•Perdido En Tus Ojos• LS.

XLIX

🚨 ALERTA SPOILER 🚨
Verifiquen si ya leyeron el capítulo anterior, este comienza con un spoiler bien kbron y no quiero arruinarles la historia.

××××

Capítulo 49.

Louis abrió los ojos despacio, sintiéndose aturdido.

El dolor en su cuello le hizo darse cuenta de que estaba acostado en el suelo. Se enderezó despacio, sentándose con cuidado y tomando su cabeza en una mano.

La punzada en la muñeca le hizo recordar todo de golpe.

Luke.

El aire se le fue del pecho, sintiendo una opresión. Ese maldito idiota lo había dormido con un simple piquete.

Se apoyó del suelo para ponerse de pie, sintiéndose mareado. Observó alrededor, pero no había absolutamente nada, ni siquiera un ratón. Cuatro paredes, todas grises, una escalera que resaltaba por la luz sobre ella, y había dos puertas.

Estaba en un sótano.

Caminó sin pensarlo hasta la puerta debajo de la escalera, pero sólo encontró un baño en pobres condiciones. Entonces fue hasta la escalera, e intentó abrir la puerta cuando la tuvo al frente, pero era más que obvio que no estaría abierta.

—¡Ábreme, maldito imbécil! —. Golpeó con su mano entera la blanca madera, pero no recibió ni siquiera un ruido a cambio —¡Abre ahora mismo!¡Te juro que te voy a matar cuando te ponga una mano encima! —. Le dió una patada, furioso.

Pero nadie le respondió.

Tocó un par de veces más, pero en ningún momento recibió una respuesta. Miró hacia el resto del sótano, todo estaba en penumbras, había un olor a humedad que le calaba la nariz.

—¡Ábreme maldita sea! —. La golpeó una vez más, pero no resultó.

Buscó en sus bolsillos su celular, y su corazón volvió a latir cuando lo encontró aún en su abrigo.

El mundo se le vino abajo cuando lo notó destruido, un post it estaba pegado en la parte trasera.

"¿Pensaste que
sería tan idiota?"

Los ojos se le aguaron de pura rabia y arrojó con todas sus fuerzas su móvil hasta la pared del otro lado.

Golpeó una vez más la puerta, golpe tras golpe, hasta que sus palmas dolieron y sus mejillas se humedecieron. Sentía que tenía una eternidad allí dentro, a pesar de que estaba seguro que sólo eran unas horas.

Se limpió con brusquedad las lágrimas que parecían no tener fin. En su cabeza había miles de escenario de lo que podría pasarle, pero lo que más le dolía era que en ninguno volvía a ver a Harry.

Se deslizó por la pared hasta sentarse en un escalón, lo suficiente cerca para seguir golpeando sin ganas la puerta.

El frío comenzó a invadir el lugar tan lentamente como el miedo que se instalaba en él. Juntó sus piernas con su pecho y se abrazó a si mismo, enterrando su rostro entre sus muslos, intentando despertarse de esa pesadilla.

Tenía la voz entumecida, deseaba gritar a todo pulmón, pero el frío hacia las cosas más difíciles, haciendo incluso que el dolor en su pecho empeorara.

Se limpió los ojos de nuevo y comenzó a pensar como salir de allí, él iba a volver a ver a Harry, aunque fuera lo último que hiciera.