Nueva York, la linda ciudad de Nueva York. Siempre había soñado con vivir aquí. Era algo con el que soñábamos mis amigas y yo.
De pequeñas siempre jugabamos a ser famosas y vivir en Nueva York. En el juego solíamos tener un Penthouse cada una y hacíamos fiestas donde invitabamos a toda la gente famosa que conocíamos. Claro, eran solo juegos de niñas pero la realidad es que, si, ahora vivimos las cuatro en Nueva York, pero no tenemos ese Penthouse que solíamos tener en nuestros juegos, sino que rentamos un pequeño apartamento de dos habitaciones para las cuatro; un baño en donde apenas cabe una persona, la sala y cocina. Apenas y entramos las cuatro en el apartamento pero estamos cómodas en él y nos gusta, así que no nos quejamos.
La realidad es que no somos para nada famosas y no conocemos a ningún famoso, todo eran sueños de cuatro niñas jugando.
Marcela, Jessie y Alice; ellas son mis tres mejores amigas. Son las mejores del mundo, no imagino mi vida sin ninguna de ellas. Mas que amigas somos como hermanas. Desde pequeñas hemos compartido cada momento especial juntas. Las adoro con el alma, no hubiese podido desear tener mejores amigas que ellas.
No tenemos la misma edad, Jessie es la mayor, tiene 23 años, luego le siguimos Marcela y yo que tenemos 22 años y la menor de todas es Alice, que tiene 21 años.
Nos conocimos en un pequeño parque en el vecindario donde vivíamos todas y desde ese entonces somos inseparables. No ibamos al mismo instituto pero eso no impedía que nuestra amistad fuese sólida.
Físicamente las tres son muy parecidas; son de piel morena, tienen el cabello oscuro, casi negro y sus ojos son color café. Son totalmente lo contrario a mí, mi piel es muy blanca, mi cabello es café claro y el color de mis ojos son un poco extraños porque por momentos son verdes y luego son café claro. Las tres son de pechos grandes mientras que yo apenas y tengo.
Trabajo en una cafetería cerca de donde vivo. Es un lugar muy lindo y tranquilo. Suelen venir muchos estudiantes de la Universidad que está cerca.
Justo ahora estoy saliendo del trabajo.
Las chicas y yo saldremos hoy a un club nocturno y seguro ya deben de estar casi listas. Primero iremos a cenar y luego a bailar, cosa que nos encanta a todas. Tenemos la costumbre de salir a bailar mínimo una vez al mes.
Apresuro mi andar porque se me está haciendo un poco tarde y no me va a dar tiempo de arreglarme. Son muy impacientes a la hora de salir a bailar.
Desde el ascensor escucho música dentro del apartamento, sucede cada sábado que salimos, colocamos música al arreglarnos para animarnos aún más, aunque no es como si nos hiciera mucha falta animarnos mas porque con el simple hecho de pensar que vamos a ir bailar ya es suficiente para animarnos.
Abro la puerta y lo primero que escucho es la voz de Marcela preguntando donde está su vestido azul. Suelto una carcajada y cierro la puerta detrás de mí.
—¡Chicas, ya estoy aquí! —alzo la voz para que me escuchen. Camino hacia la habitación que comparto con Jessie y me las encuentro a las tres ahí. Jessie maquillando a Alice y Marcela alisando su cabello.
—Elena, mueve ese cuerpecito a la ducha porque se nos va a hacer tarde —dice Jessie, siendo la primera en hablar.
—Se saluda primero —apunto, con fingida indignación—. Déjame respirar un momento a penas estoy llegando —me quejo. Como ya dije, son unas impacientes.
—¿Qué tal te fue hoy en la cafetería? —escucho preguntar a Marcela. Dejo mi bolso sobre la cama y la miro a través del espejo que tiene frente a ella para observar bien como se plancha el cabello.
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Te voy a amar ✔️
RomanceElla siempre soñó con conocerlo, pero nunca imaginó que al hacerlo, sucedería todo eso que se imaginaba por las noches antes de dormir. *** Elena, es una chica común y corriente que vive en Nueva york con sus tres mejores amigas; hay un sueño que co...