XLI

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Capítulo 41.

Martes.

Harry simplemente no podía dejar de pensar que ese día tendría una cita con Louis.

El castaño caminaba de un lado a otro junto a él alrededor de la empresa, siguiendo a los diseñadores que hablaban sin parar.

Je ne sais quoi —. Louis susurró, con una mala pronunciación, para si mismo.

Él lo escuchó y desvió su atención al castaño.
—¿Hum? —.

—¿Qué significa? Lo han dicho muchas veces —. Quiso saber.

Harry le dió una mirada a los hombres frente a él y luego a Louis.
—Es algo como 'Tiene un no sé qué, no sé en dónde' —.

El chico asintió, parecía querer saber de la conversación.

Ambos siguieron a los tres diseñadores; quienes hacían paradas en diferentes lugares para criticar algunos de los diseños.

—¿Qué es un Clutch? —. Louis volvió a preguntar.

Harry mantuvo la mirada en su iPad mientras hacía apuntes sobre las sugerencias de los hombres.
—Es un bolso o cartera de mano —.

El castaño volvió a asentir y comenzó a mirar alrededor.
—¿Puedo ir a dar una vuelta? —.

—Voy a regresar a la oficina, si no la encuentras me llamas —. Dijo en respuesta.

Louis no escuchó más cuando se echó a andar por el piso. Harry siguió con su trabajo.

Media hora más tarde el ojiazul entró en la oficina; Harry estaba tan absorto en su trabajo, moviendo de un lado a otro hojas, escribiendo y mirando cosas en el ordenado, que ni siquiera se dió cuenta de la presencia que acaban de cruzar la puerta.

Varios minutos después, el rizado se recargó en la silla para darse un descanso y fue sólo entonces que notó a Louis allí. El castaño estaba sentando sobre un librero de tres repisas, lo suficiente alto para que sus pies no tocaran el suelo y se balancearan ligeramente, comía una rebanada de pizza sin cuidado, mirando a un punto fijo del otro lado de la habitación.

—¿De dónde rayos sacaste pizza? —.

Louis pareció sobresaltarse sólo un poco y lo miró. Alejó la rebanada de su boca sin ganas.
—Hay un montón de comida para las modelos, no sé por qué se las dan si ni siquiera pueden comer media manzana —. Resopló —¿Quieres? —. Alzó la caja cuadrada a un lado de él.

Harry no pudo evitar pasarse una mano por el cabello y sonreír con incredulidad.
—Hay una sala aquí, ¿Qué haces allí arriba? —. Se rió.

Louis miró a su alrededor y se encogió de hombros.
—Estoy aburrido, ¿Crees que sería menos aburrido si me sentara en tu aburrida sala? —.

El ojiverde estaba apunto de opinar, pero fue interrumpido por dos toques en la puerta y un muchacho entrando.

Le directeur vous envoie ces papiers —. Un acento suave y espumoso, totalmente francés, salió de su boca sin problemas.

Louis frunció el ceño, le dió una mirada de arriba abajo mientras seguía comiendo su pizza. Una melena chocolate negro rizada, una complexión delgada, un rostro perfilado, una nariz delgada de longitud media y recta...

El chico naturalmente le miró al sobresalir de aquel mueble. Una intensa mirada avellana verdosa chocó con la suya azul cerúleo.

Qui est-il? —.

•Perdido En Tus Ojos• LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora