Su mirada dorada se enfocó en el horizonte con ansiedad, quería que la luna se asomara y que el sol desapareciera. Una vez que la oscuridad abrazara a la región la entrada se abriría y el plan que había estado llevando funcionaría.
El cariño de la joven sacerdotisa nunca significó nada aunque algunas palabras se quedaran en su mente. Sabía perfectamente cuál sería la utilidad de esa pobre mujer humana.
Se había detenido a descansar en la orilla de la playa mientras esperaba. Mantuvo su tranquilidad por que sabía que inevitablemente pelearía con InuYasha, o con Kagome. Aunque con quién fuera, no le importaba demasiado. Sería fácil eliminarlos.Desde que Kagome había tocado su brazo y le había entregado aquella florecilla, su bestia se mantuvo inquieta. Estaba un poco irritado por eso. Yako había aceptado a Kagome y él lo sabía. Lástima por la bestia, porque él nunca la aceptaría ni en sus más casuales y profundos sueños.
Una vez que tuviera las espadas en su poder no se preocuparía más por la existencia de esa sacerdotisa. Él continuaría con su búsqueda de más poder, se adueñaría de todo el territorio y finalmente sería el más poderoso. Más que su padre. Si lo deseaba, tendría también una compañera y su descendencia. No repetiría las mismas estupideces que El General.Todos tus actos tendrán consecuencias.
Sesshomaru parpadeó al escuchar a Yako con tono de advertencia. Las olas golpearon la arena con fuerza y sintió el vapor del agua salada en su rostro. Su expresión no cambió, pero no pudo evitar su molestia. No podía soportar la insolencia en nadie, ni siquiera en su propia bestia. —Será mejor que guardes silencio —Respondió. El sol se acercaba cada vez más al final del mar, y sus manos picaban por agarrar aquella poderosa arma.
Si te atreves a lastimarla, serás el más infeliz. Recuerda que puedo controlar tus emociones más de lo que crees, incluso algunas funciones fisiológicas. Así que tú decides.
—La felicidad es algo innecesario para mi —Concluyó.
Los pájaros volaron en busca de su nido para ocultarse de la noche, el tiempo iba más y más lento exasperándolo. Ya quería estar ahí. Ya quería proclamarse como el más poderoso. Más poderoso que su padre.
Llenó sus pulmones y después los vació en un suspiro. Sus pensamientos comenzaron a desviarse, recordando los ojos chocolate que a veces a la luz se veían con partes azules. Kagome había sido excesivamente amable con él, entendía que al principio la había buscado por su cuenta. Admitió para sí mismo que sintió curiosidad por una vez en una humana y por esa razón la había buscado. Pero cuando InuYasha llegó, no supo si debía considerarla aún alguien en quién debía confiar. Ella le entregaría la espada sin dudar al híbrido, ya lo sabía todo. Por eso la mejor manera de comprobarlo fue utilizándola, una vez que ella demostrara ser alguien en quién no se puede confiar ya no habría más comunicación y él solamente le agradecería por haberlo llevado hasta el arma.Quizás fue más su ambición que una inseguridad.
Siempre cuestionas a los humanos. Tu comenzaste esto, la manera que estas escogiendo para alejarla es cobarde. Cuando puedas decir y aceptar las cosas como son, serás más poderoso que padre. Por el momento sigues siendo un bueno para nada.
No respondió nada, no sería provocado por Yako. La bestia había estado mostrando sus extraños pensamientos y sentimientos respecto a la humana. Significaba que había algo bastante mal en él, y ahora se sentía molesto por eso, porque no podía ser posible que estuviera comportándose así. Tuvo miles de humanas cerca, a las que degollo o simplemente dejo ir heridas, y su bestia jamás actuó de esa forma.
Comenzó su camino de vuelta a la aldea, por que en tan sólo unos minutos el sol ya no estaría más y tenía que estar ahí justamente cuando el portal se abriera.
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¿De donde viene nuestro odio? || Sesshome
FanfictionUn total malentendido que viene del pasado provoca una enemistad que no tiene razón ni lógica y que con el tiempo va perdiendo fuerza para transformarse en sentimientos humanos. Sesshomaru y Kagome, tendrán que pasar por ciertas situaciones juntos...