Te voy a amar ✔️

Capítulo 39

Estoy aturdida.

No entiendo qué acaba de pasar. Estoy viendo como Lucca se aleja de mí y no estoy haciendo nada para detenerlo. Las señales que mi cerebro le envía a mis piernas para que se muevan parece no llegar hasta ellas, están estancadas, como si hubiesen pegado mis pies al asfalto.

Quiero hacer que se detenga.

Intento decir algo pero de mi boca no sale absolutamente nada. Ahora también estoy muda.

Hay una lucha interna dentro de mí pero parece que mi cuerpo le gana al cerebro quedándose sin hacer nada, ni siquiera emitir algún sonido.

—¿Lucca Evans es tu novio? —escucho decir a alguien detrás de mí y no logro descifrar quién es en éste momento.

—¿Qué haces aquí? —escucho decir a Adam. Logro notar que está serio.

—Só-sólo pa-pasaba por aquí —responde la voz que sigo sin saber de quién es.

Sacudo mi cabeza, saliendo de ese estado de shock y aturdimiento en el que estaba, y me volteo para encontrarme que la voz de la persona que no lograba indentificar, es de Charlotte.

"¿Qué hace ella aquí?" Pienso.

Pero no me quedo aquí tratando de describir eso y emprendo mi camino hacia donde vi desaparecer a Lucca.

—¿Para dónde vas? —dice Adam, caminando detrás de mí.

—¡No te me acerques! —exclamo alterada. Me volteo bruscamente hacia él y lo apunto con mi dedo—. ¡¿Qué te sucede?! ¡¿Por qué me besaste?!, ¡te dije que tengo novio!

—Yo no sabía que iba a estar aquí —responde dolido pero sinceramente me importa una mierda si le afecta como le hablo o no. ¿Como pudo atreverse a hacer eso?

—¡Igual no tenías que haberme besado! —reprocho, todavía alterada—. ¡Te he dicho mil veces que tengo novio!. ¡No puedes ir por ahí besando a la gente!

Siento asco hacia él y eso ya no cambiará. Ha hecho algo indevido y que no le perdonaré jamás.

No sé a donde habrá ido Lucca pero lo único que sé es que tengo que ir a buscarlo, tengo que explicarle lo que acaba de suceder.

Escucho decir a Adam algo más pero no lo entiendo porque empiezo a alejarme de él en busca de un taxi. Necesito ir a casa de Lucca y explicarle, y si no logro encontrarlo ahí, lo esperaré hasta que llegue.

Un taxi se para y me monto dándole la dirección de Lucca. En todo el camino hasta el apartamento de Lucca, estoy inquieta, no dejo de mover la pierna. Mis manos sudan a mares y termino mojando mi pantalón al limpiarme sobre él. Mi corazón no deja de latirme a una velocidad inimaginable y tengo un nudo en la garganta que apenas y me deja respirar. Me asusta que no quiera escuchar lo que tengo que decirle, espero que quiera escucharme y dejar que me explique. Necesito que lo haga porque sino no sé qué voy a hacer.

El nudo en mi garganta se intensifica de solo pensar que Lucca ya no quiera estar conmigo, pero desecho ese pensamiento porque no puedo pensar en eso, no es tan grave lo que acaba de pasar, además que yo no tuve la culpa.

Tiene que creerme.

El taxi para afuera del edificio y le doy el dinero bajandome rápidamente. Camino hasta la puerta pero está cerrada. Es obvio que en un lugar como éste no van a tener la puerta abierta para que entre cualquier persona.

Me quedo afuera esperando a que salga alguien. Impaciente, camino de un lado al otro. Estoy temblando pero no sé si es por el frío o por el miedo y la rabia que siento en éste momento.