Capítulo 16

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—¿Para mí?, ¿qué ha llegado? —pregunto confundida pero al mismo tiempo sintiendo mucha curiosidad.

—Ha llegado un arreglo de rosas blancas y tienes que firmar tú que recibiste el arreglo —me coge del brazo y me lleva con ella. En el mostrador están las rosas blancas y al lado está el mensajero. Firmo y se retira—. ¿Quién te las ha mandado? —pregunta curiosa. Imagino que fue Lucca pero claramente no le voy a decir eso.

—¿Tiene alguna nota? —busco entre las rosas y encuentro una nota.

Te envío éste detalle para que te acuerdes de mí en toda la semana que pasaremos sin vernos. Piensa en mí como yo lo haré en ti. Tu guapito.

Me hace gracia que haya puesto al final «tu guapito» pero al mismo tiempo me parece muy tierno que haya hecho eso.

Sigo sin entender el porqué se fijó en mí, no soy de esas chicas con las que él acostumbraba salir, no me parezco en absoluto físicamente a ellas pero me encanta la idea de gustarle y de que tenga estos lindos detalles conmigo.

—¿Quién te las mandó, Elena? —insiste Lottie, sacándome de mis pensamientos, esos pensamientos en los que únicamente Lucca tiene lugar.

—Un chico con el que estoy saliendo —digo, sin dar más explicaciones.

—¿Desde cuando sales con alguien? —pregunta, y sé que lo hace sin la intención de parecer una chismosa.

—Desde hace unas semanas.

—¿Por qué no me habías contado nada? —una mueca triste aparece en su rostro.

—Es que no era tan importante hasta hace unos días —digo, pero eso es mentira porque Lucca desde el minuto cero ha sido importante para mí.

—Oh —suelta, y sin decir nada más, se aleja. No sé qué le sucede. Sé que somos algo parecido a amigas pero tampoco somos tan allegadas. No entiendo su actitud, ya hablaré con ella más tarde.

Le envío un mensaje a Lucca antes que acabe mi descanso y tenga que volver a trabajar.

Gracias por las rosas, guapito, me encantaron pero no es necesario que me des nada para que me acuerde de ti, estás en mi mente todos los días.

Espero un rato por su respuesta pero al no obtenerla, vuelvo a mi trabajo. Lo más seguro es que esté ocupado. Lo que queda de mi turno de trabajo se me pasa volando. Cierro la cafetería con Jonh como cada vez que me toca el turno del medio día. De camino al apartamento, decido llamar a mi mamá. Tarda un poco en contestar pero finalmente lo hace.

—¡Hola, mamá!

—Hola, mi niña —una sensación de calidez invade mi corazón. Extrañaba su voz. Extraño demasiado a mi familia.

—¿Como están?

—Bien, cariño. Todo en casa está bien y, ¿como estás tú?

—Estoy muy bien, mamá.

—Creo que Ian tiene novia —suelta, haciendo que deje de caminar dejándome completamente sorprendida.

—¿El piojo ya tiene novia? —me río pareciendo una loca pero me da igual que la gente que pasa a mi lado me vea de ésta forma—, ¡no puede ser! —no puedo creer que Ian tenga novia, nunca ha tenido una, ha salido con chicas pero nada serio. Él es de esos chicos que no le van las relaciones. Esas son sus palabras. Por eso estoy muy sorprendida—. ¡Al fin tiene novia! —exclamo emocionada, volviendo a caminar.

Te voy a amar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora