Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.
Si son sensible os recomiendo ir a buscar una toalla.
¿Listos?
¡Que inicie!
Ginny sintió que los pies daban contra el suelo. Cayó de bruces. La mano, por fin, soltó la Copa de los tres magos.
—¿Dónde estamos? —preguntó.
Cedric sacudió la cabeza. Se levantó y ayudó a Harry a ponerse en pie.Habían abandonado los terrenos de Hogwarts. Era evidente que habían
viajado muchos kilómetros, porque ni siquiera se veían las montañas que
rodeaban el castillo. Se hallaban en el cementerio oscuro y descuidado de una pequeña iglesia, cuya silueta se podía ver tras un tejo grande que tenían a la derecha. A la izquierda se alzaba una colina. En la ladera de aquella colina se distinguía apenas la silueta de una casa antigua y magnífica.Cedric miró la Copa y luego al dúo.
—¿les dijeron alguien que la Copa fuera un traslador? —preguntó.
—Nadie —respondió Harry, mirando el cementerio. El silencio era total y
algo inquietante—. ¿Será esto parte de la prueba?
—Ni idea —dijo Cedric. Parecía nervioso—. ¿No deberíamos sacar la
varita?
—Sí —asintió Harry, contento de que Cedric se hubiera anticipado a
sugerirlo.Las sacaron. Ginny seguía observando a su alrededor. Tenía otra vez la extraña sensación de que los vigilaban.
—Alguien viene —dijo de pronto.
Ella ya lo sabía... En lo más profundo de ella sabía que las cosas no estaban bien.
- Vámonos.
Escudriñando en la oscuridad, vislumbraron una figura que se acercaba caminando derecho hacia ellos por entre las tumbas.
Harry no podía distinguirle la cara; pero, por la forma en que andaba y la postura de los brazos, pensó que
llevaba algo en ellos.Quienquiera que fuera, era de pequeña estatura, y llevaba sobre la cabeza una capa con capucha que le ocultaba el rostro. La distancia entre ellos se acortaba a cada paso, permitiéndoles ver que lo que
llevaba el encapuchado parecía un bebé... ¿o era simplemente una túnica arrebujada?- ¡Vámonos! - grito de nuevo Ginny.
Harry bajó un poco la varita y echó una ojeada a Cedric. Éste le devolvió
una mirada de desconcierto. Uno y otro volvieron a observar al que se
acercaba, que al fin se detuvo junto a una enorme lápida vertical de mármol, a dos metros de ellos. Durante unos segundos, Harry, Cedric y el hombrecillo no hicieron otra cosa que mirarse.- ¡Chicos! - grito Ginny quien no se movía de su lugar - ¡Vámonos!
Y entonces, sin previo aviso, la cicatriz de Harry empezó a dolerle. Fue un dolor más fuerte que ningún otro que hubiera sentido en toda su vida. Al llevarse las manos a la cara la varita se le resbaló de los dedos. Se le doblaron las rodillas. Cayó al suelo y se quedó sin poder ver nada,estallar.
- ¡Harry! - grito Ginny preocupada e hizo el además de correr hacia él pero Desde lo lejos, por encima de su cabeza, oyó una voz fría y aguda que decía:
—Mata al otro.
Entonces escuchó un silbido y una segunda voz, que gritó al aire de la
noche estas palabras:—¡Avada Kedavra!
A través de los párpados cerrados, Harry percibió el destello de un rayo de luz verde, y oyó que algo pesado caía al suelo, a su lado. El dolor de la cicatriz alcanzó tal intensidad que sintió arcadas, y luego empezó a disminuir. Aterrorizado por lo que vería, abrió los ojos escocidos.
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Harry y Ginny: Una historia descabellada
FanfictionLumus Harry y Ginny siempre han sido amigos desde niños. Al tiempo en que crecían, su amistad evolucionaba. Una guerra empezará y Voldemort no sólo será el enemigo. Morgana, una antigua y muy poderosa bruja medieval, se nos unirá en esta historia...