Capítulo 13

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Entramos a la casa a bañarnos y pedir la cena porque ninguno quiere cocinar. Lucca me propuso ver una película en el salón de la casa, así que subo para bañarme y volver con él.

A mi mente llega todo lo que pasó en el día mientras estoy bajo el agua. Nunca imaginé vivir lo que soñaba hace años siendo solo una adolescente. Siento que estoy en un sueño y no que esto esté pasando realmente.

Al salir de la ducha me coloco la ropa de dormir y me seco mi cabello con el secador antes de bajar.

Cuando llego a la sala, me encuentro a Lucca en el sofá. Está con la televisión encendida y tiene el mando en la mano, buscando en Netflix qué ver.

—¡Hola! —exclamo sentandome junto a él en el sofá. Se acerca más a mí y me extiende el mando de la televisión.

—Decide tú, mientras yo pediré hamburguesas.

Mientras él llama y pide las hamburguesas, yo busco alguna película y termino decidiendome por una que llevo tiempo queriendo ver.

—¿Te gustaría ver ésta? —pregunto cuando lo veo finalizar la llamada.

—La que tú quieras ver, está bien para mí.

—Pero también puedes decidir tú si quieres ver alguna.

—Esa está bien, Lena.

Asiento y le doy play a la película para que empiece y me acomodo junto a Lucca pero él me coge de la cintura levantándome y me coloca entre sus piernas como si no pesara nada, haciendo que mi espalda quede pegada a su pecho. Me rodea con sus brazos abrazandome pero antes de eso, agarro la manta que está al final del sofá y nos tapo con ella.

La película solo lleva 20 minutos cuando suena el timbre.

—La comida —murmura, mientras se mueve para levantarse e ir por las hamburguesas.

—¡Voy yo! —exclamo rápidamente levantándome de un salto.

—No importa Lena, voy yo.

—Ya estoy de pie, así que voy yo.

—El dinero está en la cómoda de la entrada.

Ignoro lo que me dice mientras me alejo de él. Planeo pagar la cena, no porque tenga dinero va a pagar siempre él, yo también trabajo y puedo pagar de vez en cuando.

—¿La comemos en la cocina? —pregunto cuando vuelvo a la sala junto a él con la bolsa de las hamburguesas—, es que no quiero llenar el sofá de salsa y suelo ser muy torpe.

—No importa si llenas el sofá de salsa.

—A mí sí me importa, Lucca. No quiero ensuciar tu sofá, es muy lindo como para tener una mancha en él.

Rueda los ojos divertidos y se levanta del sofá dándose por vencido. Comemos nuestras hamburguesas antes de volver a la sala y continuar viendo la película de la misma forma en la que la empezamos a ver.

—¡Que horrible! —digo decepcionada, separandome de él y me volteo para mirarlo- ¡No puede terminar así! ¡Es muy mala!

—Me parecio un buen final —murmura divertido por mi reacción.

—¿Como te puede parecer un buen final? —pregunto entre confundida y sorprendida—. No podía quedar el hombre solo después de todo lo que luchó por estar junto a su familia.

—Es verdad —concuerda—, no fue muy bueno el final pero es mejor eso a que no quedara nadie vivo.

—Tenía que haber sobrevivido su familia. Es una tontería... —no me deja continuar quejandome por el asqueroso final de la película porque pega sus labios a los míos en un beso desprevenido.

Te voy a amar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora