Una emoción indescriptible se cuela por mis venas acelerando los latidos de mi corazón. No puedo creer que él se acuerde de mí. A diario debe de ver demasiados rostros como para que se acuerde específicamente del mío.
—El fin de semana pasado tropezamos en un club nocturno —explico intentando parecer tranquila, como si estuviese hablando con cualquier persona y realmente no fuese Lucca Evans, mi cantante favorito y el chico que se cuela por mis sueños—. Tiraste mi celular al suelo.
—¡Ah, si! —hace un gesto con la mano—. Ya me acordé.
Estoy alucinando, se acuerda de mí y de lo que sucedió el fin de semana pasado. Solo había una posiblidad entre un millón de no posibilidades. Un sentimiento de satisfacción me recorre de pies a cabeza.
Meto las manos dentro de la chaqueta para que no note que tiemblan de una manera casi antinatural. Debe estar acostumbrado a ver a chicas temblar por él pero no quiero que me vea a mí de esa forma.
—Ese día creo que no me dijiste tu nombre —me mira pensativo, tratando de recordar si lo dije o no.
—No, no lo preguntaste y tampoco iba a decirte mi nombre porque quizá no te importaba —una risa nerviosa sale de mi boca y me maldigo mentalmente por eso. No quiero que note lo nerviosa que me pone estar cerca de él.
—Vale —veo diversión en su mirada—. ¿Como te llamas? —muerde su labio haciendo que mi corazón se paralice por una fracción de tiempo.
—Elena, Elena Williams.
—Un gusto, Elena —extiende su mano para estrecharla con la mía y sin dejarlo esperando mucho tiempo, se la estrecho—. Y disculpa lo del otro día —una sonrisa avergonzada aparece en su rostro.
—No tienes porqué disculparte —me encojo de hombros restandole importancia—, la culpa también fue mía.
—Lucca, todavía te faltan chicas y ya casi es hora de empezar con el concierto —escuchamos decir a alguien del equipo de Lucca.
Lucca se coloca junto a mí pasando su mano por mi cintura y pegando mi cuerpo al suyo y una corriente me recorre todo el cuerpo por sentirlo de nuevo junto a mí. Creo que es la sonrisa más grande que he tenido en alguna foto en toda mi vida. No cualquier día vas a un concierto de tu cantante favorito, hablas unos minutos con él y te sacas una foto junto a él.
—Adiós, Elena —murmura al separarnos.
—Adiós, Lucca —digo en voz baja.
Antes de desaparecer por la puerta y salir de la habitación, volteo a mirarlo y me encuentro con la sorpresa de que está observándome. Mi cuerpo se llena de una emoción indescriptible.
Salgo de la habitación antes de que logre ver el sonrojo en mi rostro.
La palabra feliz no describe como realmente me estoy sintiendo justo ahora. Todo fue tan inefable.
Encuentro a las chicas esperando por mí para irnos a nuestro sitio en el recinto.
—¿Por qué tardaste en salir? —la primera en hablar es Alice.
—En éste momento estoy en las nubes. No se van a creer lo que acaba de suceder —digo, y me miran expectantes—. ¡Lucca me reconoció!, ¡se acuerda de mí y lo que pasó el pasado fin de semana! —exclamo completamente emocionada.
Puedo notar que están igual de alucinadas que yo. Les cuento sin obviar absolutamente nada de lo que acaba de suceder.
—¡Oh por Dios, El! —Alice me abraza con efusividad—. Como tú has dicho siempre, nada es imposible, nada —repite mirándome a los ojos.
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Te voy a amar ✔️
RomanceElla siempre soñó con conocerlo, pero nunca imaginó que al hacerlo, sucedería todo eso que se imaginaba por las noches antes de dormir. *** Elena, es una chica común y corriente que vive en Nueva york con sus tres mejores amigas; hay un sueño que co...