•Perdido En Tus Ojos• LS.

XLV

Capítulo 45.

Louis no quería aceptarlo, se rehúsaba a sentir celos de alguien como Timothée. Él tenía el título, él era el oficial.

¿Pero por qué jodidos sentía su pecho arder en llamas justo ahora que no podía estar en la oficina de Harry?

Timothée le dedicó una mirada de desprecio cuando el rizado le dijo que de ahora en adelante trabajaría para la empresa, la cual él respondió con una sonrisa triunfal, y al parecer aquel gesto encendió un interruptor en el chico, pues comenzó a tocar demás, y a llamar al ojiverde con nuevos apodos.

Una mujer le tomabas medidas, pero su pie golpeaba inquieto el suelo.

—Si deja de moverse sería más rápido —. Ella afirmó de mala gana.

Louis no sabía si podría soportar eso, pero definitivamente no estaba de humor para escuchar a esa mujer hablarle de aquella manera.

—Si no te gusta que me mueva, entonces deja tu trabajo —. Respondió de igual manera.

—Yo no estoy para aguantar modelos malcriados —. La pelirroja respondió sin dejarse y dejó caer la cinta en el suelo —¡Tyler, ven aquí! —. Gritó, haciendo doler los oídos del ojiazul.

Tyler llegó con rapidez a la habitación, se tropezó ligeramente mientras corría hasta la mujer.
—¿Necesitas algo? —.

—Necesito las medidas de este... —. Lo miró, irritada —Chico, tengo sólo las de brazos y piernas, toma el resto —. Y con brusquedad le entregó la tabla, estrellandola contra su pecho.

El chico lucía sorprendido, pero antes de que dijera algo, la mujer se fue, dando un puertazo.

—Me cae bien —. Louis admitió.

Los ojos grises del chico rubio cayeron sobre Louis.
—Ella es... así —. Murmuró, y se agachó, juntando la cinta —Si no te molesta, voy a continuar —.

El castaño se encogió de hombros, mirando alrededor la iluminada habitación, llena de mesas con rollos de tela
—¿Qué es aquí? —.

—Era un almacén, pero ahora lo usamos para cortar tela —. Murmuró, midiendo el ancho de su espalda, y apuntandolo en la tabla.

—¿Es tu jefa? —.

—Yo soy su jefe —.

—¡¿Qué?! —. Louis se giró, haciendo que el chico perdiera la medida de la altura de su espalda —¿Y por qué mierda dejas que te hable así? —.

Tyler se encogió de hombros.
—Es bonita —.

El ojiazul jadeó.
—Es una mierda, no por ser bonita tienes que soportar su carácter —.

El chico intentó volver a medir su espalda, pero Louis se volvió a mover.
—Yo no soportaría a alguien así sólo porque me gusta —. Resopló.

—Escuché que eres el novio de Harry Styles, ¿Lo eres? —. Volvió a poner la cinta en la espalda del castaño.

—¿Quién te dijo eso? —. Se volteó para verlo.

El chico quiso llorar por perder de nuevo la medida, debió de cerrar la boca.
—Todos hablan de Harry aquí, es alguien recomendado por Alessandro, cualquiera que entre en su oficina es razón para hablar un buen rato —. Lo giró por los hombros para volver a intentarlo.

—Bueno... lo soy —. Se giró de nuevo para ver la reacción del chico —¿Te molesta? —.

Tyler suspiró con la cinta en las manos, negó.
—¿Por qué me molestaría? —.