Capítulo 35

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Mis ojos se llenan de lágrimas por la emoción. Agarro su rostro entre mis manos y sin importarme que mis padres nos vean, lo beso. Le doy un beso dulce y cálido, transmitiéndole con él, lo que me hacen sentir las palabras que acaba de pronunciar.

—Te quiero —murmuro separándome de sus labios.

—Te quiero —dice abrazándome.

—¡Hola, familia! —escucho la voz de Ian venir desde la entrada.

—Llegó mi hermano —le aviso a Lucca.

Me levanto del sofa feliz por volver a ver a mi hermano y camino fuera de la sala.

—¡Elena! —dice al verme.

Me acerco a él con una sonrisa y lo envuelvo en un abrazo fuerte. Lo extrañaba. Los extrañaba a todos, y no me había dado cuenta lo tanto que los extrañaba, hasta que volví a verlos.

—Hola, peque —digo al separarme.

—No me digas así —se queja frunciendo el ceño.

Nunca le ha gustado que lo llame así, y con más razón lo hago, solo para molestarlo porque ya no es pequeño. Ahora es hasta más alto que yo pero siempre será mi peque. Tampoco le gusta que lo llame piojo pero esas son mis dos formas de llamarlo pero es simple cariño.

—No —le saco la lengua.

—¿Cuando vas a madurar? —pregunta divertido.

—¡Uy sí!, lo dice el muy maduro —ruedo los ojos divertida.

—No peleen —nos advierte mamá apareciendo.

—No lo estamos haciendo —decimos ambos al mismo tiempo, nos miramos y reímos por eso.

—Menos mal llegaste, porque sino te iba a castigar.

—¿Como iba a perderme la cena donde vamos a conocer al novio de Elena?, eso es histórico. Juraba que se quedaría sola —dice divertido el muy cínico. Le pego en la cabeza—. ¡Auch!, ¡mamá, Elena me maltrata!

—Después la inmadura soy yo —digo irónica pero divertida por su comportamiento. Extrañaba estos momentos con él—. ¿Por qué creías que me quedaría sola? —pregunto dolida.

—Porque siempre estabas soñando con casarte con Lucca Evans y realmente no pensabas en otra cosa —explica, y una expresión divertida aparece en mi rostro—. Todos sabíamos que el que llegaras a casarte con Lucca Evans es imposible, hasta tú misma lo sabes. ¿Ya superaste eso? —pregunta pero no me da tiempo de responder cuando ya se está respondiendo él mismo—. Sí, supongo que sí porque ya tienes novio.

Ian no sabe que mi novio es Lucca. Les dije a mis padres que no le dijeran absolutamente nada sobre quien es mi novio. Quería que fuese sorpresa para él ver a Lucca en la cena de hoy. Además que no quería perderme su cara de sorpresa.

—Sí, ya lo superé —contesto divertida.

—Quiero conocer a tu novio. ¿Está aquí?

—Sí, en la sala.

Sin decir nada más, camino a la sala seguida por mamá e Ian. Cuando entro, Lucca está en el mismo sitio donde lo dejé. Está de espalda a nosotros y con el celular en la mano.

—Ian, te presento a mi novio —digo acercándome a Lucca, que guarda el celular y se levanta del sofá antes de darse la vuelta hacia Ian—, Lucca Evans.

Decir que mi novio es Lucca Evans, es un privilegio total. Soñé tanto con ello, que ahora me parece irreal.

Ian se queda de piedra en su sitio. No dice nada y su mirada va de Lucca a mí, que lo miramos sonrientes y cogidos de la mano. Está blanco como el papel.

Te voy a amar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora