Capítulo 44

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En la cena formamos una burbuja a nuestro alrededor donde únicamente estamos nosotros dos. Lo demás deja de importarnos y nos centramos en la compañía del otro.

Teníamos bastante tiempo que no compartíamos un momento que fuese únicamente de los dos y que ahora sea en público lo hace especial de cierta manera.

No estamos juntos, así que por lo menos yo no soy tan cariñosa pero él sí; no deja de coger mi mano y jugar con mis dedos y no deja de decirme cosas lindas sin importar que algunas personas lo escuchen, haciendo que mi corazón se llene de un sentimiento que no puedo explicar.

Estaciona el auto frente al edificio y lo apaga. Se quita el cinturón de seguridad y yo lo miro extrañada.

—Te acompañaré hasta la puerta del apartamento —explica al ver mi expresión.

—Ah —suelto entendiendo.

Salimos del auto pero tranquilamente y no como todas las veces anteriores que nos asegurabamos primero de que no hubiese nadie que lo pudiera ver. A él parece no importarle que lo vean porque camina a mí lado con una sonrisa pero ¿qué puede importarle eso ahora cuando ya nos vieron en el restaurante?. Se siente bien caminar tranquilamente junto a él sin tener miedo de que nos vean o estar todo el tiempo alerta de que no aparezca alguien y lo vea conmigo.

Caminamos lentamente desde el ascensor hasta la puerta del apartamento, como si no quisieramos que la noche acabara y tener que separarnos, al menos por mí parte se siente así aunque no quiera admitirlo. Abro la puerta y me volteo hacia él para despedirme.

—Gracias por la cen...

No logro terminar de hablar porque me coge por la nuca y estampa sus labios con los míos, en un beso hambriento, lleno de deseo y pasión pero al mismo tiempo lleno de mucho amor y ternura, ¿como podría ser así?, no lo sé pero así se siente.

Al principio intento separarme porque ya no somos novios y quiero que las cosas entre nosotros vaya despacio pero las ganas de besarlo pueden más que mis pensamientos.

Gruñe sobre mis labios cuando le respondo el beso con la misma intensidad. Baja sus manos a mi cintura pegando mi cuerpo al suyo y yo lo abrazo por el cuello sintiéndome completa.

Se separa de mis labios pegando su frente a la mía rozando nuestras narices. Permanecemos con los ojos cerrados abrazados en la puerta del apartamento, sin importarnos si alguien nos ve de ésta forma o si alguna de las chicas sale.

—Te amo, Elena —su aliento roza mis labios haciéndome cosquillas—. Te amo con todas mis fuerzas y ser sólo tu amigo me está costando demasiado. Lamento mucho todo lo que pasó pero ya no soporto no estar contig...

—Yo también te amo, Lucca —musito, interrumpiendolo. Ya de nada vale negarlo o seguir insistiendo en ser amigos, cuando ambos queremos más que eso. Ya no quiero estar separada de él.

—Entremos —propone.

Separo mi frente de él y abro mis ojos encontrandome con su mirada fija en mí.

—Las chicas están dentro.

—No —murmura seguro-, no lo están.

—¿Como sabes que no están? —pregunto extrañada.

—Porque en éste momento están en mi apartamento —sonríe.

—¿Por qué mis amigas están en tu apartamento? —pregunto sin entender.

—Porque les pedí que se quedaran ésta noche allá.

—¿Por qué razón?

No entiendo qué está pasando y porque las chicas están en su apartamento.

Te voy a amar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora