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Capítulo 30.







—Z-zayn —. La voz de Niall a través del celular sonaba nerviosa, angustiada, casi histérica.

—¿Pasó algo? —. Respondió en un susurro. Estaba en el despacho buscando los diseños.

El otro lado de la línea se quedó en silencio. Zayn resopló.
—Niall, ¿Dónde está Shawn? ¿Por qué estás hablando normal? —. Puso el celular entre su hombro y oreja, para poder buscar más rápido.

—Y-yo... yo lo maté —.

Se detuvo al instante y sostuvo mejor el celular, con su mano.
—¿Qué? —. Se pasó una mano por el cabello, inquieto —Espera, quédate allí, voy para allá —.

Y salió casi corriendo hasta llegar a la habitación del modelo. Entró y cerró la puerta detrás suyo con cuidado.

Alzó la mirada sólo para encontrar a Niall mirando con miedo el cuerpo de Shawn tirado en el suelo.

—Niall —. Lo llamó.

El irlandés lo miró y pudo ver cómo sus ojos se llenaban de agua. El chico corrió y lo abrazó con fuerza.

—No quiero ir a prisión, Zayn. Soy muy joven, estoy casi por clasificar para las nacionales en los torneos de golf —. Sollozó contra su hombro.

El morocho tan sólo lo abrazó.
—Tranquilo, tranquilo. Sólo... ¿Cómo pasó? —. Intentó saber.

Niall se separó de él y talló sus ojos. Su nariz y mejillas rojas como manzanas, estaban cubiertas por suaves lágrimas.

—Me-me acorraló contra la pared y quiso sobrepasarse —. Hipó —Entonces me asusté y, y no medí mi fuerza cuando lo empujé —. Sorbió los mocos —Se pegó contra la cama cuando se cayó y se murió—.

El morocho se cubrió la cara con ambas manos y jadeó. ¿Por qué le tenían que pasar esas cosas a él?
—Está bien, Zayn. Tú puedes salir de esto —. Se susurró a sí mismo.

Caminó hasta estar frente al cuerpo inerte de Shawn y lo observó por unos segundos, dándose cuenta que su pecho subía y bajaba. ¡Estaba respirando!

El alma le volvió al cuerpo en un segundo.

—¡Niall! Está respirando —. Sonrió y miró al irlandés con pura emoción. Nunca se había sentido tan feliz de ver a alguien respirar.

El ojiazul dejó de llorar al instante y se acercó. Sus facciones cambiaron rápidamente.
—¿Qué? ¿Cómo que no lo maté? —. Resopló.

—Rápido, ayúdame a subirlo a la cama —. El morocho se agachó tomando al modelo por los pies.

Niall lo alzó por las axilas y ambos lo acostaron sobre el suave colchón con finas telas.

—Hay que cerrar la puerta con llave e irnos antes de que despierte —. Zayn murmuró —Pero aún no encuentro el jodido portafolio, ¿Dónde lo metería? —.

—¿Crees que sea ese que está sobre la mesita de noche? —. Niall señaló con un dedo el delgado folder que parecía estar intacto.

—¡Sí! —. Y no dudó en tomarlo —Vámonos —. Dice y corrió hasta la puerta, sin embargo, Niall no lo seguía.

El ojiazul miraba detenidamente al modelo sobre la cama.

—¡Niall! ¿Qué estás haciendo? ¡Vámonos! —.

Niall le dió un último vistazo a Shawn y siguió a Zayn, para al fin poder salir de aquella lujosa casa.

—Algún día viviré en una casa así —. Comentó mientras caminaban por el sendero de pavimento hasta la salida.

•Perdido En Tus Ojos• LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora