•Perdido En Tus Ojos• LS.

XVII

Capítulo 17.

—¡¿A dónde vas?! —. Niall gritó exaltado haciendo a Liam sobresaltarse.

El castaño tenía en su mano la manija de la puerta corrediza. Miró a Niall.

—Iré por unas cebollas —.

—Ni se te ocurra —.

—Es mi casa —. Dice con obviedad.

—Harry y Louis están en la cocina y no vas a interrumpir nada —.

Liam bufó regresando al asador.

—¿Por qué piensas que dejando a esos dos solos vas a lograr algo? —. Zayn preguntó sentado en la banca.

El irlandés se encogió de hombros.
—No lo sé, simplemente sé que así se crean las atmósferas románticas —.

—Ni siquiera has tenido pareja, ¿cómo sabrías eso? —. Bufó

—Leyendo, Zayn, leyendo —.

—Niall, necesito cebollas! —.

—¡Que no! —.

—Necesito limpiar el asador! —.

—Agh! Bien, yo iré —.

Entró a la casa maldiciendo por lo bajo, abrió la puerta de la cocina solo para ver aquella escena de película.

¡Se estaban besando! ¡Harry y Louis se estaban besando!

—Oh. Por. Dios —.

Por acto reflejo Louis se enderezó y empujó a Harry.

—¡No es lo que piensas! —. El castaño le gritó asustado.

—Hagan como que yo nunca entré —. Y salió, Louis lo siguió.

—¡Niall! —. Lo intentó alcanzar, pero el irlandés salió al exterior junto con los otros chicos. No había oportunidad de que hablaran sin que pareciera sospechoso.

Se tomó la cabeza entre las manos y regresó a la cocina. Harry le daba la espalda, haciendo el spaghetti.

—Tú tienes la culpa —.

El rizado se giró, viéndolo sorprendido.

—¿Qué? —.

—¿Por qué me besaste?¿Qué estabas pensando? ¡Somos hombres! ¡Los hombres no hacemos eso! —. Gritó con enojo.

Harry nunca lo había visto tan enojado.

—Louis, tranquilizate —.

—¿Tranquilizarme? —. Se burló con sarcasmo —¡Niall miró como me besabas! —.

—Tú no te alejaste a- —.

—¡Eres un idiota! ¡Yo no soy como tú si es lo que piensas! —.

Harry frunció el ceño.
—¿Cómo yo? ¿A qué te refieres con eso? —. Su tono subió.

—Sabes a lo que me refiero —.

—No, no sé a qué te refieres —. Respondió molesto.

—Creo que el hecho de que uses colores femeninos y te pintes las uñas dice mucho —. Escupió con enojo.

—Deja de hablar como un...un... —.

No se atrevió a terminar. Louis lo miraba molesto, lleno de una furia que le apretujaba el corazón.

—¡Dilo, sé que quieres decirlo! —.

—¡Un idiota! Es estúpido que pienses eso, los colores n- —.