Capítulo 33

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—Ahora sí, cuéntanos todo —habla Alice, cuando vuelvo a la sala con ellas. Me mira divertida porque sabe lo que hicimos Lucca y yo—. Empieza por Adam y luego terminas con Lucca.

Me siento en el sofa grande, entre Jessie y Marcela, y les cuento todo sobre la cena de anoche con Adam. No omito que me confesó lo que sentía por mí y menos el que me haya pedido una oportunidad. La sorpresa en el rostro de las tres es divertida. Ninguna de nosotras esperábamos que eso sucediera después de lo que sucedió con él en el pasado.

—¿O sea que le gustas ahora? —pregunta Alice con el ceño fruncido confundida.

Está sentada en el sofá individual inclinada hacia adelante, con los codos apoyados en sus rodillas.

—Según él, sí —asiento encogiendome de hombros.

—Yo no me creo eso y tú tampoco deberías hacerlo, Elena —inquiere Marcela.

—Siendo sincera, me da igual si es verdad o no —digo, ya cansada de que crean que soy tonta y me creo todo lo que me dice él—, porque no voy a darle ninguna oportunidad que no sea la de ser amigos —me callo por unos segundos y decido rectificar lo que acabo de decir—. Mejor dicho, de ser conocidos —me levanto del sofa y camino por la sala mientras continúo hablando—. Les juro que estoy tan feliz con Lucca y estoy locamente enamorada de él que ni siquiera pasa por mí mente estar con otra persona que no sea él —me paro frente a ellas y las miro—. Estoy cansada que me adviertan sobre Adam. Ya sé como es él.

—Te lo decimos porque te queremos y queremos lo mejor para ti, Elena —habla de nuevo Marcela.

—Y yo quiero lo mejor para ustedes, mis niñas —les sonrío con cariño.

—Bueno, ya hablamos sobre esto —inquiere Alice, interrumpiendo nuestros pocos segundos cursis que no suelen suceder con mucha frecuencia—. Elena, ¿estabas haciendo guarradas con Lucca cuando llegué?

Marcela y Jessie que miraban a Alice, voltean su atención a mí, moviendo tan rápido la cabeza que por unos segundos las confundo con el exorcista.

—¡¿Elena, qué hiciste?! —dice Jessie, muy interesada por que le cuente.

—A ver, cuéntanos, niña —habla Alice con una sonrisa divertida. Se acomoda en el sofá para escucharme.

—Pasó lo que ya se imaginan —digo sin más. Sin dar ningún tipo de detalles.

—¿Donde tuvieron sexo? —pregunta Marcela. Ella es más directa.

—En mi cama.

—Quedé muy sorprendida cuando vi salir a Lucca de la habitación con una sonrisa divertida —explica Alice—. Juro que no me lo esperaba.

—Yo lo que no me esperaba era que Elena tuviera sexo aquí —habla Jessie riéndose—, esperaba que la primera fuese Marcela —voltea hacia la mencionada estirando un brazo hacia ella para darle unas palmadas en la pierna que Marcela tiene doblada sobre el sofá—. Cariño, Elena te ganó.

Suelto una carcajada junto a Alice.

—No es cuestión de competencia —se dirige a Jess—. Pero ya verás que lo haré y será en tu cama.

—¡No! —salta Jess—, ¡ni te atrevas a hacer eso, Marcela! —la señala con un dedo—, ¡porque me las descobro!

Y así es el resto de nuestra noche hasta que nos vamos a dormir.

Te voy a amar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora