Te voy a amar ✔️

Capítulo 24

—Me gustaría ir de nuevo a Miami contigo —murmura Lucca, abrazado a mí en su cama en la cual estamos completamente desnudos.

Hacer el amor con Lucca se ha vuelto mi nuevo vicio. Quisiera estar así toda la vida con él. No he dejado de sentir que todo esto es un sueño y que en cualquier momento voy a despertar. Todo es muy lindo para ser cierto pero voy a disfrutar de él hasta que tenga que despertar y volver a la realidad. No es que desee que todo esto sea un sueño y que termine pero es lo que realmente siento. Siento que un día despertaré y no estaré junto a él.

—A mí también me gustaría. Me encantó estar allá contigo —acaricio su pecho con mi mano.

—Vamos éste fin de semana —propone de repente.

—Me gusta esa idea —acepto sin pensar porque iría con él a donde sea—. Tengo muchas ganas de estar contigo allá de nuevo —levanto mi cabeza de su cuello para decírselo a los ojos.

—Y yo de hacerte el amor en la playa —dice pasando su manos por mi espalda.

—Esa es una de mis fantasías sexuales —confieso mordiendo mi labio.

—¿Ah, sí? —sonríe juguetón—, vamos a cumplirle la fantasía a la señorita.

—Pero tiene que ser de noche.

—Entonces de noche será, nena. Encantado cumplo todas tus fantasías —dice sobre mis labios antes de besarme.

—Lucca, ¿podrían ir mis amigas? —pregunto tímida, al separarnos. Me da vergüenza preguntarle pero le prometí a Jessie que le preguntaría cuando tuviera más confianza con él pero igual eso no quita que deje de sentir vergüenza—. Es que les comenté sobre nuestro viaje aquella vez y me hicieron prometer que te preguntaría si podrían ir alguna vez.

—Por supuesto que sí pueden ir, nena, pero, ¿no te importa que te haga el amor con tus amigas cerca de nosotros? —mueve las cejas juguetón—. A mí no me molesta, es más, me parece súper excitante hacerte el amor y que haya la posibilidad de que nos escuchen.

—¡Lucca! —chillo, poniéndome roja como un tomate de la vergüenza. No había pensado en eso—. Seremos silenciosos —digo todavía sonrojada.

—Ya veremos. Me gusta oirte gemir y que tus amigas estén cerca, no hará que deje de hacerte gemir —susurra haciendo que mi piel se erice.

—¡Ya! —exclamo completamente avergonzada por pensar en mis amigas escuchando lo que hacemos. Ya me estoy arrepintiendo de esto. Lucca suelta una carcajada.

Intento pensar solo en la idea de estar allá con Lucca y las chicas, será bastante emocionante y muy divertido. Planeamos irnos el sábado en la noche para estar más tiempo allá y devolvernos el lunes en la mañana. No digo nada sobre mi trabajo pero tendría que pedir el lunes libre o si puedo entrar al medio día y no en la mañana. Ya tendré que hablar con Jonh sobre eso.

~*~

A eso de las 10 de la mañana, Lucca me deja en mi apartamento porque tiene que trabajar. Me comentó que hoy sale de viaje y regresa el viernes. La idea de no verlo hasta el viernes me pone triste, ya estoy acostumbrada a verlo casi todos los días pero así es su trabajo y tengo que acostumbrarme a ello. Ya sabía como iba su vida antes de conocerlo.

Aprovecho que tengo tiempo antes de ir a trabajar y llamo a la ginecóloga para agendar una cita con ella. Me da cita para mañana, justo tiene un espacio libre.

Juego un rato con mi celular antes de decidirme si llamo a mi mamá ahora o no para contarle lo de Lucca. Me termino decidiendo por sí llamarla y contarle de una vez. Lucca quiere contarle a su familia sobre la cena navideña juntos y tampoco puedo retrasar mucho tiempo el decirles a mis padres quien realmente es mi novio.