XXIX

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Capítulo 29.





Las risas y la felicidad inundada cada centímetro cuadrado del departamento.

Harry no podía estar más feliz de ver a Louis perdido en conversaciones con su familia, de verlo reír a carcajadas con cosas que le contaban.

Definitivamente el dinero de la apuesta había servido para ambos. No se arrepentía.

—¿Te vas? —. Harry se detuvo en la puerta y se giró encontrándose a Louis.

Pensaba que ni siquiera lo iba a notar.

—Bueno, te quiero dejar con tu familia, hace tiempo que no las ves y- —.

—Sólo espera a partir el pastel —. Dice sin pensarlo —No sería justo que no comieras un pedazo —.

Harry lo pensó un poco y al final asintió ganándose una sonrisa de Louis.

Dos toques en la puerta hicieron que ambos voltearan a esta. Harry, al estar más cerca, fue quien abrió.

Del otro lado estaban Liam, Niall y Zayn, con globos, pastel y una gran caja de regalo.

La sonrisa del rizado se desvaneció al instante. Los chicos  le dieron sonrisas nerviosas.

Zayn y Liam empujaron a Niall para que hablara, ganándose una mirada molesta del irlandés.

—Nosotros... Nosotros estamos arrepentidos y, y le hemos traído a Louis esto por su cumpleaños —. Empezó el ojiazul sin atreverse a mirar el par de ojos esmeralda.

Harry suspiró y se movió de la puerta. Miró al castaño a unos metros detrás de él.
—Es para ti —. Le sonrió.

Louis se acercó curioso, y su sonrisa simplemente creció al ver a los chicos allí afuera, la escondió de manera sutil. Ellos traían un gran pastel rectangular con un dibujo infantil y detalles azulados, globos de helio azules y una caja de regalo del mismo color.

—Aquí no es el baby shower —. Soltó el castaño al mirarlos.

Harry se cubrió la boca fingiendo toser para esconder una carcajada.

—Le hubiéramos traído el de apio —. Zayn murmuró.

Realmente no eran malos amigos después de todo.




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No se vieron en navidad, ni al día siguiente de este. Pero Harry estaba tranquilo sabiendo que Louis no estaba solo.

Se reunieron el jueves, cuando la madre de Liam los invitó al recalentado como cada año.

Niall estaba de atascado en el pavo mientras el resto hablaban sobre lo que habían hecho el día anterior.

—Yo no entiendo por qué tu familia hace tanta comida —. El morocho miraba por la mesa, parecía ser cena Navideña en vez del recalentado navideño. 

—Mi madre dice que es mejor que sobre a que falte —. Se encogió de hombros —Además, mis tías también traen, así que se duplica —.

Zayn asintió picando el pedazo de jamón en salsa dulce.

—Yo quiero saber la receta de los romeritos, no soporto comerlos sólo una vez al año —. Harry se quejó y miró a Louis, frunció el ceño al instante —Louis, ya es el tercer plato de ensalada de malvaviscos, necesitas comer algo, ni siquiera te has desayunado para estar comiendo dulce tan temprano —.

•Perdido En Tus Ojos• LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora