Capítulo 07

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—¿Como estás? —pregunta mientras pone en marcha el auto.

—Muy bien, ¿y tú? —respondo jugando con mis manos sobre mi regazo. Estoy muy nerviosa. Me da miedo soltar alguna tontería en cualquier momento.

—Muy bien.

Abro la boca para decir algo pero vuelvo a cerrarla de nuevo.

Empiezo a sentirme extraña e incomoda con la situación pero al mismo tiempo me siento emocionada. No todos los días vas en el mismo auto que tu cantante favorito.

Sé que debería estar hablando y no estar aquí como una idiota con los labios sellados mirando por la ventana pero no tengo idea de qué podría hablar con él sin sonar como una loca que sabe prácticamente todo sobre él. No quiero joder el momento diciendo alguna idiotez.

—¿A qué te dedicas, Elena? —habla de nuevo, cortando lo que creo que sería un silencio incomodo si no fuera por la voz de Ed Sheeran que suena por los altavoces del auto.

Dejo de mirar por la ventana para posar mi mirada en él.

—Trabajo en una cafetería.

—¿No estás estudiando? —pregunta de nuevo. Mira rápidamente en mi dirección antes de volver la mirada al camino frente a nosotros.

—No, ya terminé mis estudios —explico.

Antes de venir a Nueva York con mis amigas, terminamos la universidad. ¿Por qué no trabajo de lo que estudié? Simplemente porque no he logrado conseguir trabajo pero sigo buscandolo mientras continúo en la cafetería.

—¿Qué estudiaste?

Nos enfrascamos en ese tema. Le hablo sobre lo que estudié y él me comenta que no estudió por entrar en el mundo del canto. Dejo que me cuente sobre eso aunque ya yo lo sepa porque al ser su fanática, sé muchas cosas sobre él pero me gusta escucharlo hablar, así que dejo que hable sobre eso.

—¿A donde vamos? —pregunto, después de un rato.

—Vamos a mi apartamento —responde sin dejar de mirar el camino frente a nosotros.

Una ola de nervios me recorre el cuerpo. Estaremos completamente solos y eso para una persona como yo, introvertida, no es alarmante. Sé que al aceptar salir con él había la posibilidad de que eso sucediera porque no creo que quiera estar en público, no por algo malo sino porque es un personaje público.

—Ya llegamos —anuncia mientras entramos al aparcamiento subterráneo de un edificio gigante.

Lo sigo cuando nos bajamos del auto y vamos directo al ascensor. Presiona el último número.

—¿Vives en la última planta? —pregunto, y maldigo mentalmente por hacer una pregunta tan tonta. Si presiona el botón con el número de la última planta, es porque vive ahí.

Lo nervios empiezan a traicionarme.

—Sí.

El ascensor se abre en la última planta y salimos de él, caminamos hacia la única puerta que veo. Saca las llaves del bolsillo de su pantalón y abre la puerta.

—¿Vives solo? —pregunto curiosa.

—Sí.

Lo primero que veo es un pequeño pasillo. Caminamos por él hasta llegar a la sala que es lo siguiente que veo. Nada más la sala es casi del tamaño del apartamento donde vivo con las chicas. Las paredes son blancas y toda la decoración es negra.

—Ponte cómoda —me señala el sofá gigante—. ¿Quieres tomar algo?

—Lo que tú quieras estará bien —musito, y lo veo desaparecer por donde supongo es la cocina.

Te voy a amar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora