•Perdido En Tus Ojos• LS.

XXIII

Capítulo 23.

—Alguien me puede repetir ¿por qué rayos estamos ayudando a los padres de Liam a poner la decoración navideña? —. Louis preguntó de mala gana mientras colocaba una esfera en el árbol.

—Porque siempre nos invitan al recalentado —. Responde Niall, intentando desenredar las luces navideñas.

—Tuvieron meses para hacer esto, ya solo falta casi una semana. Es mi jodido día libre —. Refunfuñó el castaño buscando entre las cajas otro color de ornamentos que no fuera rojo.

—Es el día libre de todos, Louis, así que cállate que te va a escuchar la señora Karen —. Zayn lo reprendió desde el otro lado del árbol.

Era domingo, y como los últimos años, todos estaban reunidos ayudando a la familia Payne a poner las decoraciones para las festividades que estaban próximas. Este año habían comenzado un poco tarde ya que los padres de Liam habían estado de vacaciones. Pero al parecer, aquello parecía ser una nueva tradición.

—Niños, les he traído chocolate caliente y galletitas —. La mujer entró en la sala con una charola en las manos, Harry venía junto a ella cargando otra charola, su ropa estaba manchada de harina y mezcla para galletas.

—¿Hubo guerra de harina allí dentro? —. Louis preguntó casi en un susurro burlón al rizado cuando se acercó a su lado a tomar una galleta.

Harry rió y negó.

—¿Qué tanto se secretean ustedes? —. Niall los apuntó con una galleta en la mano —¿Acaso le hiciste galletas especiales a Louis? ¡Dame! ¡Dame! Yo también quiero —.

Ambos se separaron al notar la cercanía de la que no se habían dado cuenta.

—Todas son igual, Niall, sólo se estaba burlando de mí —.

El irlandés asintió, pero aún así tomó una de las galletas que Harry tenía en su charola.

—¿Y dónde piensan pasar Navidad, muchachos? ¿Vendrán al recalentado? —.

Niall alzó la mano —Yo sí vendré al recalentado, odio la comida que hace mi tía —.

Todos sabían que la señora Maura -madre de Niall- no sabía cocinar.

—Mi madre planea invitar a la familia completa este año —. Harry murmura con esa voz lenta que tanto lo caracterizaba.

—Creo que este año iremos a Bradford —.

—¿Qué hay de ti, Louis? —. Pero cuando miró hacia el castaño, este ya no estaba allí.

Harry lo buscó con la mirada con rapidez, lo encontró junto al árbol poniendo más decoraciones.

Liam le hizo una seña a su madre para que dejara de hablar. La mujer pareció arrepentida y se disculpó en un susurro, regresó a la cocina con una mueca de lástima después de mirar al castaño.

Niall comenzó a hablar sobre su comida favorita de las fiestas, intentando que la tensión en el lugar se desvaneciera. Lo logró, por supuesto.

Pero Louis ya no tenía la mirada molesta de antes.

Harry se acercó con la excusa de que quería ayudar a poner más adornos al pino al ver que Zayn se iba con Liam por más cosas al sótano.

—Ven a mi casa esta navidad —. Murmuró cuando estuvo seguro que Louis lo escucharía.

—Tengo planes —. Respondió de vuelta sin siquiera pensarlo, fingiendo desinterés.

—¿Los mismos que los años pasados? —.