Intento decir algo pero de mi boca no sale absolutamente nada. Mi cuerpo está petrificado y completamente tieso. Él tiene una sonrisa en su cara, esa estúpida sonrisa que alguna vez amé ver y hacerla aparecer.
—Hola, Elena —saluda.
—Hola —sale más como un balbuceo que otra cosa.
—¿Ya se conocían? —pregunta confundido Jonh.
—Sí —decimos los dos al mismo tiempo. Lo fulmino con la mirada antes de apartar mis ojos de él. Jonh no se da cuenta de ello ya que sonríe alegrandose por el hecho de que nos conozcamos.
Efectivamente dice que se alegra de que nos conozcamos y se retira dejándonos solos. Me voy al vestidor para cambiarme a mi uniforme sin importarme la presencia de Adam ahí. Me detiene sosteniendo mi brazo y de inmediato me separo de su agarre bruscamente, no quiero tener ningún tipo de contacto con él.
—¿Qué pasa?, ¿no te alegra volver a verme? —dice con una sonrisa cínica.
—¡Oh por supuesto que sí! —exclamo fingiendo alegría para luego rodar los ojos—, observa mi cara de alegría —sonrío falsamente.
—Ya, ya —murmura divertido—, entiendo que no te alegra pero te va a tocar acostumbrarte a mi presencia aquí porque voy a ser tu segundo jefe —puedo notar la superioridad en su voz y no deja de sonreír cínicamente en ningún momento.
—Sí, puedes ser lo que quieras, sólo no me molestes y listo —digo cortante.
—Haré lo que quiera, para eso soy otro jefe aquí —quisiera borrarle la sonrisa cínica de la cara. Ahora quiere dárselas de muy importante y superior el muy estúpido.
Todavía no entiendo como me pudo gustar demasiado éste tipo. Es un engreído y cínico. Me dolió demasiado en el momento en el que le confesé los sentimientos que tenía hacia él y el muy idiota lo que hizo fue burlarse de mí y dejarme de hablar. Por eso no lo soporto. No entiendo porqué el destino lo pone de nuevo en mi vida. Lo único bueno es que no siento absolutamente nada por él.
—Vale —respondo indiferente, siguiendo mi camino y dejándolo solo.
Me cambio sin ánimos. Sé que no debo darle importancia a la presencia de Adam pero es que volver a verlo me hizo recordar todo lo que pasó con él, incluyendo su rechazo, por supuesto.
Mi turno de trabajo es un infierno con Adam aquí, siguiendo cada cosa que hago y llamándome la atención por cualquier cosa diciendo que está mal hecha. Jonh lo dejó hoy al mando para ver como se desenvuelve solo y definitivamente lo hace pésimo. Nos tiene a todos de mal humor siendo un engreído de mierda.
Cuando llega la hora de salida, doy gracias al cielo por ya no tener que verle más la cara por el resto del día pero para mi mala suerte, Adam aparece en el vestidor antes de irme.
—Quiero hablar contigo.
—No tengo nada que hablar contigo —respondo cortante sin mirarlo. Cierro mi locker y agarro mi chaqueta. Al voltear, lo veo con la espalda apoyada en la pared, con las manos metidas en los bolsillos y su mirada puesta fijamente en mí.
—Quería disculparme por la manera en la que te traté hoy en la mañana y en el resto del día. También por aquella vez que me confesaste lo que sentías por mí y lo único que hice fue comportarme como un completo imbécil —se acerca a mí alejándose de la pared sacando sus manos de los bolsillos de su pantalón.
Lo miro completamente extrañada por su disculpa. No entiendo porque su disculpa por lo de hace tiempo llega ahora y porque su comportamiento en todo el día fue como la de un imbécil. ¿Qué razón tenía para burlarse de mí cuando le dije que me gustaba?, no soy un bicho feo o extraño para que hubiese hecho eso.
ESTÁS LEYENDO
Te voy a amar ✔️
RomanceElla siempre soñó con conocerlo, pero nunca imaginó que al hacerlo, sucedería todo eso que se imaginaba por las noches antes de dormir. *** Elena, es una chica común y corriente que vive en Nueva york con sus tres mejores amigas; hay un sueño que co...