•Perdido En Tus Ojos• LS.

XXIV

Capítulo 24.

Por la mañana, Harry despertó sintiéndose terrible, no físicamente, si no, mentalmente. Su conciencia quería matarlo, le restregaba en la cara el recuerdo de él besando al castaño; quien aún dormía plácidamente al otro lado de la suave muralla.

No dudó ni un segundo en salir de la cama y alistarse para ir al trabajo. Necesitaba algo en qué enfocar su atención, una distracción para no pensar en lo que se aproximaba si Louis recordaba lo que había sucedido.

No quería que le dejara de hablar de nuevo, no podría soportarlo. Sería solamente su culpa si Louis dejaba de hablar con él.

—Eres un idiota, ¿Cómo dejaste que pasara? —. Se murmuró frente al espejo mientras se peinaba.

Dejó algunas pastillas para la resaca y un vaso de agua sobre la mesita de noche que estaba al lado de Louis. También le dejó algo para desayunar, pero no se atrevió a dejar alguna nota. Se fue antes de que Louis despertara, quería evitar cualquier clase de preguntas.

Cuando llegó a la empresa pudo escuchar murmullos de las secretarias por todo su camino hasta llegar a la oficina de Alessandro, justo en ese momento Lía iba saliendo de allí.

—Lia —.

Los ojos de la chica lo miraron, sonrió.

—¿Por qué hay tanto alboroto? —.

Ella lo tomó por el codo y lo jaló hasta un lugar lejos de la oficina de Alessandro.
—Dicen que hay un nuevo diseñador en la ciudad y quiere tumbar a Alessandro de su puesto de director—. Murmuró.

Harry la miró sorprendido.
—¿Un nuevo diseñador? ¿Quién? —.

—Nadie lo sabe, sólo son rumores, pero Alessandro está más en su papel que nunca, así que ve antes de que note que no has llegado —. Le sugirió.

Harry le agradeció por la información y fue a donde el director de la empresa.

Alessandro estaba perdido en sus pensamientos, miraba un punto muerto en medio de la nada. Se sorprendió cuando escuchó la voz de Harry, saludándolo.

—Todos están hablando de eso, ¿verdad? —. Le preguntó él, su voz parecía cansada.

Harry no intentó ocultarlo, sabía de lo que hablaba.
—Todos murmuran alrededor, señor Alessandro —.

El hombre soltó un suspiro.
—Es verdad, hay un nuevo diseñador —. Afirmó sin rodeos, sabía que Harry moría por saber aquello.

—¿Eso es... malo? —.

—No para ustedes —. Murmuró lo suficientemente alto.

—¿Quién es? —. Pregunta sin poder contenerse más.

Alessandro tardó un par de segundos en responder.

—Shawn Mendes —. Dice finalmente —Es un joven canadiense, sus padres le han dado todo lo que quiere, es un niño mimado sin experiencia —. Bufó

¿Shawn Mendes? ¿En dónde había escuchado ese nombre?

🔆🔆🔆

Louis golpeaba las yemas de sus dedos contra su escritorio. Su cabeza había estado ocupada toda la mañana con los números que necesitaba organizar, pero ahora que ya había terminado, los recuerdos de la noche anterior estaban llegando poco a poco.

—Parece que estás distraído —.

La voz que provenía desde la puerta lo hizo sobresaltar en su silla giratoria. Sam rió al ver que había asustado a Louis.