelinegro se sobresaltó por el contacto tan repentino. 

-No deberías de consentirlo tanto.

-¿También quieres uno gatito?

Jimin le sonrió de forma coqueta mientras entran a la tienda.

-Para ti soy Yoongi hyung, mocoso. Y no, estoy bien gracias.

El menor asintió, se alejo del mayor y se acercó al mostrador.
Hay una chica de cabellos cortos viéndole fijamente con una gran sonrisa. Dejó a Hoseok en el suelo para poder pedir.

-Quiero un helado de limón y vainilla, otro de Fresa.

-Enseguida.

La chica comenzó a servir los helados en unos tarritos pequeños.
Se los entrego al rubio, Hoseok recibió el suyo gustoso.

-¡Gracias hyung!

El rubio sonrió y asintió levantando su pulgar, sacó el dinero para pagarle a la chica.

-Ustedes son una familia muy linda. ¿Cuánto tiempo llevan juntos?

Comentó la chica con una sonrisa, la cara de horror por parte del pelinegro fue tan graciosa.

-S-somos amigos.

La chica abrió la boca sorprendida.

-Lo siento.

Jimin no podía aguantar la risa, así que cuando salieron de la tienda explotó en sonoras carcajadas mientras Min lo observa con odio.
En pocos minutos llegaron por fin a la casa de los Min.

Hoseok fue el primero en entrar corriendo, dejó el tarrito vacío sobre la mesa que se encuentra en la cocina y subió hasta su habitación.
Yoongi lo observó y negó con la cabeza.
Dejó su mochila en el suelo y caminó hasta la cocina para dejar en el basurero lo que su hermano dejó sobre la mesa.
Sintió un leve dolor en su cabeza y pensó que tal vez sea por que no ha bebido café, así que no dudó en prepararse uno.
Dio un salto cuando sintió unas manos en su cintura y un cuerpo pegado al suyo.
Jimin cerró los ojos y apoyo su perfil derecho en el hombro izquierdo de Yoongi.
El aroma que desprende el mayor lo relaja, se siente... tan hogareño.

-¿Duele?

El pelinegro siente sus mejillas arder, muerde su labio inferior y cierra los ojos. Sintiendo es calidez tan agradable envolverle. Sabe que Jimin se refiere a sus heridas.

-No tanto como antes.

-¿Estás bien? ¿Te sientes mejor?

Jimin se alejó de él, tomándole de los hombros y volteando el cuerpo del mayor para abrazarlo de una manera cómoda.

Yoongi sintió ganas de llorar, cerró los ojos intentando no llorar y calmarse un poco.
Se aferró al cuerpo de Park dejando que algunas lágrimas se escaparan. 
Escondió su rostro en el pecho del chico inhalando su olor.
El menor apoyó su barbilla en la cabeza de su hyung, dejando caricias suaves en  la espalda contraria.

-Mamá.. ella esta en la corte. Mi papá la cito por la custodia de Hoseok. El gran hijo de puta quiere llevarse a H-Hobi..

La voz de Min salió suave, Jimin apenas pudo escucharlo con claridad.
Park abrió su boca sorprendido, negó con la cabeza y se separó del mayor, limpiando el resto de lágrimas.
Sostuvo el rostro de Yoongi entre sus manos, mirando esos bonitos ojos gatunos.

-Yo.. no puedo asegurarte de que todo estará bien. Pero solo tienes que tener fe, ¿si? Hoseok no se va a ir. Él no se lo llevará.

Jimin le dio un beso en la frente y lo abrazó de nuevo.