Cumpleaños de Muerte y la inscripción en la pared

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Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas

Cuánta porquería —se quejaba, furioso—: mocos secos de lagarto
silbador gigante..., cerebros de rana..., intestinos de ratón... Estoy harto... Hay que dar un escarmiento... ¿Dónde está el formulario? Ajá...

Encontró un pergamino en el cajón de la mesa y lo extendió ante sí, y a
continuación mojó en el tintero su larga pluma negra.

Nombre: Harry Potter y Ginny Weasley.  Delito: ...
—¡Sólo fue un poco de barro! —dijo Ginny.
Sólo es un poco de barro para ti, muchacha, ¡pero para mí es una hora
extra fregando! —gritó Filch. Una gota temblaba en la punta de su protuberante nariz—. Delito: ensuciar el castillo. Castigo propuesto: ...
Secándose la nariz, Filch miró con desagrado a los chicos, entornando los ojos.

Los muchachos aguardaba su sentencia conteniendo la respiración.

Pero cuando Filch bajó la pluma, se oyó un golpe tremendo en el techo de la conserjería, que hizo temblar la lámpara de aceite.

—¡PEEVES! —bramó Filch, tirando la pluma en un acceso de ira—. ¡Esta vez te voy a pillar, esta vez te pillo!

Y, olvidándose de Harry, salió de la oficina corriendo con sus pies planos y con la Señora Norris galopando a su lado.

Peeves era el poltergeist del colegio, burlón y volador, que sólo vivía para
causar problemas y embrollos. A Harry y Ginny, Peeves no le gustaba en absoluto, pero en aquella ocasión no pudieron evitar sentirse agradecidos. Era de esperar que
lo que Peeves hubiera hecho (y, a juzgar por el ruido, esta vez debía de
haberse cargado algo realmente grande) sería suficiente para que Filch se olvidase de Harry y Ginny.

- Buenoooo... ¡Vámonos! - dijo Ginny

Pero Harry pensó que tendría que aguardar a que Filch regresara

- Y si nos quedamos unos ... - habló Harry
- ¡Oh, no! ¿Enserio? - interrumpió Ginny sabiendo lo que Harry iba a decir
- Solo 5 minutos - le dijo

Ginny rodó los ojos - Solo 5 minutos

Harry se sentó en una silla apolillada que había junto a la mesa. Aparte del formulario a medio rellenar, sólo había otra cosa en la mesa: un sobre grande, rojo y brillante con
unas palabras escritas con tinta plateada. Tras echar a la puerta una fugaz mirada para comprobar que Filch no volvía en aquel momento, Harry cogió el sobre y leyó en voz alta para que Ginny, quien se econtraba abriendo cajones alazar, oyera:

«EMBRUJORRÁPID»
Curso de magia por correspondencia
para principiantes

Ginny alzó su vista hacia su amigo azabache

Intrigados, Harry abrió el sobre y sacó el fajo de pergaminos que contenía.

En la primera página, la misma escritura color de plata con florituras decía:

¿Se siente perdido en el mundo de la magia moderna? ¿Busca usted
excusas para no llevar a cabo sencillos conjuros? ¿Ha provocado
alguna vez la hilaridad de sus amistades por su torpeza con la varita mágica?
¡Aquí tiene la solución!
«Embrujorrápid» es un curso completamente nuevo, infalible, de
rápidos resultados y fácil de estudiar. ¡Cientos de brujas y magos se
han beneficiado ya del método «Embrujorrápid»!
La señora Z. Nettles, de Topsham, nos ha escrito lo siguiente:
«¡Me había olvidado de todos los conjuros, y mi familia se reía de
mis pociones! ¡Ahora, gracias al curso “Embrujorrápid”, soy el centro
de atención en las reuniones, y mis amigos me ruegan que les dé la receta de mi Solución Chispeante!»
El brujo D.J Prod, de Didsbury escribe
«Mi mujer decía que mis encantamientos eran una chapuza, pero después de seguir durante un mes su fabuloso curso Embrujorrápid,¡la he convertido en una vaca!,Gracias Embrujorrápid,»

Harry y Ginny: Una historia descabellada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora