Capítulo 36

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Subimos en silencio para no molestar a nadie por si ya todos están durmiendo. Lucca sube con nuestras maletas que seguían abajo ya que antes no habíamos subido a dejarlas en la habitación.

Mamá me dijo antes que mi habitación y la de invitados estaban listas para ser ocupadas y que escogieramos cualquiera para dormir ambos. Por supuesto que eso me lo dijo cuando estuvimos en la cocina lejos de papá, para que no escuchara. Prefiero dormir en mi habitación, el lugar donde tantas veces soñé con dormir con él. La habitación tiene derecho a vivir ese momento.

Mi habitación sigue igual a como la dejé. Antes de irme, quité todos los pósters de Lucca que tenía pegados por toda la habitación. Todo está ordenado y limpio. Cuando mi mirada cae sobre la cama, toda mi sangre se agolpa en mi pies. No puedo creer que mi mamá haya hecho eso. ¿Como puede ser posible que teniendo un montón de sábanas para colocarle a la cama, escoja precisamente la que tengo de Lucca?.

—Pero si he dormido contigo todo éste tiempo, nena —murmura divertido.

—¡Shh!, ¡baja la voz! —digo en un susurro—. Voy a matar a mi mamá —digo más para mí misma que para Lucca.

—¿Por qué?, están lindas tus sábanas —susurra con el mismo tono divertido.

—Porque me da vergüenza. Se supone que no tenías que ver eso —me quejo, negando con la cabeza—, pero igual te tocará dormir sobre tu cara —intento sonar divertida para que ignore la vergüenza que tengo.

—No me molesta —se encoge de hombros sonriendo—. Además, ¿sabes qué se me antoja? —murmura despacio, mientras se acerca peligrosamente a mí con una sonrisa juguetona—, hacerte el amor en la cama donde seguro tenías sueños húmedos conmigo —susurra en mi oído cuando está junto a mí.

—¡No, estás loco! —intento no decirlo en un grito—. Mis padres pueden escuchar.

—No importa —dice, y sin previo aviso, me agarra por la nuca y pega nuestros labios en un beso apasionado.

Intento separarme de él para no caer en la tentación, pero afianza su agarre y simplemente me dejo llevar. No puedo decir que no a Lucca, así tenga a mis padres cerca. Por suerte la casa es grande y nuestras habitaciones no están tan cerca pero igual siento ese miedo de que nos descubran.

Enredo mis brazos en su cuello pegando más nuestros cuerpos. Sus manos bajan lentamente por mi cuerpo hasta llegar a la parte baja de mis piernas y alzarme, enredo mis piernas en su cuerpo y nos lleva despacio hasta el pie de mi antigua cama y me deposita lentamente en ella. Arrastro su cuerpo junto al mío haciendo que quede sobre mí. Nuestros labios no se separan ni un segundo en el proceso y nuestras lenguas juegan entre ellas.

Sostiene su cuerpo con una mano mientras que con la otra recorre mi cuerpo. Su mano llega hasta el botón de mi pantalón y lo desabrocha metiendo su mano dentro.

Toca mi feminidad por encima de la tela de mis bragas, haciendo que suelte un suspiro en medio del beso. Sus labios dejan los míos con una leve mordida en mi labio inferior y haciendo que suelte una queja por haberme dejado con ganas de más. Baja sus labios dejando besos y mordidas en el proceso por toda mi piel.

Introduce su mano dentro de mis bragas para finalmente tocarme directamente y sin ningún obstáculo. Muerdo mi labio intentando no soltar ningún gemido que haga que nos descubran. Paso mis manos por su espalda sobre la tela de su camiseta. Gimo suavemente su nombre cuando el movimiento de sus dedos aumentan en la parte baja de mi cuerpo. Sus labios besan la cima de mis pechos y vuelve a subir a mis labios.

—No puedes hacer ruido —susurra sobre mis labios—, nos pueden escuchar.

—No... puedo... evitarlo —digo entre suspiros.

Te voy a amar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora