XLVIII

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Capítulo 48.

Louis se removió en la cama, abrazando mejor las caderas del rizado, y respirando el suave aroma a shampoo que despedían los rizos chocolate.

Harry se apegó más al pecho ajeno, intentando ajustarse mejor. Amaba ser la cuchara pequeña, o tal vez amaba que Louis le abrazara de esa manera. 

El castaño se inclinó un poco, comenzando a besar su hombro desnudo, subiendo despacio hasta su cuello.

Harry rió.
—No volveré a caer, lo hemos hecho dos veces, es suficiente —. Murmuró, con una sonrisa.

—Nunca es suficiente—. Acarició suavemente su cintura bajo las sábanas.

El ojiverde se giró en sus brazos, para poder verlo.
—Sé que mañana no hay trabajo, pero hay que dormir, son casi las tres de la mañana —.

—¿Te puedo besar? —. Sonrió.

Harry resopló con una sonrisa.
—Basta, hay que dormir —.

—Sólo uno más, besas tan bien que hasta olvido mi nombre —.

Ambos rieron despacio, y se miraron mutuamente por largos minutos, que se les fueron como agua entre las manos. Louis estaba completamente perdido en el paraíso que le ofrecían aquellos ojos verdes, y Harry estaba sumergido en la preciosa mirada cerúleo.

—Louis —. Murmuró.

—¿Hum? —. Sacó las manos de su cintura y acarició con cuidado los rizos chocolate.

—Te amo —. Apretó los labios, reprimiendo su felicidad.

Louis no pudo ocultar su sonrisa, y desvió por unos segundos la mirada. Aquél simple par de palabras habían sido las causantes de que ahora estuviera allí; envueltos en un desastre de sábanas.

—Yo más —. Fue un susurro, pero audible para ambos.

Regresó su mirada a los preciosos ojos esmeralda; los cuales parecían arrojar chispas ardientes y brillantes, al igual que su sonrisa.

—Bien, podemos hacerlo una última vez —. Cedió

Louis se mordió el labio mientras sonreía. Acortó la distancia y lo besó; pero de una manera suave, sin prisa, haciendo que quisiera darle todo, cualquier cosa que él quisiera.

Se separó con un sonido húmedo, y se ladeó un poco para besar su mejilla.
—Está bien así, necesitas descansar, siempre te despiertas muy temprano—.

Harry sintió su corazón agitarse una vez más.
—¿Te puedo abrazar para dormir entonces? —.

Louis frunció el ceño mientras se miraban mutuamente.
—No —.

—Sólo un rato —.

—No —. 

—Por favor —.

Louis jadeó y se giró, dandole la espalda.
—Bien —. Harry no lo pensó ni un segundo cuando se acomodó abrazandolo por detrás, sintiéndolo pequeño en sus brazos —Pero sólo un rato —.

Un rato que duró toda una noche.

🔆🔆🔆

Domingo.

Londres. 9:32 A.M

Niall abrazó en sus manos el palo de golf, manteniendo su mirada fija en la trayectoria.

No estaba en horario de práctica, simplemente intentaba mejorar por su cuenta. Estaba decidido a participar en la competencia del siguiente año para conseguir una oportunidad de estar a un equipo profesional.

•Perdido En Tus Ojos• LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora